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viernes, 16 de julio de 2010

Caminos

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por Enrique Pinti




En un mundo caótico y contradictorio, donde la capacidad de asombro no tiene límites, vemos a diario un desfile de horrores, glorias, bajezas y noblezas que, al menos a este veterano, lo dejan como frente al dentista, o sea, con la boca abierta. Juegos mortales ejecutados, gracias al mal uso de la tecnología, por niños y adolescentes; videos eróticos privados que toman estado público por venganzas o, peor aun, por pura frivolidad; violadores convictos y confesos que salen mucho antes del tiempo fijado para su reclusión, jueces que se "distraen", inocentes condenados sin pruebas y, a veces, con causas armadas por revanchas personales; alumnos que dan palizas a sus profesores, profesores que toquetean a sus discípulos, peleas televisivas grotescas y lamentables cuyo rating evidencia el interés morboso de una parte importante del público, causas penales a raíz de esos enfrentamientos en el gran circo mediático que atiborran juzgados que deberían tener mucho más lugar físico y mental para cosas más relevantes y crímenes y delitos de mucha más importancia para la sociedad. Podríamos seguir con una lista interminable de disparates que sacan de quicio al más paciente y ponen de mal humor al más amable.

Claro, no todo es igual, no todo son horrores, y en medio del maremágnum de atrocidades hay lugar todavía para los casos de gente maravillosa que lucha contra la adversidad, ya sea por problemas de salud como por limitaciones económicas graves. Gente que combate a brazo partido contra la miseria, propia y ajena; redes solidarias que funcionan sin bombos ni platillos, pero con la firme determinación de los que no se entregan al desánimo ni a la tentación del crimen como única salida; personas que quizá nunca tengan un monumento o una calle con su nombre, pero que pasan por la vida ayudando, integrando y sumando en lugar de obstaculizar, dividir y restar. El delito, el abuso, el maltrato y la falta de respeto están en cada esquina, y la redención, el amor y la solidaridad también pueden aparecer de improviso, justo a tiempo para evitar la caída y la decadencia.

Junto a las derrotas frecuentes y las ilusiones perdidas están los nuevos estímulos. La eterna calesita de la vida sigue girando, y en cada nueva vuelta la sorpresa está esperando: puede traer asombro, indignación o alegría, pero nunca indiferencia, porque cada acontecimiento, por poco relevante que nos parezca, encierra un significado que no deberíamos dejar de analizar.

No se debe esperar a estar directamente involucrado en cosas negativas, esas que siempre les pasan a los otros, porque en el momento menos pensado pueden pasarnos a nosotros. La solidaridad con los afectados por cualquier situación límite nos permite ver la vida desde un lugar menos confortable, que nos hace madurar, y sirve para corregir prejuicios y supuestas verdades que se estrellan contra el muro de la cruda realidad. No comprender el hambre de los que no comen y creer que se trata de "gente que no quiere trabajar" es una de las tantas necedades que provoca la dualidad del estómago lleno y el cerebro vacío. No entender la vida sin esperanza ni el rumbo de los que han sido marginados desde la cuna, es sumarse al coro de fantoches que desde su torre de marfil ven transcurrir la vida sin pensar en nada que no pase por su conveniencia personal. Tratar de no perder la capacidad de asombro es también intentar no asesinar al niño que todos llevamos dentro, ese niño que parte de la creencia primordial de que todo está aún por descubrirse, que nada es definitivo ni fatal, que todo puede revertirse para bien y que siempre quedan muchas cosas por aprender y valorizar.

Cuando perdemos esa capacidad también perdemos la esperanza, y se hace muy difícil remontar la cuesta; la vida deja de tener sentido y el pesimismo nos lleva por los peores caminos, o sea, los del odio, la ira, la venganza y, quizás el peor, la indiferencia, puerta abierta hacia la ignorancia y la mediocridad. El mundo está loco; nosotros necesitamos estar cuerdos.


Revista La Nación 11/10/2010.-


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La simulación matemática revolucionará la investigación

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por Karla Islas Pieck



Las nuevas tecnologías están cambiando la medicina moderna y la incorporación de los modelos de simulación matemática representa uno de los grandes potenciales de futuro para el desarrollo de la medicina predictiva y la investigación de nuevas terapias.



La posibilidad de reproducir las diferentes funciones del cuerpo humano por medio de modelos de simulación matemática abre grandes expectativas no sólo en el campo de la medicina predictiva, sino también en la investigación de nuevas herramientas diagnósticas y terapéuticas, según ha quedado de manifiesto durante la mesa sobre Simulación del cuerpo humano para una salud predictiva, que se ha realizado durante el BDigital Global Congress.

El moderador de esta sesión de trabajo, Luigi Ceccaroni, investigador senior de I+D del Barcelona Digital Centro Tecnológico, ha explicado a Diario Médico que este tipo de simulación, que está en fase de investigación y validación, permitirá en el futuro realizar ensayos clínicos de una forma mucho más ágil y segura, además de que facilitará la optimización de los recursos destinados a estos trabajos.

Ceccaroni ha citado un estudio reciente en el que se pudo comprobar que los resultados de un ensayo clínico con un fármaco en pacientes durante un periodo superior a cinco años fueron comparables a los obtenidos por medio de simulación matemática en un lapso inferior a dos meses.Estos modelos deberán validarse en los próximos años, pero cuando estén los suficientemente contrastados seguramente cambiarán la forma en la que se investigan los efectos de las nuevas moléculas actualmente.

Medicina predictiva

La nueva generación de tecnología médica de información y comunicación representará un gran salto cualitativo en la medicina predictiva, ya que las herramientas diagnósticas y terapéuticas ayudarán a los médicos a tomar mejores decisiones en la práctica clínica, según ha quedado de manifiesto en la mesa en la que han participado Jésper Ténger, director de la Unidad de Medicina Computacional del Instituto Karolinska, en Estocolomo (Suecia); Miguel Ángel González Ballester, director de investigación de Alma IT Sistems; y Dieter Maier, gerente de proyectos de Biomax Informatics AG.

Según han detallado los ponentes, los avances que han permitido la visualización tridimensional de las imágenes médicas han revolucionado muchos de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos.

González Ballester ha señalado que actualmente la simulación posibilita reproducir la fisiología de diversos órganos humanos, lo que ha favorecido el desarrollo de herramientas que ayudan a planificar diferentes cirugías.

Además, estos modelos facilitan otros aspectos, como el diseño de implantes, ya que es posible simular la función de una determinada parte del cuerpo y, a partir de ahí, determinar las características óptimas de flexibilidad, resistencia o durabilidad con las que debe contar el dispositivo médico.

Por su parte, Ceccaroni ha vaticinado que en el futuro, las guías de práctica clínica seguramente estarán reforzadas por modelos de simulación matemática que ayudarán a predecir la evolución de cada paciente en función de sus propias características genéticas y fisiológicas.


DiarioMedico 20/5/2010.-


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