Label Cloud

sábado, 28 de febrero de 2009

Saber más... ¿para qué?

.


por Cristian Alvarez Arocha*



¿Qué pensar después de estos estudios, de la acumulación de tantos conocimientos en tantas áreas distintas? ¿No es posible que a veces podamos caer en la mitificación del saber por el saber mismo? Aquella tentación fáustica que trueca la ciencia y toda disciplina de medio en fin, y que conduce inercialmente al estudio, la erudición, hacia una vía sin salida, que vuelve al saber algo estéril, incapaz de engendrar vida. No me refiero a la aplicación práctica de conocimientos, a la técnica que persigue la válida utilidad e instrumentalidad de la ciencia. Ella también participa en la misma situación. Pienso en algo más íntimo que atañe a cada ser humano. El estudio que sólo busca saber más, sin que ello redunde necesariamente en un crecimiento del ser; el "coleccionar" saberes y títulos prestigiosos, ¿no fue una de las causas que provocó la correría de Fausto con Mefistófeles, una sed que nunca se satisfacía? Es posible que este planteamiento sólo persiga advertir este peligro de vanidad del saber e intente recuperar una actitud vital más equilibrada. Creo en el estudio, en el conocimiento adquirido, como un modo, un medio, que permita, más que saber por el hecho de saber, conocer más profundamente, aprender a vivir en el mundo, comprendiendo nuestro medio y presenciar, disfrutar y en algunas ocasiones modificar las relaciones que lo integran. Repito: estudiar para saber vivir en el mundo aún con mayor plenitud.
Quizás porque no vea ni acepte al hombre escindido no pueda dejar de señalar tan importante hecho que deja estrechamente vinculados estudio y vida. Sin embargo, esta posición que atiende más al ser del hombre y a la serenidad del alma, propone, sin duda, un planteamiento opuesto a los valores que gobiernan la sociedad de nuestra época: poseer, dominar, preferencias de intercambio utilitario y material a los cuales el conocimiento, las disciplinas humanísticas, científicas y técnicas se ven obligados a servir. La esencia interna del hombre se ve así preterida, olvidada por ese como "tráfico de necesidades urgentes" que el medio impone y hasta llega a coaccionar. Poder y poseer. Saber para acceder al juego que rige ambos factores es lo que se nos invita o sugiere a seguir. Mas pensar durante este acto en la dimensión del estudio avanzado y especializado como medio para ser y vivir más plenamente y también en algún caso para alterar aunque sea sólo un poco el medio que nos circunda, es sencillamente recordar recobrar un ideal que desea encaminar al hombre hacia una felicidad interior y una armonía con el Universo y los demás seres. Ideal que se convierte en utopía en este mundo, pero que siempre sentimos necesidad de tornar a él. El tenerlo presente, cuando se impregna el estudio y nuestro nuevo título de postgrado de aquella actitud vital, acaso puede irradiar una cierta esperanza, la más íntima y auténtica y no la que pretenden inspirar los mesiánicos líderes políticos; una esperanza que reside en el ser cuando trata de hallar su equilibrio.


*Fragmento del discurso pronunciado en representación de los graduados, en el acto de graduación del 22 de julio de 1988, donde recibió el Magister en Literatura Latinoamericana. Actualmente es miembro del Dpto. de Lengua y Literatura


Universalia nº 3 Ene-Abr 1991
Universidad Simón Bolívar. Decanato de Estudios Generales


.

viernes, 27 de febrero de 2009

Memoria y Trauma. ¿Cómo se forma? ¿Cómo se evoca? ¿Cómo se extingue?

.


por Jorge Medina



Vamos a hablar de cómo se estudian las memorias traumáticas, no desde el punto de vista molecular sino del punto de vista de la experimentación y veremos qué cosas se aprenden de los modelos de memorias traumáticas que están estudiándose en el mundo.
La ventaja es estudiar la memoria traumática como modelo de memoria general, que es el modelo más sencillo. Sacando un par de grupos de Kandel y alguno que otro más, casi todo el mundo está estudiando diferentes tipos de memorias traumáticas. Unos lo llaman en inglés fear conditioning, otros le dicen miedo aprendido, memorias traumáticas, otros, memorias aversivas, memorias con mucho stress ó situaciones de trauma. Hay diferentes formas de llamaras pero, básicamente, es todo lo mismo.
Les voy a contar qué es lo que hoy se conoce de memorias traumáticas, sin hacer tanta mención a las moléculas implicadas, sino más a los procesos que tienen que ver con las mismas.
Un proceso de una memoria especialmente traumática puede ser agudo o crónico, ya que las memorias pueden ser originadas en un único evento o en muchos eventos repetidos. Da la casualidad que muchas de nuestras memorias devienen de eventos únicos.
Las memorias traumáticas son únicas, no es que se las aprende muchas veces, no es como estudiar. La experiencia de una memoria traumática puede ser un hecho único o un hecho repetido que en muchos casos puede ser único: “Me pasó algo por única vez”, “No he sido abusado todas las semanas”. Tenemos las dos variantes, por eso quiero dividirlo y quiero contarles cuáles son los modelos de memorias traumáticas de eventos únicos, no de eventos múltiples, de repeticiones.
Ya que nosotros acabamos de mandar los trabajos que demuestran, sin entrar a menciones las moléculas involucradas, que dicen lo siguiente: El aprender dos veces lo mismo no utiliza los mismos mecanismos que para aprenderlo por única vez. En otras palabras: la segunda vez que lo aprendo utilizo mecanismos distintos y áreas cerebrales distintas. Eso es lo que mandamos a publicar ahora. El mismo hecho lo aprendo otra vez, es decir que lo termino aprendiendo mejor, ya no es el hipocampo por ejemplo el que se activa, sino otras áreas.
Volviendo a las memorias traumáticas, voy a tratar de describir qué es lo que se conoce y para eso voy a ser lo suficientemente amplio para incluir a todos los autores que han publicado trabajos hasta la semana pasada, qué es lo que se descubre con las memorias traumáticas. Entonces: las memorias traumáticas requieren de hechos únicos, requieren de síntesis proteica.
No hay memorias traumáticas si no hay cambios en la estructura de los circuitos cerebrales. Para que se guarde un trauma se requiere un cambio en los circuitos cerebrales. Para que haya un cambio en los circuitos cerebrales se requiere que se movilicen las sinapsis y haya cambios en la expresión de genes. ¿Cuánto dura eso? Nadie lo sabe ¿Por qué yo recuerdo conciente o inconcientemente una memoria traumática? ¿Por qué la tengo guardada? ¿Cuál es el mecanismo que la guarda por tanto tiempo? Uno puede hablar hoy de cómo se forma una memoria traumática. Se conocen las áreas, se conocen los mecanismos, más allá de que algunos digan: es más amigdalino que hipocampal y otros digamos: es tan hipocampal como amigdalino. LeDoux es mucho más proclive a la hipótesis amigdalina que a la de otras estructuras, es decir da más importancia a unas estructuras que a otras o a algunos circuitos que a otros. Pero básicamente se habla de la misma estructura, de las mismas regiones. Lo que sí queda claro, y es lo único que voy a hablar de proteínas es que para formar una memoria traumática se requiere de síntesis proteica, de un cambio de la estructura en ciertos lugares del sistema nervioso. Cuanto más fuerte es emotivamente esa memoria, más se guarda y más está el sentimiento del recuerdo, lo que se llama en inglés el feeling of remembering. La sensación del recuerdo es más fuerte cuando es más fuerte el contenido emocional, a pesar de que el hecho concreto a lo mejor se recuerde igual que cualquier otro neutro, pero la sensación subjetiva de recuerdo es mayor. ¿Qué pasa cuando uno quiere evocar esa memoria traumática? Ahí empiezan los problemas, porque en realidad una memoria traumática uno desearía poder olvidarla, que desaparezca. Olvidar en serio, no reprimirla ni suprimirla. Es decir, ni la represión inconciente ni la supresión conciente, Pero no hablo de eso, lo que estoy diciendo es: Señores, hay un mecanismo cerebral, puesto en marcha nadie sabe cómo aún, que hace que uno se olvide, que no lo guarde. Qué lindo sería olvidarlo, es una opción, pero la otra opción es que no se olvida. En realidad cuando uno se expone al recuerdo de esa memoria traumática o de algunos eventos de la memoria traumática, qué lindo sería que en lugar de reforzar esa memoria, se vaya debilitando, se vaya extinguiendo esa memoria. Y ahí está lo que hoy se suele estudiar: Ver cómo hacer para extinguir memorias traumáticas. Facilitar el mecanismo de extinción de una memoria traumática. ¿Cómo se define la extinción de una memoria traumática? Para eso voy a invocar a Pavlov que fue quien lo describió. Pavlov lo describió para ciertos reflejos condicionados, pero esto se aplica a cualquier memoria, en particular para las memorias traumáticas: La extinción de una memoria traumática es la disminución paulatina de la respuesta a la evocación de esa memoria ante la exposición repetida de la situación, que lo que está haciendo es no reforzarla.
Por ejemplo, si yo pongo los dedos en el enchufe y me da un shock eléctrico, lo que voy a intentar es no volver a ponerlos, pero si alguien me dice Quedate tranquilo, ponelos que no te va a dar shock, los pongo y no me da el shock, entonces empieza a producirse un fenómeno de extinción. Más ganas o menos problemas voy a tener de poner los dedos nuevamente en el enchufe, porque se inicia el proceso de decaimiento de la memoria original.
Una cosa es olvido y otra es la extinción de una memoria. La extinción de una memoria, en realidad, es la disminución de una memoria traumática original a expensas de la generación de una nueva memoria: pongo los dedos y ya no tengo el shock, o hago tal cosa y no me pegan, por ejemplo. Entonces me parece que el planteo es: ¿La extinción de las memorias traumáticas es posible de facilitar? ¿Con drogas o con la conducta? ¿Con el habla? ¿Es posible hacerlo? En eso están trabajando muchos grupos en el mundo, sobre extinción de memorias traumáticas. Lo que uno debería hacer si fuera terapeuta es evitar el reforzamiento de las memorias traumáticas, porque cada vez que evoco conciente o inconcientemente una memoria traumática, por el contexto interno o externo, la estoy reforzando, estoy generando algo contraproducente. Entonces, cuando uno evoca una memoria pueden ocurrir esos fenómenos de extinción o reforzamiento. El tema este del reforzamiento es una preocupación muy actual y se lo conoce con el nombre de reconsolidación. Joseph LeDoux, investigador muy importante para la Neurociencia, en el área de Memoria Traumática, sostiene que las memorias traumáticas se refuerzan de esta manera y se reconsolidan.
Han aparecido a favor de la postura contraria a esta última un par de trabajos en el último mes, que me provocan alegría, ya que yo tengo una postura distinta a éstas, yo tengo una postura cautelosa en cuanto a la reconsolidación, pero es un tema que podemos discutirlo más adelante.
No todas las memorias traumáticas deben reconsolidarse porque es un gasto energético cerebral impresionante. Imagínense que yo ahora me ponga a recordar ciertas experiencias. En ese momento LeDoux pregunta “¿Me voy a tener que poner a reformatear y reconstruir todas esas memorias? Gasto energético, síntesis proteica, etc… ¿Tan rápido lo puedo hacer? Es un tema para discutir. Pero esta extinción abarca a un olvido.
Es que muchas veces cuando uno está en proceso de extinción de memorias traumáticas aparece un fenómeno que se llama recuperación espontánea de la memoria original. Por ejemplo: Si yo tengo una memoria original traumática, con la presentación de un estímulo que no la refuerza, e intento extinguirla.
Se puede llegar a producir, de todos modos, la recuperación espontánea de la memoria traumática.
Conductualmente ese animal o esa persona siente, expresa, dice ó actúa cada vez con menos memoria original y más memoria nueva (tomando el ejemplo anterior, pongo los dedos en el enchufe y no hay shock) y de repente ocurre que por algún hecho que podemos discutir, esa persona cuando se le dice Ponga los dedos en el enchufe dice No, porque voy a recibir un shock eléctrico otra vez. Entonces ¿Por qué recuperó la memoria original traumática? Eso se llama recuperación espontánea, y esto ocurre consistentemente cada vez que uno intenta forzar la extinción. En otras palabras, la recuperación espontánea de la memoria original traumática no es un hecho infrecuente, es un hecho que ocurre muy seguido, cada vez que yo extingo memorias traumáticas. Por ejemplo: hay algo que en la psicofarmacología y en el estudio de memoria se conoce como drogas colinérgicas, que son drogas que mejoran la memoria. Entonces: yo tengo una memoria traumática y la empiezo a extinguir, entonces el animal deja de tener la memoria original traumática porque no la puede expresar porque la estoy extinguiendo con un método que no refuerza que, al contrario, extingue esa memoria. Entonces decido darle un agente colinérgico en pleno proceso de extinción de la memoria, antes de un nuevo test de evocación el animal empieza a recordar la memoria original, porque nunca la tuvo olvidada, la tenía guardada pero escondida porque se estaba extinguiendo.
Es decir, la memoria original se extingue, no se olvida, está ahí escondida, agazapada. Esa es la diferencia entre olvido y extinción. El olvido es la desaparición de una traza de memoria y la extinción de una memoria traumática es la no expresión conductual de esa memoria, pero después de todo la memoria está. Y la puedo traer espontáneamente, por alguna razón que no viene al caso discutir, o inducida por drogas. Entonces, en el experimento que mencionaba antes, con algunas drogas yo puedo traer lo que supuestamente estaba olvidado, pero realmente no estaba olvidado, estaba guardado. Entonces, tenemos un problema desde el punto de vista de los neurobiólogos, estamos estudiando una memoria traumática cómo se forma, cómo se evoca, cómo se extingue, estamos aprendiendo recién en los últimos tres o cuatro años cuáles son los mecanismos de extinción de una memoria.
Y estamos aprendiendo a que ocurran fenómenos de volver a la memoria original. Y por último, todos esos hechos que estoy contando, la formación la extinción, la recuperación y la reinstalación de la memoria son todos procesos que requieren de la reestructuración de los circuitos cerebrales, es decir que requieren de síntesis proteica y expresión de genes. Entonces, la base de todos los procesos claves de la memoria en el ser humano y en los animales es que requieren al principio de síntesis proteica y cambios en los circuitos cerebrales. Cuando se extingue o reconsolida una memoria traumática requiere cambios en los circuitos cerebrales, cuando se recupera también. Por lo tanto estamos en un callejón sin salida, al menos por ahora. Yo que hace un año pensaba: “Todos los mecanismos hermosos que estamos averiguando en facilitar la extinción de la memoria traumática por drogas o por acciones conductuales, ahora, como hizo Pavlov. Pero no nos podemos ir del límite porque la recuperación espontánea de la memoria original traumática está detrás de todo esto. Es decir: está claro que hay que trabajar sobre la memoria original traumática. El mensaje que estoy dando es: Si yo le doy una cosmética a la memoria original en forma de extinción, si tengo suerte no la voy a expresar conductualmente, y si no tengo suerte va a reaparecer la memoria original. Entonces, hay que buscar la forma de llegar a esa memoria original que está escondida y hay que acceder de muchas maneras. En eso estamos trabajando experimentalmente, no en humanos porque no se puede, y los animales por desgracia la única expresión que tienen es la conducta y no sabemos qué piensan sino a través de las conductas, se expresan a través de las conductas. El humano lo hace a través de las conductas y de las palabras y de otras cosas que en los animales aún no tenemos los códigos como para entenderlas.
El otro día escuché a un argentino que trabaja en la Universidad de Oxford, que se llama Alex Kacelnik, que ya estuvo acá y dio una charla sobre cómo los animales hacen cosas que uno piensa que no pueden hacer. Expuso el caso de la cuerva Betty, y de los loros, unos loros que son de Nueva Caledonia, una isla de Micronesia, que sin conocer la herramienta, porque le dieron algo que no es de su medio natural, ellos construyen herramientas para poder resolver problemas. Es increíble porque si se les da un elemento derecho y no lo pueden levantar –un alimento, por ejemplo– entonces buscan darle la vuelta, encorvarlo, para levantarlo como a una canasta, realmente hacen cosas impresionantes. Y hacen otras que son más complicadas de explicar ahora donde se nota claramente que hay algo que parece humano. Realmente los animales, a través de sus conductas, nos enseñan algunas cosas. Nosotros en este momento sabemos mucho más sobre memorias traumáticas que hace diez años y mucho más que hace cinco también. En términos neurológicos, en términos bioquímicos, en términos farmacológicos y en términos conductuales. Estamos entendiendo el proceso conductual de las memorias traumáticas, mas allá de la bioquímica, mas allá de las espinas dendríticas y todo eso. Obviamente, cada vez que hay una memoria traumática se nos llena de espinas dendríticas, más dendritas, más sinapsis, más de todo.
Esto lo estamos aprendiendo, pero no estamos aprendiendo cómo resolver las cuestiones de esa memoria traumática, el impacto que genera la memoria traumática en los circuitos cerebrales. Entonces, creo que en los próximos tres a cuatro años vamos a tener una idea mayor sobre cómo atacar, al menos en animales, cómo resolver de alguna manera, cómo encarar las memorias traumáticas que uno le inflinge a los animales para estudiarlos.
A lo mejor en tres o cuatro años el trauma y la memoria traumática empiezan a verse en el humano con alguna visión un poco menos alejada.
Sin dar muchos detalles, espero haberles dado un pantallazo de cuál es el estado de situación sobre algunas cosas de la memoria.
Coordinador: Pero ¿Cómo sabés que es una memoria original?
JM: Mi planteo y el de otra gente también es algo así: Yo tengo una memoria original o un grupo de memorias originales, que están recubiertas de memorias menos originales porque son los cambios sobre una memoria original, como las capas de la cebolla. La pregunta es ¿Cuál es el núcleo? ¿Cuál es la memoria original? Lo que uno hace es pelar esa cebolla hasta que no aparece otra cosa, entonces uno debería asumir que esa es una memoria original. Pero también te podría decir que si una persona no puede verbalizar en su vida o en su tratamiento estos defectos o sin que un observador externo se dé cuenta que esto está ocurriendo a base de una verbalización que se entiende que está evocando o expresando una memoria primitiva u original, si no existe ese fenómeno, yo no puedo decir que esa persona tiene ésa memoria original. Esto es comprobación, si yo no puedo decir: Yo sufrí tal daño, Yo estoy así porque algo me pasó, si no lo dice de alguna manera así, yo no puedo como observador decir que tiene tal memoria, sólo cuando lo hace puedo decir que tiene tal memoria.
Por asociación emotiva o por lo que sea, el observador se tiene que dar cuenta y decir: Ah, está esto. Después, la forma en que se lea puede ser distinta, ustedes lo pueden leer de una manera y yo de otra, pero si no se lee, si alguien no lo lee, no se sabe si hay memoria. Uno intuye que está esa memoria por los efectos posteriores, por la sintomatología, algo está expresando de tal o cual forma, ahora ¿Eso implica que tiene una memoria original? Hay que ir a buscarla, pero si él o ella no lo expresan en algún momento, de manera verbal o conductual, pero si no lo hace de ninguna manera yo no sé que tiene.
Intervención: ¿Por qué es lo mismo memoria original que memoria traumática?
JM: Yo creo que las memorias originales son las memorias que generan la estructura de nuestro psiquismo, estas son todo el grupo o familia de memorias originales, que pueden ser traumáticas o no traumáticas, pueden ser placenteras. Yo no sé lo que pasa en los humanos, puedo decir cómo es en los animales. En los animales los cambios en la memoria traumática desde el punto de vista molecular bioquímico son parecidos, en términos generales, a los cambios que se ven en la memoria placentera, pero son mucho menos visibles, son menos evidentes molecularmente las memorias placenteras. Es decir, yo a un animal le genero una memoria traumática, estudio su cerebro y es una modificación fenomenal, pero en las memorias placenteras tengo que buscar mucho más allá para poder encontrar algo, a pesar de que los cambios parecen ser cualitativamente parecidos en algunas cosas, pero lo florido de los cambios traumáticos es enorme, los cambios son enormes.
Intervención: La asociación libre podría llevar a la reconsolidación.
JM: Yo hago terapia hace once años y mi investigación en memorias traumáticas es en forma experimental. A mí me sorprende ver algunas cosas que les pasan a los animales, a pesar de que yo no creo que haya reconsolidación, por lo tanto no estoy en contra del valor del recuerdo, pero hay muchos autores que están suponiendo y están mostrando evidencias de reconsolidación. Por lo tanto si hay una reconsolidación, cuando uno hace asociación libre podría, sin darse cuenta, reforzar ciertas memorias.
Intervención: En Europa, por ejemplo, preocupa mucho el tema de la retraumatización.JM: Claro. Mirá si por alguna razón en la asociación libre el que está asociando libremente empieza a reformatear su memoria y por alguna razón que alguno no controla, ya no es un reforzamiento externo, el reforzamiento puede venir desde adentro, esto refuerza una memoria original traumática. La posibilidad existe al menos teóricamente. Yo prefiero que quede en la teoría y no pase a la práctica.
Los autores que hablan de reconsolidación están directamente jugando con que esto pueda ocurrir. Nosotros y diez grupos más no estamos encontrando reformateados de memorias traumáticas, eso habla a favor de la asociación libre, pero hay mucha gente preocupada por este tema. El tema de la reconsolidación en memorias traumáticas es hoy de gran actualidad. Supongo que esto va a ser tratado en muchos campos cuando se hable de trauma y cosas por el estilo. ¿Por qué? porque están extrapolando experimentos de animales y están pensando qué pasaría si le llega a pasar lo mismo al humano.
Intervención: ¿Qué determina lo traumático de una memoria desde el punto de vista molecular?
JM: Voy a hablar de lo molecular neurobiológico. Una memoria traumática se diferencia de una placentera por la gran activación que ocurre en ciertos circuitos del cerebro que involucran al sistema amigdalino/hipocampal. Las placenteras también, pero la activación es distinta, es muy fuerte el compromiso de activación neuronal en una memoria traumática. Entonces los cambios que se observan químicamente son más marcados.
Un solo episodio traumático produce cambios más fuertes que muchos episodios placenteros. Se requiere mucho episodio placentero, durante mucho tiempo para igualar los cambios que produce un episodio traumático. Una experiencia aversiva que genera una memoria traumática hace cambiar fuertemente muchas regiones del cerebro, en cambio a lo placentero le cuesta más.
La pregunta es: ¿Evolutivamente, no hubiera convenido tener un mecanismo por el cual lo placentero generara más y mejores cambios que lo aversivo?
A lo mejor por el éxito de la especie, no. A lo placentero le cuesta acceder a los cambios en el cerebro.
Intervención ¿La expresión conductual de una memoria traumática, es siempre lineal y directa o puede quedar latente y ser la causa de que una memoria traumática en el adulto se exprese?
JM: Si en los animales podemos ver una batería de conductas que demuestran claramente cierto estado latente, imaginate en el humano. Ya nosotros estamos reconociendo un montón de variables que apuntan a lo que vos decís en el animal. En una rata, en un ratoncito, imagínese en un humano. Claramente es así, no es lineal. A veces sí, como en el ejemplo del enchufe, o con una hornalla.
Intervención: ¿Como serían las no lineales?
JM: Las no lineales son casi infinitas, son muchísimas. Nosotros estamos llenos de las no lineales.
Intervención: Una paciente violada a los cuatro años, durante mucho tiempo no pudo recordar en palabras, porque cada vez que lo recordaba en palabras la crisis de angustia, el odio, eran insoportables. A medida que transcurre el tiempo de análisis ella va pudiendo hablar de ese episodio y aparecen, por ejemplo, cuestiones fóbicas que ella misma las va ligando a ese episodio traumático brutal. ¿Cómo se explicaría eso biológicamente? Porque yo también me preocupé, me dije ¿Qué pasa si esta chica sigue hablando de eso? ¿Se le hace un problema en los circuitos?
JM: Si esa chica empieza a hablar de eso, y lo habla sin un reforzamiento interno o externo importante, esa chica lo que está haciendo es extinguir la memoria original traumática. Está quitando, si se quiere, toda la fuerza a esa memoria. Si ella pudiera contarlo bien, va a terminar con un grado disminuido de feeling. Porque está extinguiendo. Hay que cuidar de que no recupere espontáneamente la memoria original.
Intervención: ¿Qué se sabe del olvido?
JM: Acerca del olvido no se sabe nada, no hay nada publicado, hay alguna cosa por ahí pero nada concreto. Pero hay quien dice que es al revés, que la memoria es una pequeña laguna en el océano de olvidos. La idea de Borges es: en el mar de olvidos hay algunas islitas que son la memoria.
Algunas aclaraciones desde el punto de vista neurobiológico. El hipocampo o la amígdala o lo que sea, parece jugar un rol limitado temporalmente en el guardado de la memoria traumática, o cualquier memoria. Se ha visto en humanos y hay evidencias en animales desde los años 90, que dicen claramente que la memoria traumática o no traumática, al cabo de un tiempo se guarda en la corteza cerebral, se independiza del hipocampo, y se instala en estructuras más corticales.
Por lo tanto, el vaciado sólo debería ocurrir en los primeros tiempos de la adquisición de una memoria traumática, porque después se vacía automáticamente el hipocampo, porque se va la información a la corteza. Si yo quisiera buscar a la memoria traumática y tuviera la forma de mirar a través de algún estudio, si la memoria traumática tiene más de un año, nunca la voy a encontrar en el hipocampo, nunca. Este estudio se publicó este año. Sobre el guardado de las memorias en corteza hay poco, pero miles de trabajos sobre el hipocampo o la amígdala.
Por cada mil trabajos publicados sobre hipocampo, uno solo empieza a estudiar la memoria en corteza. Todas las memorias de muy larga duración están en la corteza. El Alzheimer recién iniciado ataca primero al hipocampo, entonces perdemos primero la memoria más cercana y nos acordamos de cosas de mucho tiempo atrás. Pero a medida que avanza la enfermedad ataca todas las cortezas, entonces se van perdiendo datos de más tiempo.
Intervención: El concepto la memoria emocional o amigdalina, esa memoria ¿Pasa a corteza?
JM: Hay gente que dice que no, que la memoria no se guarda en la amígdala, y hay gente que dice que si. Es un tema debatido.
Lo que él está planteando es: hay ciertas memorias que por su grado de traumatismo quedan en las áreas límbicas. Yo diría que puede ser que sí y puede ser que no. Lo que debe quedar claro hasta hoy: Todo lo que dura y está bien guardado uno lo puede traer de la memoria que está en la corteza.
El componente emocional es distinto, juega un rol muy importante en recordar el episodio. Uno recuerda más cuando hay más emocionalidad en la experiencia, de eso hay muchísimos experimentos en humanos, pero muchísimos.
Con resonancia magnética y con estudios sofisticados del funcionamiento cerebral, donde claramente la emoción hace que evoque mejor, no el exceso de emoción, el exceso de emoción evoca menos.
Intervención: ¿En el estrés se aprende menos?
JM: Con cierto grado de estrés se aprende más, con mucho stress se aprende menos. Con cierta atención se evoca bien, con mucha se evoca mal.

Bibliografía
Izquierdo I y col. TINS 29: 496-505, 2006.
Yehuda R and Ledoux J, Neuron 56: 19-32, 2007

Clase establecida por la Lic. Mónica Schvartzapel
[*] Conferencia dictada el 26 de noviembre de 2004. Foro Neurociencia y Psicoanálisis: Cuestiones Clínicas y epistemológicas. Convenio APA – Universidad Favaloro.


.

Juan Laurentino Ortiz en nuestro rincón poético

.



Fui al río


Fui al río, y lo sentía
cerca de mí, enfrente de mí.
Las ramas tenían voces
que no llegaban hasta mí.
La corriente decía
cosas que no entendía.
Me angustiaba casi.
Quería comprenderlo,
sentir qué decía el cielo vago y pálido en él
con sus primeras sílabas alargadas,
pero no podía.

Regresaba
-¿Era yo el que regresaba?
-en la angustia vaga
de sentirme solo entre las cosas últimas y secretas.
De pronto sentí el río en mí,
corría en mí
con sus orillas trémulas de señas,
con sus hondos reflejos apenas estrellados.
Corría el río en mí con sus ramajes.
Era yo un río en el anochecer,
y suspiraban en mí los árboles,
y el sendero y las hierbas se apagaban en mí.
Me atravesaba un río, me atravesaba un río!


Juan Laurentino Ortiz, poeta argentino (11 de junio de 1896 - 2 de setiembre de 1978 ). Nació en Puerto Ruíz, en la provincia de Entre Ríos.


.

martes, 24 de febrero de 2009

El lenguaje onírico

.


por Miranda Fëz
Psicóloga


Los modelos organizadores

Los seres humanos actuamos y respondemos no en función de la realidad como tal, sino de la interpretación que hacemos de dicha realidad. Existe, por lo tanto, una realidad independiente de nuestras interpretaciones: la realidad objetiva, y una realidad que depende de la interpretación que hagamos de ésta: la realidad subjetiva. Dicha interpretación se halla mediada por nuestra personal manera de percibir el mundo y de conceder arbitrariamente mayor o menor relevancia a los datos contenidos en la información procedente del entorno, lo cual, a su vez, está determinado en gran medida por los sistemas de interpretación que utiliza la cultura a la cual pertenecemos.La actividad intelectual nos conduce a elaborar sistemas coherentes de interpretación, es decir, sistemas representativos no isomórficos de la realidad que den cuenta del universo y sus fenómenos. Dichos sistemas orientan nuestras percepciones y la selección que hacemos de los datos provenientes del entorno, de manera que elaboramos explicaciones y organizamos nuestras acciones no en función de los hechos de la realidad objetiva, sino en función de cómo éstos se reflejan en nuestros modelos representativos. Dichas acciones o conductas constituyen un caso particular de intercambio entre el mundo exterior y el sujeto, pero a diferencia de los intercambios fisiológicos, que son de orden material e implican una transformación interna de los cuerpos que se enfrentan, las conductas psicológicas son de orden funcional y operan a distancias cada vez mayores en el espacio y en el tiempo, siguiendo trayectorias cada vez más complejas. La asimilación mental, como conducta psicológica, puede definirse como la incorporación de los objetos del mundo a los esquemas de la conducta, o, por decirlo de otra manera, la incorporación de la información del medio a través del filtro impuesto por las limitaciones del desarrollo cognitivo del individuo y sus conocimientos previos, lo cual supone siempre una cierta deformación de dicha información. La asimilación interactúa dialécticamente con la acomodación, que es la modificación de los instrumentos de conocimiento que realiza el sujeto para adaptarlos a las nuevas necesidades del medio. Dicho proceso, como obviamente puede deducirse de lo expuesto, no está exento de dificultades. El funcionamiento cognitivo se apoya en unas constantes del pensamiento que se hallan en el inconsciente cognitivo; el "estudio de la evolución que sufren con el tiempo los sistemas representativos del universo próximo al sujeto nos pueden informar de las características de su realidad subjetiva en diferentes momentos del desarrollo y de algunos aspectos interesantes de su funcionamiento intelectual." (Moreno, 1988)Puesto que los datos del entorno son limitados, seleccionamos para construir nuestros modelos aquellos que son más fáciles y notorios, obviando los otros. Por otra parte, el hecho de que la percepción no nos informe suficientemente nos obliga a realizar inferencias para interpretar el mundo. La coherencia interna que caracteriza a los modelos representativos así elaborados, y que es superior a la que tiene en relación con los hechos de la realidad objetiva, evidencia que la realidad subjetiva se impone a la objetiva, lo cual es una característica tanto del pensamiento del niño como del adulto, aspecto que se manifiesta en las teorías precientíficas utilizadas en la explicación de determinados fenómenos."Precisamente para entender cómo funciona dicho pensamiento y se construye el conocimiento de la realidad, es necesario comprender la manera de pensar de una persona, saber qué factores o elementos tiene en cuenta y considera relevantes, qué valor o significado les atribuye y qué consecuencias o implicaciones tienen para esta persona los significados atribuidos, lo cual es lo mismo que decir que hay saber cómo relaciona todo esto [...] qué conclusiones extrae de las relaciones que establece" (ibídem) y cuáles son las conductas que desarrolla.
conciencia y pensamiento
Sin embargo, el pensamiento no funciona en abstracto, requiere de un substrato biológico —el cerebro— y de las condiciones que sobre esta estructura fundamental permiten la aparición y desarrollo de la conciencia. La capacidad de abstracción es por tanto producto de complejos procesos neurofisiológicos y psicológicos, y es lo que define al ser humano como tal. Capacidad de abstracción y de simbolización son fenómenos estrechamente unidos. El ser humano es de hecho un animal simbólico, y su actividad simbólica puede mostrarnos cómo estructura el mundo y conocer cómo piensa, y de este modo establecer la existencia en los procesos mentales, tanto individuales como colectivos, de modelos organizadores como sistemas de integración y ordenamiento de datos, significados e implicaciones, cuya función es dar coherencia al pensamiento y al comportamiento, y sentido a la realidad.
Pensamiento y lenguaje
Pero a la capacidad de abstracción y de simbolización se añade un elemento fundamental: el lenguaje, ya sea en su forma visual —imágenes— o verbal —expresión oral y escrita—. ¿Qué relación existe entre abstracción, simbolización y lenguaje? ¿Es este último producto de los primeros, o viceversa? Considero que estos aspectos evolucionaron paralelamente y no podrían existir el uno sin el otro. En un principio seguramente existía una representación basada en imágenes, es decir, el hombre podía evocar y reconstruir mentalmente aspectos de la realidad aunque éstos no se hallaran presentes —y expresarlos, como se pone de manifiesto en el arte prehistórico—. De esta manera los humanos primitivos podían abstraerse del mundo y construir sus primeros modelos organizadores. A medida que pensamiento abstracto y lenguaje evolucionaron, la necesidad de comunicarse con sus congéneres y de encontrar formas más "pragmáticas" de hacerlo —formas de expresión más directas, breves e inmediatas— hicieron que las imágenes se redujeran a palabras que representaran estas imágenes. Así, la imagen isomórfica de la realidad fue cediendo paso al símbolo, el cual adquirió al mismo tiempo una traducción verbal. El lenguaje devino así en algo "pragmático y funcional" y permitió a los seres humanos comunicarse y referirse a objetos y fenómenos de la realidad, tanto presentes como no presentes. Un pensamiento que evolucionara junto con ese tipo de lenguaje eficaz y eficiente tenía todas las posibilidades de experimentar un rápido desarrollo. Mente y lenguaje evolucionaron juntos, pero subyaciendo a todo ello, el lenguaje eterno de la imagen persistió y persiste representando lo más ancestral y simbólico, lo que aflora en el arte, en los sueños, en los pensamientos más profundos e íntimos... Los seres humanos podríamos haber desarrollado otros lenguajes y otras formas de pensar, pero debido a las leyes de la "selección natural" sólo desarrollamos uno, el más adapatativo. Sin embargo, abstracción y simbolización nos distancian de la realidad, de ahí que estemos cada vez más alejados de la naturaleza a la cual pertenecemos. La realidad es en sí misma una realidad simbólica, una construcción humana que quizás no tenga nada que ver con lo que en verdad es dicha realidad. Parafraseando a Freud, probablemente la pérdida de contacto con la naturaleza es el precio que el ser humano debe pagar por haber desarrollado una inteligencia. Sea como fuere, lo que es evidente es que pensamiento y lenguaje son inescindibles, y que ambos fenómenos no pueden prescindir de las imágenes, que están en el fondo de todos los procesos —porque al final una palabra es en esencia una imagen—. Quizás por eso hoy en día tenga tanta relevancia la imagen ¿Estaremos desarrollando una nueva forma de lenguaje y pensamiento? ¿Se producirá de este modo un salto cualitativo en la evolución de éstos? Tal vez simplemente sea una forma de volver a los orígenes, al momento en que el ser humano y la naturaleza eran un todo integrado y existía un contacto íntimo entre el hombre y todas las cosas y los seres, contacto que permitía "sentirlos", experimentar "emociones" y desarrollar "empatía".
Los sueños como lenguaje
Todos estos aspectos han de considerarse seriamente y traducirse en hipótesis pasibles de ser confirmadas o rechazadas. Por lo que concierne al presente trabajo, la idea básica es considerar los sueños como un lenguaje interno del ser humano —lenguaje de imágenes y verbal— que integra tanto elementos de representación visual isomórfica de la realidad como elaboraciones simbólicas. Según Piaget, una imagen onírica es una imagen mental que hace psicológicamente presente algo que perceptivamente no lo está, característica que le confiere la calidad de símbolo. Para Freud las imágenes internas, entre ellas las oníricas, se relacionan con su significado de forma indirecta o figurativa y tienen una naturaleza simbólica de la cual generalmente el sujeto no es consciente. Ambos autores coinciden en que la imagen onírica es un símbolo, y como tal, indica algo que está más allá de sí misma y que trasciende la experiencia personal del individuo (Furth, 1992).Freud denominó sueño manifiesto a los contenidos oníricos que un sujeto recuerda al despertar y que son producto del trabajo onírico, actividad inconsciente desarrollada sobre el contenido latente del sueño. El contenido latente actúa en dos direcciones, en una de ellas se relaciona con la actividad consciente y las experiencias del estado de vigilia, y en otra se relaciona con la actividad inconsciente, que puede expresarse a través de él como deseo reprimido satisfecho.La satisfacción de dicho deseo, sin embargo, no es admitida por la conciencia del sujeto y generaría un nivel de ansiedad que despertaría al durmiente si no mediara el trabajo onírico, que transforma el contenido latente en actividad onírica y sueño manifiesto, es decir, en satisfacción disfrazada, asumible para la conciencia, del deseo reprimido.El trabajo onírico no se ciñe al principio de realidad y por lo tanto no se rige por las leyes de la lógica o la razón, abriendo las puertas a un mundo de infinitas realizaciones fantásticas. Freud distinguió dos tendencias del trabajo onírico: el desplazamiento y la condensación. El desplazamiento implica transformaciones espaciotemporales y situacionales, y en especial la disociación entre el afecto y la imagen correspondiente a éste, y las inversiones cualitativas y cuantitativas. La condensación, por su parte, implica que una imagen onírica abarque el todo y tenga múltiples significados (Laplanche, 1996).La interpretación psicológica ocupa la franja que media entre la verdad objetiva del símbolo y la exigencia situacional de quien vive ese símbolo, aspecto en el cual también interviene en distinto grado la tendencia subjetiva del intérprete. Es en este momento en el que los símbolos, aparte de su carácter universal, pasan a sobredeterminarse con sentidos secundarios, aleatorios, accidentales y transitorios relacionados con variables contextuales. La espada, por ejemplo, sin dejar de poseer un sentido objetivo, tendrá un significado secundario que podrá incluso aparecer como principal en un momento dado según el modelo mental organizador del sujeto. El símbolo toma de esta manera distintos valores y dificulta la interpretación, porque aparte del sentido del objeto simbólico se deben considerar las razones que llevan a transformar dicho sentido según las características de personalidad del individuo y del contexto. Posiblemente los mitos y gran parte de los símbolos arquetípicos son al mismo tiempo narraciones distorsionadas de hechos históricos y de ideas acerca del mundo y sus fenómenos y una expresión de los conflictos elementales del ser humano; y quizás configuren una manifestación psicológica de lo individual en relación con lo colectivo y contextual en un momento histórico determinado. Las similitudes, la continuidad de lo simbólico y lo arquetípico vendrían dadas por la similitud y continuidad de las características biológicas y psicológicas del ser humano —tanto a nivel individual como colectivo—, que se traducen en respuestas similares ante estímulos contextuales parecidos, y por la utilidad psicológica de la función adaptativa de dichas respuestas a lo largo de la historia de la humanidad.
Conclusiones
Atendiendo a lo expresado, el recuerdo de los elementos que conforman el sueño —especialmente las imágenes— representaría el sueño manifiesto, el contenido del cual, por su naturaleza simbólica y expresiva se equipara al lenguaje. Las imágenes y símbolos que el sujeto utiliza para configurar dicho lenguaje puede mostrarnos —como expresé antes— cómo estructura el mundo y conocer cómo piensa, y de este modo establecer la existencia en los procesos mentales, tanto individuales como colectivos, de modelos organizadores como sistemas de integración y ordenamiento de datos, significados e implicaciones, cuya función es dar coherencia al pensamiento y al comportamiento, y sentido a la realidad.La detección a partir del lenguaje onírico, de la existencia de modelos organizadores comunes relacionados con determinadas características de personalidad permitirían afirmar que el contenido simbólico de los sueños manifiestos se relacionan con características de personalidad y formas de funcionamiento psicológico diferentes y tienen valor informativo y diagnóstico de dichas características y formas de funcionamiento, tanto en la normalidad como en la patología. Sin duda un interesante tema de estudio para quien o quienes se animen a desarrollarlo.


Revista epsys 2003


.

domingo, 22 de febrero de 2009

Entendiendo la inteligencia de la interacción: neurociencia, tecnología e innovación

.


por Oscar Barranco Liebana
Director de Innovación. Observatorio de Innovación y Participación. CICE. Junta de Andalucía.



Existe un alto potencial de creación de feedbacks positivos entre los dominios de la neuroinformática y las tecnologías de la información y de las comunicaciones, creando una única sinergia. La neuroinformática también estimulará los desarrollos en los campos de la ingeniería neuromórfica o la biónica. En este dominio, están siendo desarrollados métodos y experimentos computacionales alternativos, como por ejemplo los circuitos analógicos de silicio VLSI (Very Large Scale Integration) que pueden generar enfoques novedosos en la emulación de la función neuronal.
Albert Einstein, uno de los cerebros más privilegiados del siglo XX, desarrolló las teorías científicas más vanguardistas que hasta el momento nos ha brindado la ciencia. Estas teorías, fruto de la interpretación de las realidades físicas y matemáticas, provienen de la fuente única de generación de conocimiento, la mente humana.
Thomas S. Harvey1, patólogo del hospital de Princeton, diseccionó este prodigioso cerebro, donado para el análisis científico en 1955, en doscientas láminas, con excepción del cerebelo y del córtex.
El resultado de este análisis, descubrió un mayor número, en términos porcentuales, de células de la glía cerebral que de neuronas, interpretándose que el consumo de energía del cerebro de Einstein era superior a la media debido a sus extraordinarias capacidades cognitivas.
La atracción generada por la teoría neuronal de Santiago Ramón y Cajal, relegó a un segundo plano a las células glía, concentrando los esfuerzos de los neurocientíficos en la comprensión de la estructura, fisiología, desarrollo y plasticidad de los circuitos neuronales. Sin embargo, recientemente se ha redescubierto a estas células como elementos clave en el procesamiento de la información2.
Estudios recientes sobre neurociencia indican que la función cerebral está basada en una comunicación coordinada entre las células glía y las neuronas, donde tales células responden a la excitación de los circuitos neuronales y transmiten señales a las neuronas, regulando la actividad neuronal.
La configuración descubierta en el cerebro de Einstein, nos muestra que su brillante inteligencia no residía en el número de neuronas que contenía, que era similar a cualquier persona, sino en el número de conexiones que se habían producido entre ellas a través de las células glía.
Esto indica la importancia de la comunicación coordinada y de la capacidad de interacción de la información, para la generación eficiente de conocimiento o inteligencia.
La interacción de las ideas, y en definitiva del conocimiento, genera inteligencia. Por ello es fundamental encontrar las bases de la estructuración del conocimiento, capaz de generar economías de escala a nivel exponencial, como describe la neurociencia en el funcionamiento de la mente humana.
Siendo conscientes de que el cerebro humano contiene alrededor de 100 billones de células nerviosas, 3.2 millones de kilómetros de “cables”, un millón de billones de conexiones, todo ello empaquetado en un volumen de 1.5 litros, con un peso de no más de 1.5 kilos y consumiendo alrededor de 10 watios de energía, el reto es comprender la complejidad del mismo como un todo.
La combinación de los datos obtenidos de la investigación cerebral, producirán un modelo computacional que defina la operatividad parcial del cerebro, y conjuntamente su funcionalidad como sistema único, lo que provocaría un alto impacto en las tecnologías de computación, comunicación e información. El flujo bidireccional de ésta, influenciará los productos y el funcionamiento tanto de la tecnología hardware como software, e impulsará enérgicamente los campos de la robótica y de la inteligencia artificial, entre otros.
Existe un alto potencial de creación de feedbacks positivos entre los dominios de la neuroinformática y las tecnologías de la información y de las comunicaciones, creando una única sinergia. La neuroinformática también estimulará los desarrollos en los campos de la ingeniería neuromórfica o la biónica. En este dominio, están siendo desarrollados métodos y experimentos computacionales alternativos, como por ejemplo los circuitos analógicos de silicio VLSI (Very Large Scale Integration) que pueden generar enfoques novedosos en la emulación de la función neuronal.
Encontramos distintas iniciativas en el mundo que persiguen objetivos similares en el desarrollo del funcionamiento neuronal en las tecnologías de la información, como por ejemplo la de IBM en computación autónoma, que busca construir una nueva generación de tecnologías de la información autoreparable, autogestionable y autoregulable, análogo a los organismos vivos.
Ciencias interdisciplinares como la neuroinformática o, en general la bioinformática, persiguen acelerar el progreso de comprensión del funcionamiento del cerebro, situándose en la intersección de la medicina, biología, psicología, física, computación, matemáticas e ingeniería para generar aplicaciones que permitan el desarrollo de sistemas artificiales, que implementen los tipos de computación de procesamiento cerebral.
La convergencia de la nanotecnología, la biotecnología, las tecnologías de la información y las neurociencias, permite acelerar la mejora evolutiva en el aprendizaje, en la comunicación externa a la persona y en el interfaz hombre-máquina, así como capacitar mejoras internas de la persona.
¿Qué aportará la convergencia NBIC al dominio del aprendizaje? ¿Desarrollaremos nuevos métodos de aprendizaje virtuales? ¿Podremos obtener un mejor entendimiento de las capacidades y funcionamiento del cerebro a través del análisis geográfico de células? …


Referencias


1 - A. Aguirre de Cárcer/J. M. Fernández-Rúa ABC (España), 18 de junio de 1999
2 - Las células de glía como elementos clave de la función, protección y regeneración cerebral. Simposio internacional. Fundación Ramón Areces. Madrid, 7 y 8 de noviembre de 2005



RevistaeSalud.com, Vol 2, No 5 (2006)


.

“La eutanasia es lo contrario de la medicina”

.



por Dr. Lucien Israel
Oncólogo es miembro de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, y vicepresidente de la Unión Nacional Inter-Universitaria.



“He visto muchas veces llegar al hospital enfermos graves al punto de estar sumidos en un estado de semi-coma. Y cuando los sacábamos de ese estado con una reanimación adecuada me decían: ‘¿Cuándo me da el alta? Me gustaría algún día ir a la Costa Azul para recuperarme’. Pensando en estos pacientes, me digo que si hubiese estado autorizado por un ‘testamento biológico’ escrito, encontrado por casualidad entre sus papeles, a abreviar activamente sus vidas mientras estaban en semi-coma, habría cometido un verdadero y auténtico crimen, incluso contando con el apoyo de la familia y de la ley.”
Cualquier dolor se puede calmar
Israël dice que pocas veces eran los pacientes los que le pedían que abreviase su vida. “Más a menudo ocurría que las familias de los enfermos graves me decían que no podían soportar las peticiones de eutanasia de su familiar. Entonces yo les respondía: ‘Un médico no puede matar a un semejante. Hace todo lo que es necesario para aliviar sus dolores físicos y a sus dificultades psicológicas a través de las curas, la amabilidad y todo lo que le haga percibir que hay alguien a su lado que se ocupa de él. Pero está fuera de toda duda que yo o uno de mis alumnos aceptemos matar a un semejante”.
“Los médicos estamos para dar a los pacientes el máximo de confort, de ayuda y de amistad al mismo tiempo. Un enfermo –pero también una persona sana– no debe poder imaginar nunca que los médicos serían capaces de darle la muerte.”
“Los médicos que aprueban la eutanasia lo hacen porque no pueden soportar ver un ser que sufre y porque no han recibido la formación espiritual que conviene a la medicina, y se dicen: ‘Que muera mañana o que muera dentro de seis semanas, qué más da, así que prefiero terminar con esto ahora’. No puede ofrecerse esta imagen del médico a los estudiantes de medicina, si no se quiere que ésta se convierta en algo terrible. Es absolutamente indispensable manifestar el respeto total por la vida humana, sobre todo porque en la actualidad estamos en condiciones de aliviar todas las manifestaciones de dolor, y en consecuencia las personas de las que nos ocupamos no tienen por qué sufrir insoportablemente. Al contrario: reciben una ayuda todos los días gracias a las atenciones de enfermeros y médicos. En la medida en que nos ocupamos de los pacientes de esta manera, no se nos pide la eutanasia.”
En peligro el pacto entre generaciones
Incluso cuando el paciente ya no puede curarse, hay que saber cuidar al paciente terminal. “Años de trabajo frente a la enfermedad me han enseñado que la de curarse no es la única petición del enfermo grave. A veces él, dentro de sí, sabe que esto no es posible, pero necesita encontrar seres humanos que reconocen, mediante sus cuidados, el valor sagrado de su vida. Si siente que estamos a su lado, el enfermo llega incluso a aceptar que la vida humana es limitada y a aceptar su destino. En cambio, no lo aceptará si no hay alguien que se dedique a él, y tiene razón.“
Para Israël, la eutanasia rompería la solidaridad entre generaciones. “Nos arriesgamos a que las personas puedan pensar que el día en que caigan enfermas habrá alguien que encontrará normal matarlas. Y en cambio es necesario que cada uno de nosotros sepa que no sufrirá, porque se hará todo lo que se pueda para que no sufra. Es necesario que todos sepamos que será considerado un ser humano íntegramente, cualquiera que sea su condición patológica, y que los médicos se han formado para la dedicación al enfermo, para impedir el sufrimiento y manifestar la compasión.”
No es una cuestión religiosa
“En Holanda un médico tiene el derecho de practicar la eutanasia y puede hacerlo en muchas circunstancias; basta con que el enfermo manifieste despego a la vida y con que él no tenga confianza en el éxito del tratamiento o en una mejoría de la calidad de vida del paciente. Y este médico se considera útil a la sociedad, porque se dice a sí mismo: ‘Yo mato a estas personas, pero es sólo para no hacerlas sufrir’. Pero ésta no es la imagen de sí que un médico debe proyectar en la sociedad, y mucho menos en su propia alma. Repito: hoy es posible calmar todos los sufrimientos, no hay razón ninguna para invocar la eutanasia con este argumento. Se priva de cualquier dignidad a la profesión médica si se acepta como principio que un médico tenga el derecho de matar.”
“Por lo que a mí respecta, mi posición no depende de consideraciones religiosas: un médico, sea lo que sea, agnóstico o creyente, no debe arrogarse el derecho de quitar la vida a nadie, cuando en realidad está para aliviar sus sufrimientos.”

sábado, 21 de febrero de 2009

Alimentos Funcionales: la importancia de la dieta y la nutrición en la salud

.


por Inés Solá


A medida que crecen las demostraciones de interrelación entre los alimentos y la salud, los alimentos funcionales se definen como aquellos capaces de promoverla más allá de su capacidad de nutrir.


Un alimento no se transforma en funcional por el solo hecho de agregarle algún “componente bioactivo saludable”. Una incorporación debe estudiarse, caso por caso, y en cada alimento debe demostrar que la dosis es lo suficientemente alta como para producir el efecto benéfico deseado, y baja como para no causar efectos adversos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) consultaron a expertos sobre las relaciones entre dieta, nutrición y enfermedades que presentan la más alta carga de salud pública, ya sea en términos directos de costos a las sociedades y los gobiernos o en años de vida ajustados por discapacidad. Eso puso en evidencia que las enfermedades no hereditarias —obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, osteoporosis y dentales— son prevenibles y que las intervenciones tempranas favorecen la longevidad. El mejoramiento de las dietas y el incremento de la actividad física en adultos y ancianos, asimismo, contribuyen a reducir los riesgos de muerte e invalidez por enfermedades crónicas.

En la consulta de la FAO y la OMS, se definieron criterios para evaluar las relaciones entre dietas y enfermedades, basándose en criterios de la Fundación Mundial para la Investigación del Cáncer. Los distintos tipos de evidencias son:

Convincente. Basada en estudios epidemiológicos que muestran una asociación consistente y biológicamente posible entre exposición y enfermedad, con muy poca o ninguna evidencia en contra.

Probable. También fundamentada en estudios epidemiológicos, que revelan una asociación bastante consistente entre exposición y enfermedad, aunque resultan necesarios más estudios. La asociación resulta biológicamente posible.

Posible. Surge de conclusiones de estudios de casos y controles, y estudios transversales, no siempre suficientes. La evidencia se fundamenta en investigaciones clínicas y de laboratorio, requiriéndose más ensayos para soportar la asociación tentativa, la cual resulta biológicamente posible.

Insuficiente. Pocos descubrimientos o estudios afirman una asociación entre exposición y enfermedad.

En las tablas de estilo de vida y factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades, los expertos señalan la importancia de la actividad física. Por ejemplo, para las enfermedades cardiovasculares, las evidencias convincentes incluyen tanto componentes de la dieta como la actividad física regular.

AEP: ácido eicosapentanoico; ADH: ácido docosahexanoico; PNA: polisacáridos no-almidón

A medida que aumentan las investigaciones, pueden confirmarse o no los efectos benéficos de ciertos alimentos y compuestos bioactivos.

El concepto de alimentos funcionales evolucionó a medida que crecieron las demostraciones de interrelación entre alimentos y salud. Cuando se definen como aquellos “capaces de promover la salud más allá de su capacidad de nutrir”, se incluyen los naturales con compuestos bioactivos, a los que se les eliminó un componente indeseable, y fortificados, entre otros. Por otra parte, se está transitando el camino desde alimentos funcionales “buenos para todos” hacia alimentos diseñados “óptimos para subgrupos poblacionales con requisitos específicos”, como los niños y los ancianos.

La Asamblea Mundial de la Salud aprobó la “Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud”, en mayo de 2004, y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) presentó un Plan de Implementación en América Latina y el Caribe.

La OMS recomienda mantener una dieta óptima, la cual incluye consumo de frutas y hortalizas en cantidades superiores a los 400 gramos por día, como fuente de compuestos bioactivos favorables, y moderada ingesta de grasas, evitando especialmente las negativas trans. Además, señala la conveniencia de más de cuatro comidas diarias y evitar las grandes porciones.

Las dietas naturales pueden proveer lo necesario para mantener la salud y lo importante es consumir la dieta óptima con contenido máximo de 30 % de grasas, hasta 75 % de hidratos de carbono, sin superar el 10% en azúcares libres y 10 a 15 % de proteínas. Los alimentos funcionales pueden ayudar a alcanzar los requerimientos de componentes bioactivos, especialmente cuando por los estilos de vida no es posible consumir los 400 gramos de frutas y vegetales por día.

Para desarrollar un alimento funcional es preciso

Identificar la relación entre un componente y su relación con la salud.
Demostrar la eficacia.
Determinar el nivel de ingesta necesario para el efecto deseado, además de la inocuidad a los niveles propuestos.
Establecer el alimento que sea un buen vehículo para el componente bioactivo identificado, el cual deberá contar con suficiente evidencia científica respecto de sus efectos.
Comunicar los beneficios a los consumidores.
Monitorear su eficacia, ingesta e inocuidad. una vez que sale al mercado.

Distintos países o regiones aplican medidas regulatorias. En la Argentina, se está trabajando en investigación y desarrollo de nuevos productos con profesionales dispuestos para el trabajo interdisciplinario, ya que el tema convoca y une a productores, industriales, consumidores, académicos, integrantes de institutos de investigación y reguladores. Paralelamente, se considera imprescindible avanzar en la educación, la investigación, la innovación y las regulaciones.

Los probióticos integran el primer grupo de alimentos funcionales que tendrán regulación en Argentina: A pesar de que los lácteos fermentados están entre los alimentos más antiguos en la historia del hombre, hace poco menos de tres décadas que son investigados en forma sistemática y controlada. La OMS define que un microorganismo puede ser considerado probiótico cuando al ser administrado en forma viva y en cantidades adecuadas confiere un beneficio de salud significativo. En el país, se llegó a un acuerdo intersectorial para la definición, junto con el protocolo para evaluarlo como ingrediente, y se preparó una lista positiva de prebióticos. Todo fue presentado a la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) para que llegue a formar parte del Código Alimentario Argentino.

Revista Saber Cómo Nº 71 – Diciembre 2008
INTI – Instituto Nacional de Tecnología Industrial

.



sábado, 14 de febrero de 2009

Wilmar Everton Cardaña, número 5 de Peñarol

.


por Roberto Fontanarrosa



Porque yo lo conoci a Cardaña. Y porque lo conoci a Cardaña puedo afirmar que mucho se equivocan aquellos que juzgaron o juzgan al aspero centrehalf peñarolense a traves de la imagen recogida en los campos de juego.
Yo se que es dificil imaginar, suponer, adivinar, una personalidad tierna y sensible escondida tras la carnadura hosca y prepotente del capitan de los aurinegros. Yo entiendo que no es sencillo intuir el gesto amable o la frase cordial en un hombre que hizo del encontronazo cruel, la pierna arriba o el gesto acerbo, una marca personal e indeleble a lo largo de su prolongada campaña. A lo sumo, admito, era factible entrever en el la grandeza, el coraje y una hombria de bien reconocida incluso por aquellos que fueron sus victimas, encarnizados rivales o detractores.
Pero yo lo conoci a Cardaña y creo que fui uno de los pocos privilegiados que pudo compartir su circulo aulico, cimentado en el respeto mutuo y los afectos sobreentendidos. Y fue ese respeto, ese sobreentendido. el que me permitio ser testigo de un hecho, de una anecdota, que echa por tierra el equivocado concepto de considerar a Wilmar Everton Cardaña como un mero cacique huraño, un rispido patron de la media cancha, temido y evitado por los rivales. Cuantas veces el insulto hiriente, el epiteto injusto, el cantico soez, cayo desde la graderia rival sobre la humanidad generosa de mi amigo! Sin duda alguna, muchos de aquellos que ayer desgranaron los mas pesados e injuriosos improperios contra Wilmar Everton Cardaña se sentiran incomodos o arrepentidos al finalizar de leer esta nota que revela la otra cara del idolo deportivo. Cuanta nobleza habitaba el pecho inconmensurable de Wilmar! Cuanto valor civico podia esconderse bajo el glorioso numero cinco prendido a la mirasol peñarolense, ya fuera sobre el cesped del Estadio Centenario, en cualquier campo de la vecina Buenos Aires, o en la grama misma de tantos y tantos estadios brasileños donde los fragiles y siempre pusilanimes morenos le temian como a una figura mitologica !
No por nada, mi amigo y colega Pablo Aladino Puseya, inolvidable periodista, desaparecido ya, que supo firmar sus columnas en "El Tero Alerta" de Rocha con el ingenioso pseudonimo de "Banderin de Corner", bautizo a Cardaña como "El Hombre". Asi, a secas, con mayusculas, porque supo advertir en Cardaña al luchador indoblegable, al deportista cabal de verguenza invicta, mas alla de la circunstancial controversia sobre un puntapie a destiempo o una fractura expuesta. Tiempo despues, algun picaro modifico el apelativo para extenderlo a "El Hombre de Roble", lo que, en si, parecia configurar un elogio a la increible solidez de sus piernas ligeramente chuecas, pero que en verdad escamoteaba la verdadera intencion del apodo, que aproximaba a Cardan~a a la infame condicion de "tronco". Lo avieso de la maniobra lo certifica el hecho de que esta deformacion de su apodo fue adaptada velozmente por los seguidores de Nacional. Y no quedo alli la cosa, porque despues de aquel desgraciado incidente con Fanego (el veloz punterito de Huracan Buceo que se destrozara una clavicula contra el alambrado olimpico en un cruce fortuito con Cardaña) parte de un periodismo no propiamente imparcial, paso a llamarlo "El Hombre de Neanderthal". Quisiera que esta anecdota, que puedo contar dado el particular contacto que tuve con el caudillo indiscutible de Peñarol, eche algo de luz sobre la "leyenda negra" que sobre el se derramara desaprensivamente. A mucho tiempo de los hechos, pienso que el mismo Cardaña, refugiado hoy en la paz y el reposo de su hogar en Treinta y Tres, me perdonara que refiera lo ocurrido en circunstancias de aquella historica final del 54, tema que el, por pudor y humildad, jamas quiso develar. Puede que el relato aporte tambien nuevas referencias a los amigos tangueros, ya que lo sucedido en torno a esa final inolvidable fue inmortalizado en un tango que, precisamente, lleva por nombre "La numero cinco". La anecdota revelara que el titulo de la pieza se refiere a la casquivana pelota de futbol, y no al numero que lucia la camiseta de Wilmar Everton Cardaña sobre sus dorsales, ni al que identificaba (este fue un rumor poco serio y malintencionado) a una damisela aspirante al trono de "Miss Paysandu" y por quien, dicen, suspiraba el inspirado compositor de tangos.
Aquella mañana del 3 de noviembre de 1954 llegue al hotel Olinto Gallo, donde se alojaba habitualmente el plantel de Peñarol, palpitando encontrarme con un clima de nervios y tension, acorde con la magnitud del gran encontronazo final con el clasico enemigo de todos los tiempos: Nacional. Habia una efervescencia formidable en Montevideo y los tamborines de la murga "Los que pelan la chaucha" no habian dejado de atronar el barrio de La Tumba en toda la noche. Sin embargo, me halle con un grupo de muchachos --jugadores, tecnicos y dirigentes-- departiendo mansamente luego del desayuno, al parecer olvidados de la proximidad de la justa. Pero esa primera impresion fue efimera. Algun gesto falso, ciertas torpezas en los movimientos, un par de respuestas destempladas o el rechinar penetrante de algunas dentaduras, denotaban el crispamiento interior, el desgarro insoportable de la espera.
Pregunte por Cardaña y me contestaron que el recio capitan se habia retirado a su habitacion luego de merendar. Subi a su pieza, con la familiariedad que me conferia su actitud amistosa hacia mi, y me invito a pasar con un gruñido. Wilmar Everton Cardaña era hombre de pocas palabras, muy pocas, como todo hombre criado en el campo, entre vacas y animales poco propensos al dialogo. Creo que hasta ese dia --y ya llevabamos mas de dos años de amistad--, solo le habia contabilizado nueve palabras, monosilabicas en su mayoria. Y vale la pena consignar que mas de la mitad de ellas las habia gastado en una sola frase, previa a otro partido importante, cuando levantandose imprevistamente de una tertulia, anuncio: "Permiso, voy a ir al baño". Era asi, directo, franco, hombre de llamar al pan, pan, y al vino, vino, y no podian esperarse de el frases grandilocuentes o inflamados discursos. De mas esta decir que era la tortura de los periodistas radiales quienes, mas de una vez, debieron quitarle los auriculares sin haber obtenido de el ni un dato, ni un nombre, ni una fecha. Encontre a un Cardaña taciturno y cariacontecido, cosa que atribui a la resposabilidad del partido de la tarde. En aquella epoca no habian proliferado las lineas de ropa deportivas; por lo tanto, en las concentraciones, los players usaban sus propios atuendos a veces de gustos caprichosos o discutibles. Cardaña llevaba puesto un saco marron, colocado al reves, o sea, con la pechera sobre la espalda, lo que lo hacia parecer sujeto por un chaleco de fuerza.
--Es por el pecho-- me dijo, señalandose el cuello. Yo sabia que sufria de severas anginas de pecho. El cigarrillo --aquellos cigarritos negros "Barbudas", de la epoca, que solia lucir detras de la oreja durante los partidos-- le habia instalado una tos seca en el pulmon derecho y una tos convulsa en el izquierdo. Parecia mentira que un hombre que fumaba como el, casi siete etiquetas por dia, pudiese tener ese despliegue incesante y depredador en el campo de juego. Cuantos jugadores de hoy en dia, con los tan mentados y publicitados sistemas de entrenamiento, dietas especiales y cuidados dignos de una odalisca quisieran poseer aquella inagotable capacidad fisica que acreditaba Cardaña, aun considerando sus excesos y descuidos! Cuantos de los señoritos de hoy en dia, atentos siempre a sus peinados y manicuras, se hubieran atrevido a mostrarse a la prensa en saco de calle vuelto del reves, camiseta musculosa debajo y pantalon pijama, sin temor a ser el hazmerreir o al escarnio!
En la misma habitacion de Cardaña estaba Nelson Amadeus Farragudo, aquel implacable marcador de punta, el del gol agonico al Wanderers en el 49, de sombrero de fieltro sobre los ojos, tomando mate. Le decian "El Buitre" Farragudo, no solo por la nauseabunda peladura de su cuello, sino porque, cual la conocida ave carroñera, era quien caia sobre los restos de las victimas de Cardaña, cuando este recibia a los delanteros rivales por el medio de la cancha. Por la mustia actitud de Farragudo --mitigaba el sonido del mate cubriendose la cabeza con una toalla-- comprendi que algo no andaba bien en mi amigo, su compañero de pieza, el legendario centrehalf peñarolense.
Por si no lo he dicho, Wilson Everton Cardaña tenia una cara de rasgos grandes, muy marcados. Las cejas, negras y pobladas, se juntaban sobre el puente de la nariz. Los ojos, sin ser bellos, eran saltones y parecian querer fugarse por debajo de unos parpados gruesos, de piel porosa como la de los citrus. La nariz era prominente, larga, carnosa, de aletas amplias. La boca se abultaba bajo el bigote generoso y se alargaba hacia los costados, pareciendo que las comisuras profundas podian alcanzar los peludos lobulos de las orejas, tambien enormes. Entre estos lobulos y la boca, sin embargo, se interponian dos ondonadas como tajos, arrancando desde los pomulos protuberantes para bajar y delimitar con claridad el menton avanzado y desfiante. Daba la impresion de que uno podia tomar esa porcion inferior de la cara, por aquellos surcos que partian de las mejillas, y quitarla de alli, como si fuese un aditamento plastico removible. Habia en ese rostro algo perturbador y obsceno pero, al mismo tiempo, sobrecogedor. Era como contemplar un fiordo inmemorial, un precipicio de roca desnuda, el magma primigenio. Era asomarse al inicio de la naturaleza. Y ese rostro, aquel dia, estaba transfigurado.
Consciente Cardaña de que yo habia percibido ese clima extraño y dislocado, fue hasta una comoda y saco algo de uno de los cajones. Pronto se me acerco con la facilidad que le daba nuestra confianza mutua, y me extendio una hoja de papel azul.
--Es una carta-- me aclaro.
Lei la carta y, en ella, con una letra despareja, salpicada de errores ortograficos, decia: "Soy casi un niño y, desde hace mucho tiempo, me hallo encerrado en una oscura sala del Hospital Muñoz. Padezco de un mal reversible y, por eso mismo, no estare el domingo en el estadio para alentar al glorioso Peñarol. Si no es mucho pedir, me haria muy feliz tener en mis manos la pelota con que se juege el encuentro, firmada por todo el plantel mirasol. Si es necesario pagar, adjunteme la factura, que oblare gustoso con dinero que he ahorrado privandome de la medicacion. Suyo, Jose Petunio Invenianto, cama 747."
Confieso que termine de leer aquella carta con los ojos nublados por el llanto. Cuantos purretes de hoy en dia, deslumbrados por el artificio de la tecnologia y la banalidad de la computacion, serian capaces de solicitar a su idolo deportivo el humilde y significativo obsequio de una pelota? Cuantos niños de la actualidad, engañados por la urgencia de una sociedad que no sabe de la pausa para la charla amable o la reflexion, tendrian la delicada paciencia de solicitar la pelota para "despues" del partido y no para "antes" del mismo, con todos los inconvenientes que esa voracidad podria provocar en la popular justa? Pero mi sorpresa fue inmensa y total cuando alce los ojos. Alli, delante mio, Wilson Everton Cardaña, "El Hombre", "El Capitan Invicto", "El Hacha" Cardaña estaba llorando. Aquel que hiciera callar de un solo chistido a 150.000 brasileños aterrados en el estadio Pacaembu, cuando la final de la Copa Roca! Aquel que se bajo los pantaloncitos y el canzoncillo punzo para mostrar sus testiculos velludos, uruguayos y celestes a la Reina Isabel en el mismisimo estadio de Wembley! Aquel que ya a los ocho años quebrara en tres partes el tabique nasal a su porfesora de musica en la escuelita sanducense... estaba llorando! Esta cartita escrita sobre el burdo papel azul por aquel botija preso en la fria sala del Hospital Muñoz habia hecho el milagro de ablandar el corazon, en apariencia fiero, del granitico centrehalf de Peñarol y la seleccion uruguaya.
No abundare en detalles ni cedere a la tentacion periodistica de recordar los avatares de aquel partido memorable que termino con el resultado por todos conocido. Calle la historia por mi presenciada en la habitacion de Cardaña, por pudor y por prudencia, consciente de que no saldria de mis labios ese relato, como asi tampoco de los del "Buitre" Farragudo, austero en su vocabulario como en su manejo del balon.
El lunes, al dia siguiente del encuentro, acudi al Hospital Marcelo Muñoz, a ser testigo del final de la historia. Esperaba hallar alli tan solo a Cardaña pero cuan grande seria mi sorpresa al ver a las puertas de nosocomio el plantel integro de Peñarol, algunos aun con la camiseta puesta bajo el saco, deseosos de cumplir con el pedido postal! Y lo increible, lo conmovedor, es que no se habian reunido alli por un acuerdo previo o concertado. Uno a uno, por su propia cuenta, con la misma coordinacion que ponian en el campo de juego para implementar la ley del off-side o presionar a un juez de linea, habian llegado hasta el Muñoz para acompañar al capitan en la entrega del preciado regalo! Cuanto planteles de la actualidad, ahitos de dinero y fama facil, serian capaces de repetir aquella escena, aquella convocatoria, llevada a cabo por hombres simples y cabales, deportista que no conocian los devaneos en torno a contratos fabulosos ni los desplantes exigentes por unas cuantas monedas de oro, antes de comenzar algun encuentro?
Y entonces fue el sinceramiento. Ante esa presencia masiva y espontanea, frente a tanta humanidad enternecida, Wilson Everton Cardaña no aguanto mas y lloro como una criatura. Lo segui yo y luego el plantel. LLoramos abrazados sin avergonzarnos de los facultativos que nos miraban con cierta curiosidad o de los transeuntes que acertaban a pasar por el lugar. Algun periodista, mal periodista, arriesgo luego la mezquina version que el plantel de Peñarol lloraba aun el lunes la ignominia de la abultada derrota, soslayando el hecho irrefutable de que se trataba tan solo de un acto de amor y desprendimiento. Cuantos periodistas de hoy en dia, mercenarios que ponen su pluma al servicio de quien mas paga, habrian hecho exactamente lo mismo que aquel sicario de la prensa amarilla!
Desahogados en parte, pero aun tremulos por lo tocante de la escena, pudimos seguir rumbo a la sala 2, media hora mas tarde. Adelante, Cardaña, con la numero cinco entre sus manos enormes. Atras, yo y el plantel, encolumnados en un remedo de la tantas veces repetida entrada a la cancha.
Y quiero ser cauteloso al narrar lo que sucedio despues, ya que tuvo ciertos rasgos sorpresivos e inesperados. Como asi tambien advertir al lector que mi fidelidad al relato me obliga al uso de palabras que no son de mi predileccion, a pesar de ser moneda corriente en la via publica.
Fue casi simultaneo entrar en la sala 2 e individualizar al pequeño que habia solicitado el obsequio. Tendria doce, trece años y, cubierto por un camison blanco de tela basta, se hallaba de pie sobre su cama, expectante, mirando hacia la puerta como si nos hubiese adivinado. Tal vez el revuelo de enfermeras y doctores lo alerto, quizas la intuicion infantil, o tal vez el hecho de que, nosotros, nos acercabamos cruzando los largos y umbrosos pasillos cantando la Marcha del Deporte. Parecio no dar credito a lo que veian sus ojos, las pupilas se le empañaron y comenzo a temblar como atacado por la fiebre. Impresionado, Cardaña se acerco a el y le entrego la pelota firmada por todos. El pibe la miro, nos miro a nosotros, volvio a mirar la pelota, nos volvio a mirar a nosotros y finalmente grito:
--Hijos de puta! Como pueden perder con eso chotos de Nacional?
Confieso que nos quedamos estupefactos, helados por lo sorpresivo de la agresion.
--Como carajo puede ser que esos putos nos hagan cuatro goles?-- siguio gritando el imberbe, ya absolutamente desaforado, roja la cara, las venas del cuello tensas, como a punto de estallar--. Hijos de mil putas! Troncos de mierda! Metanse la pelota en el culo!
Y, acto seguido, arrojo el balon al rostro de Cardaña, estrellandolo contra su nariz. Vi palidecer al capitan y temi lo peor.
--Vendidos!-- seguia, para colmo, el botija-- Se vendieron como unos miserables! Cuanta guita les pusieron para ir para atras, guachos de mierda?
Vi a Cardaña dar un paso hacia el muchacho y supe que no podria contenerlo.
--Cagones!--vocifero el chico, empinandose hasta caer, casi, de la cama--. Maricones! Vayan a trabajar, ladrones!
Adverti, en el ultimo instante, el brillo asesino de tigre en los ojos de Cardaña, el mismo que habia apreciado tantas veces en las inmediaciones del area, y supe que atacaba. Se lanzo con los dos pies hacia adelante en la temida "patada voladora" y alcanzo al muchacho en pleno torax, de la misma forma que puso fin a la carrera de Alberto Ignacio Murinigo, el prometedor numero nueve del River Plate. Cayeron los dos del otro lado de la cama y, sobre ellos, se abalanzo una docena de enfermeros que se habian acercado atraidos por los gritos del botija.
Salimos destrozados del Muñoz. Los muchachos de Peñarol, heridos hasta lo mas recondito por la injusticia de los agravios recibidos. Yo, por lo estremecedor de la escena presenciada.
Al dia siguiente, un medico de guardia me informo que el chico tenia cuatro costillas fisuradas, lo que obligaria a prolongar su internacion seis meses mas. Tambien me dijo que el botija padecia de una calvicie irreversible, y que habia solicitado permanecer internado a los efectos de no concurrir a una escuela tecnica que detestaba. Que era un buen chico, en verdad muy hincha de Peñarol y que, meses atras, se habia hecho regalar un planeador firmado por un diestro del volovelismo que habia batido un record sudamericano.

Muy pocos conocen esta anecdota, ya que una conjura de silencio se cernio en torno a ella. Yo me abrigue en el secreto profesional para no revelarla. El plantel de Peñarol callo el suceso por un natural prurito del deportista derrotado y en cuanto al agresivo muchacho, tengo informacion de que aun sigue en el mismo hospital, aunque ahora con el cargo de "jefe de enfermeras". Wilmar Everton Cardaña siguio jugando, desparramando coraje y sangre charrua en cuanto campo de juego le toco en suerte asolar. Siguio acrecentando su fama de guapeza y virilidad sin limites. Siguio mostrando, en suma, una sola de sus dos caras o facetas: la del energico, petreo y filoso centrehalf de los de aquellos tiempos. Apenas un puñado de sus mas intimos guarda, como un tesoro, el secreto de aquellas lagrimas que supo derramar ante el conmovedor y sencillo pedido de un niño.

(dedicada al compañero Álvaro Tuzman, hincha de Peñarol.


.

Ni ciego ni sordo: mudo

.


por Enrique Pinti


Me contaron que una vez un músico consagrado vivía un romance apasionado con una cantante hermosa y bastante más joven que el maestro y cuya entonación distaba mucho de ser la adecuada a las notas y los tonos que las partituras marcaban y exigían. El músico la amaba tanto que justificaba las desafinaciones de su mujer con excusas tales como: "Ella es muy personal", "ella dice más que canta" o "Marlene Dietrich no tenía buena voz y sin embargo hizo creaciones que quedaron en la historia del music hall". Todo venía bien hasta que un día se acabó el amor por culpa de terceros, cuartos y hasta quintos que se interpusieron entre la pareja, y de la adoración se pasó al odio en menos de lo que dura una semicorchea. Fue en ese momento cuando el músico dijo una frase para la posteridad: "Perdóneme, yo creía que el amor era ciego, pero en mi caso también fue sordo". Así somos. Vemos a los demás a través del cristal a veces engañoso de nuestros afectos, amores y odios. Y si fallamos en la apreciación de valores ajenos, cuando se trata de nuestras propias virtudes podemos llegar a disparatadas evaluaciones. Es lógico y humano que veamos en nuestros hijos condiciones excepcionales y que hartemos a nuestro prójimo con anécdotas, ocurrencias y presuntas genialidades que ya desde la cuna nos llenaron de asombro y gozo. Estamos hasta la coronilla de escuchar a padres y madres que nos dicen con orgullo: "¡No sabés lo que es mi nene! ¡Apenas oye la música de presentación del programa de Susana Giménez baila al compás y dice: Chuchana, Chuchana. ¿No es una maravilla?" Y uno sonríe beatíficamente y dice la gran estupidez que ya se ha vuelto lugar común: "Es que los chicos vienen cada vez más avivados". Está muy bien apoyar a nuestros amigos, hijos, padres y a todos aquellos con los que tenemos lazos de amor y agradecimiento, pero perder la objetividad es un acto rayano en la locura que sólo perjudica a nuestros "protegidos".

La falta de confianza en nosotros mismos y la excesiva severidad y rigidez intolerante para con las carencias de los otros son el otro extremo en el que no hay que caer. Esos padres que asfixian con el mandato de " tenés que ser el mejor " o "si no estás en el cuadro de honor del colegio no merecés ser mi hijo" han llevado a la depresión y a veces al suicidio a muchos jóvenes cuyo único pecado fue no acceder a los mejores puntajes escolares, pero que tenían prendas morales y valores humanos dignos de ser apreciados.

Nuestra propia idea de lo que somos y "el afuera", o sea, la mirada de los otros (los que nos quieren, los que nos odian o los que son indiferentes) son coordenadas que debemos tratar de hacer coincidir a lo largo de nuestra vida. Ignorar a los otros o depender demasiado de ellos son dos caminos equivocados; creer que los que amamos son los mejores en todo o presionarlos al límite para que sean dioses perfectos también son actitudes erróneas. Dejar fluir la vida con naturalidad, creer en el esfuerzo cotidiano, devolver amor con amor y odio con indiferencia es lo más sabio y lo que, a la larga, rinde mejores resultados. El peor favor que se les puede hacer a nuestros seres queridos es convertirnos en sus "agentes de prensa", promocionándolos como los mejores, los más inteligentes, los más cultos y los más hermosos, porque en todo caso lo son para nosotros, pero quizá los otros no tienen la misma perspectiva ni el mismo vínculo afectivo. Lo mismo pasa con nosotros: es muy difícil mantener el equilibrio, verse en el espejo y reconocerse tal cual uno es. Y no sólo los actores y demás miembros de la farándula tenemos la tendencia peligrosa de creernos más de lo que somos -o por lo menos distintos de lo que realmente somos-, y desde allí hacernos el autobombo de que hay "un antes y un después" en el mundo del espectáculo marcado por nuestra aparición en él. No, desde el político hasta el ama de casa, desde el policía hasta el ladrón y desde el médico hasta el albañil, esa característica humana (no de las mejores) nos lleva a la profunda equivocación de construir una realidad virtual que, al derrumbarse, nos llena de pesar. El amor propio y el amor a los demás no deben ser ciegos ni sordos, y a veces sí deberían ser mudos y dejar el elogio para propiedad exclusiva de las abuelas, que por edad tienen todo el derecho de elogiarnos.


La Nación 8/2/2009


.

Crítica epistemológica de la noción de pulsión

.


por Eduardo Colombo


“Les pulsions les plus fortes de la nature, qui représentent une force invisible dirigeant le genre humaine selon une raison supérieure et veillant au bien physique du monde en général (...) sans que la raison humaine ait à intervenir, sont l’amour de la vie et l’amour sexuel; le premier doit conserver l’individu, le second l’espèce.”

Emmanuel Kant


Las ideas generales que forman parte de lo que podríamos llamar la armazón de una construcción teórica son frecuentemente utilizadas y transmitidas de manera acrítica, se tranforman en hábitos de pensamiento, funcionan como una creencia. Peirce suponía «lo que nos determina a partir de ciertas premisas para llegar a una consecuencia más bien que a otra es un cierto hábito», un estado de creencia" . «Este, agregaba, es un estado de calma y de satisfaccion que uno no quiere abandonar ni cambiar para adoptar otra creencia. Por el contrario, uno se empeña con tenacidad no solamente en creer, sino en creer precisamente lo que uno cree.»(1)
Muchos de los conceptos que Freud agrupó bajo la denominación de metapsicología, en tanto proposiciones teóricas y explicativas del funcionamiento del “aparato” psiquico se integran delicadamente y sin ruido, durante los largos años de formación del psicoanalista, a estos hábitos del espíritu, o estados de creencia. Llegados allí, las contradicciones se desvanecen, la crítica se adormece (2). Un obstáculo epistemológico acaba de nacer.
La dificultad en criticar la noción de pulsión no está en encontrar los argumentos, ellos son conocidos. La dificultad está en incluirlos dentro de un contexto en el que aparezcan como pertinentes y despierten el espíritu crítico. Algunos de esos argumentos son antiguos y vienen de objeciones levantadas por las teorías instintualistas. Adjuntar la palabra instinto a un comportamiento no lo explica ni lo aclara si no sabemos lo que es “un instinto”, pero la palabra reificada da la ilusión de un conocimiento. La etimología de instinto reenvía al latin instigare : “excitar”. Insting(u)er : reconocido solamente como participio instintus ,“aiguillonné”, de donde viene instinctu : “excitación”, “impulsión”. La palabra de origen germánico Trieb -como todos los analistas lo saben- significa poussée (empuje) y viene del verbo treiben: pujar. Un analista, reconocido por sus importantes aportes a la teoría psicoanalítica, piensa (o por lo menos piensa que Freud pensaba) que "lo esencial en la organización humana (es) la fuerza ´pujante´del Trieb" (3). Lo que viene a querer decir: la fuerza pujante de una fuerza que puja, o la fuerza pujante de la acción de pujar. Se oye el eco de la virtus dormitiva , causa y razón de que el opio haga dormir, como decía "Le malade imaginaire" de Molière. Pero, ¿quién puja? Respuesta : la Pulsion. He aquí la fuerza o la energía transformadas en una entidad.
Luego retomaremos el tema de la hipóstasis de la fuerza, pero antes quisiera señalar que la crítica de los conceptos económicos, o cuantitativos en sentido amplio, no es ni rara ni aislada en el campo psicoanalítico. Citaré solamente aquellas fuentes que han tenido una influencia directa en mi propia manera de pensar a lo largo de mi formación y de mis lecturas, o que me resultan actualmente útiles. En la década del cuarenta Ronald D. Fairbairn escribió que «la clásica teoría de la líbido debiera ser transformada en una teoría del desarrollo, basada esencialmente en las relaciones de objeto. La mayor limitación de la actual teoría de la líbido, como sistema explicativo, reside en el hecho de que confiere el status de actitudes libidinales a varias manifestaciones que sólo son técnicas del yo, para regular las relaciones de objeto.»(4) -Como lo reconoce Freud explícitamente a partir de 1926 (Inhibicion, síntoma y angustia.)-(5). En otro artículo más tardío (1951), Fairbairn afirma que "los impulsos deben ser considerados como representando simplemente el aspecto dinámico de las estructuras yoicas"(6) (Argumento crítico de la exterioridad de la fuerza).
Harry Guntrip se situa en la continuación directa del pensamiento de Fairbairn al señalar el aspecto biologizante de la teoría pulsional freudiana. (Crítica al arraigue biológico de la pulsion que desarrollará recientemente Jean Laplanche). Más cercanos a mi formación psicoanalítica, en primer lugar Enrique Pichon Rivière por su influencia fundamental en el psicoanálisis rioplatense, y José Blejer, tambien privilegiaron las relaciones objetales e interpersonales, la vida fantasmática. Blejer publicó un artículo en la Revista de Psicoanálisis,(7) firmado por ambos, en 1956, donde considera que Freud al tomar de la física mecanicista de su época los conceptos de fuerza y movimiento, aisló del contexto psicológico las fuerzas actuantes bajo la forma de instintos; concibiendo estas fuerza como (Crítica que señala la contradicción entre una teoría pulsional y una teoría objetal o estructural de la psiquis).
Más cercanos a mi formación psicoanalítica, en primer lugar Enrique Pichon Rivière por su influencia fundamental en el psicoanálisis rioplatense, y José Blejer, también privilegiaron las relaciones objetales e interpersonales, la vida fantasmática. Blejer publicó un artículo en la Revista de Psicoanálisis (7), firmado por ambos, en 1956, donde considera que Freud al tomar de la física mecanicista de su época los conceptos de fuerza y movimiento, aisló del contexto psicológico las fuerzas actuantes bajo la forma de instintos; concibiendo estas fuerzas como "autónomas y adjudicándoles, en última instancia, la génesis exclusiva de la conducta, la teoría de los instintos se transformó así, al decir de Freud, en una mitología." (Crítica que señala la contradicción entre una teoría pulsional y una teoría objetal o estructural de la psiquis)
En el mismo sentido, Willy Baranger escribió al final de los años sesenta una crítica del “enfoque económico en psicoanàlisis de Freud a Melanie Klein”. A partir de un análisis minucioso de las diversas etapas del pensamiento freudiano, Baranger muestra como «Freud mientras descubre una ciencia no cuantitativa (los aspectos dinámico-estructurales de la teoría) y abre un campo tras otro al conocimiento del hombre, tiene que luchar constantemente contra el imperativo de la cantidad (el principio cuantitativo-energético), que mantiene como idea hasta el fin, aunque paulatinamente lo vaya vaciando de contenido.»(8) Refiriéndose a los comentarios de Laplanche y Pontalis sobre "investissement" y carga, Baranger hace notar la heterogeneidad de nociones a las que se aplica la misma palabra como el "investissement" de una representación o de la huella mnésica y el "investissement" de un objeto . El pasaje "de l´investissement´ de un objeto real al "l'investissement de un objeto imaginario intrapsíquico pone bien en evidencia tal ambigüedad" (Laplanche y Pontalis ).(9)
Tambien Daniel Widlöcher piensa que el concepto de pulsión «viene a ocultar ciertos problemas fundamentales aportándoles una solución puramente verbal. Sabemos que tenemos que describir el acontecimiento inconsciente, segun el modo de funcionamiento propio del sistema inconsciente, como la expresión de una intencionalidad que le es específica. (...) La teoría de la pulsión postula la existencia de una energía psíquica que vendría a animar la representación y que le sería exterior.» Uno se encuentra con "un juego de fuerzas hipotéticas. Esas fuerzas no tienen más ninguna relación con sus representantes psíquicos." (10) La crítica de Widlöcher apunta tambien a la exterioridad de la fuerza, pero va más lejos y toca el problema mayor que subyace implícitamente en el malestar intelectual del que nacen todas las posiciones críticas : la percepción de las dificultades de "la proyección del sentido sobre la extensión de la materia" .(11)
El estatus epistémico de la pulsión.
En general, cuando hablamos, decimos algo con respecto a algo. El contenido proposicional de un enunciado tiene una función referencial -¿de qué estamos hablando?-; designa un ser o un estado del ser (en realidad uno designa siempre un signo por otro signo, no se sale del proceso semiótico, histórico. Pero esto es otro problema). Y tiene, además, una función predicativa : describe características o relaciones de lo que designa.
¿Qué designa la palabra pulsión? ¿Y cómo entra lo que ella designa en la clínica?
Cuando Freud toma la palabra de origen germánico Trieb, privilegiándola por el uso a la palabra Instinkt, Trieb tiene ya una larga tradición científica, romántica y literaria. Lo importante del concepto, (Nietzsche, por ejemplo, lo utiliza en este sentido), es que reenvía a una dinámica y a una energética natural, física, material. En la obra freudiana la palabra Trieb (1905) es introducida por una referencia a la biología :"En biología uno se da cuenta de la existencia de las necesidades sexuales...por intermedio de la hipótesis de una 'pulsión sexual' ".
De entrada aparecen dos fuentes de dificultades que se irán acentuando con el desarrollo del conocimiento teórico. La primera es la definición energética de la pulsión como fuerza constante que tiene "un origen en fuentes de excitación en el interior del organismo" y que se diferencia en dos grupos de "pulsiones originarias insécables" ; ambos grupos pulsionales son producto de una energía somática corporal y no se distinguen entre ellos por “cualidades diferentes”, basta con " admitir simplemente que las pulsiones son todas semejantes cuantitativamente y deben su efecto únicamente a las cantidades de excitación". Es solamente la diferencia de las “fuentes pulsionales” la que va a determinar sus “efectos psíquicos”.(12) Antes de continuar hagamos notar que la frase anteriormente citada que se refiere a las "cantidades de excitación” debe ser completada con la expresión "cantidades de excitación que ellas (las pulsiones) transportan", ergo las pulsiones no son una cantidad de fuerza o energía, ellas transportan la cantidad : las pulsiones se convierten en entidades, y las entidades van a cumplir una finalidad, una al sevicio del individuo, otra al servicio de la especie.
La segunda dificultad, y dificultad mayor, es que todos esos "presupuestos" deben cambiar de registro y servirnos como guías en "la elaboración del mundo de los fenómenos psicológicos" . Y es a nivel de la psiquis que los “objetos” son tomados en consideración. La fuente somática de la excitación "está representada en la vida psíquica por la pulsión", y la pulsión "no la conocemos en la vida psíquica, más que por sus fines."(13) Pero “el fin” es la satisfacción y no depende del “objeto”. La noción se sostiene mientras “el fin” y la “descarga” sean equiparables, lo que depende de la asimilación del principio de placer al principio de constancia (o desde otro punto de vista, a la reducción a cero de la excitación). El principio económico-energético del placer no será más sostenible; Freud lo reconoce de manera explícita aunque con reticencias(14) , a partir de 1924.
En un texto tardío Freud escribe : «La fuente es un estado de excitacion en el soma ; el fin, la cesación de esta excitación ; y en el camino de la fuente al fin, la pulsion se vuelve psíquicamente activa. La representamos como un cierto quantum de energía, que empuja en una determinada dirección . Es de este empuje que le viene su nombre de pulsión.»(15) Esta concepción fisicalista y mecanicista hace del psiquismo un “aparato” necesario para efectuar un trabajo. Un “aparato” es un conjunto de piezas, de útiles, o de instrumentos apropiados para realizar una operación, es decir, un intermediario entre el sujeto de la acción y el acto.
Este “aparato” es concebido primeramente como un modelo analógico isomorfo del sistema nervioso, (combinando la "noción fundamental de cantidad" , la teoría de las neuronas, el principio d’inercia, las barreras de contacto y la descarga. Los afectos y los estados de deseo implican la tension cuantitativa -"l’investissement"- en un tipo de neuronas. "En el caso de los afectos, hay liberación inmediata [de la tensión]; en el caso del deseo, acumulación." )(16) Más tarde el fisicalismo neuro-psicológico es definitivamente abandonado por un modelo teorético de la psiquis (heurístico-fictivo diríamos nosotros), al que son trasladados los conceptos básicos de cantidad de excitación, principio de constancia, placer y descarga, más una tópica en la que van a inscribirse representaciones y deseos. (Cap. VII de La interpretación de los sueños).
El “lugar” donde la pulsión deviene psíquicamente activa (la Psiquis), es irreductible a una descripción corporal, física o biológica. Como escribe Freud en El inconsciente : «La actividad psíquica está ligada a la función del cerebro (...) este es un resultado irrefutable de la investigación. (...) Pero ... todos los esfuerzos para pensar las representaciones como almacenadas en células nerviosas y para hacer viajar las excitaciones por las fibras nerviosas han fracasado totalmente.» Y agrega :"...nuestras hipótesis no pueden pretender tener otro valor que el de una representación figurada." (17)
La demarcación entre los dos modelos -fisicalista uno, mentalista podríamos llamar al otro- es neta. Pero Freud no se resigna a abandonar la metáfora analógica organicista que “transporta” la ilusión de un conocimiento que integra lo corporal, lo biológico y lo mental (“anímico”), via la teoría de la evolución de las especies y la idea de la recapitulación y herencia de los caracteres adquiridos (segun Haeckel : "la ontogenia es una recapitulación abreviada e imperfecta de la filogenia", segun Freud : "cada individuo reproduce de manera abreviada, en el curso de su infancia, todo el desarrollo de la especie humana, la prehistoria filogenética.") (18)
En El yo y el ello (1922), por ejemplo, Freud retoma de manera realística la descripción espacial de la psiquis : "la consciencia es la superficie del aparato anímico" y forma parte, como función, de "un sistema que espacialmente, es el primero partiendo del mundo exterior. Espacialmente, no sólo en el sentido de la función, sino, esta vez, también en el sentido de la organización anatómica." Y unas pocas páginas más adelante encontramos el clásico dibujo del Ello, el Yo y lo reprimido (refoulé) "cuyos contornos no sirven más que para la presentación y no deben pretender a ningua interpretación particular" , pero que es seguido por una frase sorprendente :"Agreguemos eventualmente que el Yo lleva una 'calota acústica`, según el testimonio de la anatomía cerebral, solamente de un lado."(19)
Sin embargo, es necesario tener claro que el modelo psicoanalítico de la psiquis es un modelo teorético, heurístico, ficticio (en el sentido de fictum : creación de la mente, o "simulación), no reductible a un estado del cerebro. Nadie supone que las instancias del “aparato psíquico”, ni en la primera ni en la segunda tópica, tengan localización corporal, anatómica.
La Pulsión pasa de uno al otro modelo, o mejor dicho, en el espíritu de Freud, ambos modelos permanecen firmemente anclados en el terreno corporal, biológico. La "carga energética, factor de motricidad", fuerza, "que ataca al organismo desde el interior y lo empuja a realizar ciertas acciones" tiene su fuente en lo biológico -dice el Vocabulaire de la psychanalyse-. En 1914, cuando fracasa la primera dualidad pulsional, se nos recuerda que "todas nuestras concepciones provisorias, en psicología, deberán un día tener una base orgánica." Son "substancias determinadas y procesos químicos los que producen los efectos de la sexualidad...Tenemos en cuenta esta evidencia reemplazando dichas substancias químicas determinadas por fuerzas psíquicas determinadas." (20) (El subrayado es nuestro). Reemplazar substancias por fuerzas psíquicas determinadas no es ni tan simple ni tan inocente como parece. Substancia y fuerza, materia y forma. Disociar la fuerza de la materia lleva -para quedarnos en el campo psicoanalítico- a substancializar la fuerza (teoría pulsional), y a materializar el signo (teoría de la preeminencia del significante).
Fuerza, movimiento y materia son conceptos que están en discusión desde el origen de la ciencia moderna. Parece que la palabra "materialista" aparece por primera vez en 1675 bajo la pluma de Boyle. Robert Boyle sostenía que, en filosofía natural, sólo los hechos -esta variedad de conocimientos que uno llama los “hechos” (matters of fact )- salidos de la experiencia pueden servir a un conocimiento verdadero, diferente de la opinión. La naturaleza, creía Boyle, no puede hacer nada por sí misma ; es inanimada “bruta y estúpida”; no debe ser considerada como un agente. El movimiento no pertenece a la materia : ninguna parcela de materia, como la naturaleza toda , es capaz de moverse por si misma. La razón última de esta afirmación es de orden teológico, pero eso no le impidió a Boyle construir la ciencia experimental sobre una base mecánica, ni sostener en sus trabajos sobre la bomba neumática la realidad del “resorte (o elasticidad) del aire”. Boyle quería eliminar de la nueva ciencia experimental la concepción vitalista de la física escolástica y sus falsas nociones de “horror vacui”, “formas substanciales” o “espíritu de la naturaleza”.
Thomas Hobbes (1588-1679), crítico de Descartes como de Boyle, compartía con este último el rechazo por los “absurdos aristotélicos” de las “formas substanciales “ o de las “substancias inmateriales”. Hobbes pensaba que el alma no tiene ninguna existencia separada del cuerpo y desconfiaba de la tendencia a las explicaciones teleológicas de los fenómenos físicos ("La finalidad de la gravedad es la disminución de la distancia al centro de la tierra"). El Léviathan propone una filosofía de la naturaleza materialista y monista.(21)
Con Newton, algunos años menor que Boyle, la fuerza motriz cesa de ser una entidad exterior para devenir una dimensión calculable, idéntica a la gravedad y determinada por la masa y la aceleración. La inercia -que Freud retoma en el Proyecto como principio de inercia de las neuronas y que le será de gran importancia en la conceptualización del control de la excitación interna al organismo- Newton la llamaba también vis insita, es decir fuerza que reside en la materia. (Ver nota al final del artículo)
La física se integra bien al materialismo mecanicista pero la biología, ya antes de ser nombrada como tal, presentó serias resistencias. Las nociones de vida y de animación se asociaron desde hace mucho tiempo : alma, principio de vida, dice el Littré, o principio inmaterial de la vida. La etimología de la palabra viene del sánscrito ana = respirar; anima = soplo. Animal, ser vivo. Se puede observar en los naturalistas una antigua propensión a percibir las formas vivientes como los productos de un poder plástico.
Adversario de las teorías mecanicistas, Georg Ernst Stahl (1660-1734) que desarrolló la noción del “phlogisto” de Becker, trató de explicar la actividad del organismo humano por la acción de un “alma inconsciente”, suerte de fuerza vital. Lo que confiere la vida, pensaba, es decir, el movimiento dirigido, finalizado, sin el cual la máquina corporal se descompone, es el alma.
A principios de 1800 el término "biología" es utilizado por primera vez en Francia por Lamarck que consideraba el estado de pasividad como propio de los cuerpos brutos. El primer “acto de vitalización” fué efecto del calor, "esta alma material de los cuerpos vivos"(22) . El alma abandona la “forma substancial” ou “esencia separada” y se vuelve materia.
Por la misma época Cuvier, como antes Bichat, habla de fuerzas vitales, y es como si, insidiosamente, la idea de fuerza pujara para independizarse y volver a su “forma substancial”(23) (al nivel de las ideas, qué demoníaca tendencia a la repetición!). «... la materia actual del cuerpo vivo pronto no existirá más, -escibió Cuvier en la Histoire du progrès des sciences naturelles (24)- y sin embargo es la depositaria de la fuerza que obligará a la materia futura a marchar en el mismo sentido que ella.»
Poco después de la mitad del siglo XIX, más o menos en los primeros años de la vida de Freud, Pasteur mantuvo una resonante polémica con Félix Pouchet sobre la generación espontánea. Pouchet defendía la idea de una “fuerza plástica” que "concentra en un órgano especial (el huevo) los elementos primitivos del organismo." La heterogeneidad de las formas vivientes supone que «bajo la influencia de fuerzas ... aún inexplicadas ... se produce, ya sea en los animales, ya sea en otro lado, una manifestación plástica que tiende a agrupar moléculas ; a imponerles un modo especial de vitalidad cuyo resultado final es un ser nuevo.» (25)
En los dos filósofos más próximos al pensamiento freudiano, la idea de una fuerza obscura e inconsciente, actuante, portadora de una direccionalidad, finalidad o “designio” es un elemento pregnante de la visión del mundo que proponen. Cuando Freud introduce la noción de Ello, la referencia a Groddeck " que no cesa de repetir (...) que, para utilizar su expresión, somos vividos por fuerzas desconocidas que escapan a nuestro control", va seguida de una nota que toma a Nietzsche como inspirador de la forma gramatical que sirve "para designar lo que hay de impersonal, de sometido a las necesidades naturales en nuestro ser." (26)
Para Schopenhauer (1788-1860) "la fuerza vital emplea y utiliza indudablemente las fuerzas de la naturaleza inorgánica", pero «en el grado más bajo, la voluntad se nos presenta, como una fuerza ciega, como un esfuerzo misterioso y sordo, alejada de toda consciencia inmediata. (...) En tanto fuerza ciega y esfuerzo inconsciente, ella se manifiesta en toda la naturaleza inorgánica, ...». El mundo era solamente voluntad, pero en una segunda fase, deviene tambien representación, objeto del sujeto conociente. "Aqui termina la infalible seguridad de la voluntad. El animal esta ya expuesto a la ilusión, a la apariencia." (27)
Nietzsche (1844-1900) utiliza a profusión las palabras instinto y Trieb -con matices que los traductores encuentran difíciles de transportar a otra lengua-. El Trieb está asociado a una fuerza que trabaja de manera subterránea en el inconsciente de los pueblos. La teoría dualista de los instintos, que Nietzsche formula en términos de apolíneo y dionisíaco, los hace surgir de la naturaleza misma ["qui jaillissent de la nature elle-même- (28)-].(29)
La formalizacion de la “primera teoría pulsional” en la Metapsicología de 1915 (30) es posterior al abandono del paralelismo neuro-psicológico, pero, aún siendo un modelo teorético, mantiene como ya dijimos, la metáfora analógica fisicalista de tipo mecanicista fundada sobre la cantidad y el principio de inercia, que, sin abandonar el terreno biológico es expresión de un monismo materialista. Podríamos dar como ejemplo de lo que acabamos de afirmar las dos frases siguientes : "Descubrimos entonces la esencia de la pulsión en sus caracteres principales: origen en fuentes de excitación en el interior del organismo. manifestación como fuerza constante", y "las pulsiones en sí mismas, al menos en parte, son sedimentaciones de efectos de la excitación externa que, en el curso de la filogenia, han actuado sobre la substancia viva y la han modificado".(31) La posicion anti-finalista es perceptible pero se ve tambien que es difícil de mantener. En una nota agregada en esta época -1915- a los Tres ensayos sobre la teoría sexual, hablando de una impresión perceptual que "sigue siendo la vía más frecuente para despertar la excitación libidinal, y la selección natural cuenta con la practicabilidad de dicha vía", Freud siente la necesidad de aclarar : "siempre y cuando esta manera teleológica de ver las cosas sea aceptable" .(32)
Despues de la reformulación teórica, en 1920, de la metapsicología, que la introduccion del narcisismo hizo necesaria, como ha sido tantas veces señalado, el esquema mecanicista y las precauciones anti-teleológicas se retiran y el vitalismo biologista, montado sobre la autonomización de la fuerza, hace una presentación relevante.
Como es habitual, al independizarse la fuerza reivindica, sin falsos pudores, intencionalidad o finalidad. Algunas frases del Más allá del principio del placer bastarán para activar la memoria : «En un momento dado una fuerza, de la cual no podemos tener aún ninguna representación despierta en la materia inanimada las propiedades de la vida (...) Durante mucho tiempo, la substancia vital debía así nacer y renacer... hasta llegar al objetivo final, es decir la muerte.» (pgs.48 y 49) "Los instintos que velan sobre el destino de esos organismos elementales...forman el grupo de los instintos sexuales;" (p.51) "Pero aunque la sexualidad y las diferencias sexuales no existen sin duda en el origen de la vida, no es imposible que los instintos que, en una fase ulterior seán sexuales, hayan existido desde el comienzo..."(p.52) "Con respecto a nosostros, hemos tenido en cuenta, no la substancia viva, sino las fuerzas que actúan en ella..." (p.58) "Las fuerzas que empujan la vida hacia la muerte pueden muy bien, en ellos tambien (los portozoarios en los que la muerte natural se puede o no demostrar), estar en actividad desde el comienzo." (p.62). (33)
Las pulsiones, que eran la expresión en el psiquismo de las excitaciones internas del organismo, se han transformado en los suppôts de dos entidades, dos fuerzas míticas que luchan entre sí desde los orígenes del tiempo : Eros, para ligar y mantener la cohesión de lo viviente, la otra, fuerza de muerte o destrucción, para separar y llevar la materia a la nada.
Entre la actividad sexual descripta en los Tres ensayos y Eros, pulsión de vida, forma ampliamente especulativa postulada en Más allá del principio del placer no hay solamente diferencias de detalle, hay una oposición punto por punto, como lo hace notar Laplanche : en el primer caso la actividad sexual "es auto-erótica, morcelée et morcelante" (fragmentada y fragmentante), su único fin es la satisfacción por la vía más corta" , el objeto le es contingente; en el segundo caso el fin no es más la descarga sino una finalidad precisa, una acción finalizada y dirigida, el objeto se vuelve absoluto, cualitativo, y coincide con el fin.
Si evaluáramos las llamadas primera y segunda teoría pulsional con el criterio de la causalidad aristotélica diriamos que la primera teoría privilegia la “causa eficiente” : es mecanicista y positivista ; la segunda privilegia la “causa final” : es finalista y vitalista. Sin olvidar que a pesar del cambio de enfoque y de tono, Freud mantiene el paradigma substancialista de base.
Volviendo a nuestra pregunta inicial, ¿qué designa la palabra “pulsion”? Evidentemente, designa la noción de pulsión tal como dicha noción ha sido construída en la teoría. El referente de la pulsión es la representación imaginaria que nos hacemos de la pulsión.
Freud, consciente de la dificultad, sabe que aunque "el comienzo de toda actividad científica consiste más bien en la descripción de fenómenos" , dicha descripción no puede evitar contener ciertas ideas abstractas "que uno toma aquí y allá" . Tales ideas serán luego los conceptos fundamentales de la ciencia y "uno se pone de acuerdo sobre su significación multiplicando las referencias al material de la experiencia, del cual parecen haber sido tomadas pero que en realidad depende de ellas." (34)
La Pulsión, como toda idea general, especulativa, depende enteramente del épistémè de su época. Freud contribuyó de manera primordial a descentrar, o mejor a desmitificar, el lugar del hombre en el cosmos y a crear un nuevo épistémè post-iluminista en ciencias humanas. Pero, como se puede decir de manera alegórica, el descubridor de un nuevo mundo pertenece necesariamente al viejo, y no puede dejar de trabajar con el material teórico que le procura su época. La Pulsion no es un “observable” (sin entrar a discutir por el momento qué es “un observable” en clínica psicoanalítica), es un artefacto explicativo, inadecuado para dar cuenta de la dinámica semántica inconsciente, impertinente al paradigma relacional propio de una teoría de la Psyché (de la mente).(35).
Los argumentos críticos
¿Porqué la pulsión es un un artefacto inadecuado y no pertinente en una teoría psicoanalítica del psiquismo humano? Formalizaremos la crítica en torno a tres argumentos mayores: primero, la hipóstasis de la fuerza ; segundo la exterioridad de la fuerza, y tercero las relaciones entre la extensión y la significación.
Desde su aparición en la escena teórica freudiana la “pulsión” tiene una cierta tendencia a ser hipostasiada, a convertirse en una entidad.(36) A los filósofos o a los científicos, les ocurre habitualmente -para decirlo parafraseando a Malebranche-, que al observar, organizar o pensar las cosas de una manera diferente obtienen efectos nuevos e inmediatamente imaginan una entidad nueva como habiéndolos producido.
Las ganas de comer se explican por una pulsión de alimentación, y las necesidades sexuales por una “pulsión sexual”. Si hay una pulsión debe haber una fuerza y una energía, de lo que se desprende naturalmente el deseo de darles un nombre, el acto de nominación : la líbido. Entonces ella, la líbido, comienza a hacer una cantidad de cosas, cambia de objeto como de camisa, de activa se transforma en pasiva, fundamentalmente sexual puede desexualizarse sin perder su identidad, en cuanto a su fuente, puede encontrarla en distintas zonas erógenas que casualmente son erógenas por que ella pasó por allí. Reflexiones y observaciones "conducen a atribuir a todas las partes del cuerpo y a todos los órganos internos la cualidad de zona erógena." [Nota de 1915 agregada a los Tres ensayos (37)]. Aunque nazca en el cuerpo de la mujer, ella es masculina puesto que es activa, según una ley superior. ("La líbido es, de manera regular y conforma a leyes, de naturaleza masculina, ya se manifieste en el hombre o en la mujer, y haciendo abstracción de su objeto, ya sea éste un hombre o bien una mujer." -Ibid., p.161-).
Además, la líbido es una y compuesta. «Lo que llamábamos pulsion sexual, escribe Freud en 1922 (Teoría de la libido ), era altamente compuesto y podía disociarse nuevamente en sus pulsiones parciales. (...) las pulsiones tomadas individualmente podían permanecer independientes unas de otras, (...) las unas tomar el lugar de las otras, transferir las unas a las otras su carga libidinal, de modo que la satisfacción de una venía en lugar de la satisfacción de la otra.»(38) Quisiéramos llamar la atención sobre la separación de la pulsión de su carga energética : ¿la “pulsión” sigue siendo la pulsión sin su carga energética (sin "l'ivestissement" libidinal)?
"Es difícil dar una definición satisfactoria de la líbido", dicen Laplanche et Pontalis, pero hay dos características de la líbido que Freud siempre mantuvo : 1) Ella es siempre cualitativamente sexual y en conflicto con un antagonista. 2) Es también un elemento " cuantitativamente variable que permite medir los procesos y las transformaciones en el terreno de la excitación sexual".(39)
La teoría de la pulsión está pensada desde el origen como un conflicto entre pares opuestos, dualismo de fuerzas que se enfrentan en el terreno psíquico. Fuerzas o energías que son vistas primeramente como formando parte de elementos cualitativamente dispares del funcionamiento biológico, apoyándose en el cuerpo y sirviendo las grandes necesidades del hambre y del sexo, cargando ("investissant") el yo y los objetos, para transformarse más tarde en “seres míticos” en lucha eterna, trans-corporales y trans-individuales, verdaderos principios comandando a un fin, arché y télos de la materia.
La Pulsión hipostasiada se carga de una intencionalidad propia, intencionalidad que está ya presente en el uso pre-analítico de la noción de Trieb, y que se insinua, aunque más no sea en la “manera de hablar”, desde las primeras formulaciones freudianas del concepto. La Pulsion busca, desea, aspira a algo."(:::) la pulsión sexual, que haciendo ésto (la extensión de la sexualidad otras regiones del cuerpo) anuncia su intención de controlar el objeto sexual en todas las direcciones." (40) "(...) pulsiones de agresión, cuyo fin es la destrucción." (41) "(...) una aspiración que tiene como fin la autodestrucción." (42)
La fuerza y la energía, convertidas en una entidad, intervienen para poner en movimiento las estructuras, o más bien los contenidos, del psiquismo. Separar la fuerza de los contenidos objetales - o desde otro punto de vista, proposicionales - de la psiquis es una de las consecuencias desgraciadas de la teoría pulsional. Como escribió Fairbairn, el “instinto” o Trieb, «no es el estímulo de la actividad psíquica, sino que él mismo consiste en una actividad característica por parte de una estructura psíquica. El “impulso” (Trieb) no es, por así decirlo un puntapié caído del cielo a un yo sorprendido (...) sino una estructura psíquica en acción».(43) Para Fairbairn “una estructura psíquica dinámica” es la internalización de una relación de objeto.
La “fuerza pujante de la Pulsión” es vista habitualmente, entonces, como “atacando”, o viniendo a investir, las estructuras psíquicas -instancias, huellas mnémicas, representaciones, fantasmas, objetos (afectos?)- desde el exterior de las mismas. Pero ¿exterior a qué sistema? ¿Al “aparato” psíquico, o a las estructuras endopsíquicas? ¿Se trata de una fuerza somática o de una energía psíquica? Un psicoanalista normalmente sale del paso diciendo “la pulsion es un concepto-límite” y se remite a Freud : "La pulsión es entonces uno de los conceptos de la demarcación entre lo psíquico y lo somático." (44) Pero, evidentemente, esa no es la solución sino el problema.
Si nos quedamos a nivel del modelo biológico-analógico freudiano la continuidad entre el soma y la psiquis está postulada de entrada, sin embargo esta continuidad no hace más que acentuar las dificultades. La biología y fisiología del cuerpo componen un conocimiento integrado en un modelo existencial (empírico), medible y experimentable, la energía recorre la neurona como electricidad, hay un potencial de acción en la membrana celular y péptidos que hacen de neuromediadores. Nadie ha visto en un sistema neuronal ni una imagen interna, ni una huella mnémica, ni una representación, ni un dolor, ni una creencia. La psiquis es un modelo heurístico-fictivo, la pulsión, sea lo que sea a nivel orgánico, debe ser transformada en otro tipo de energía que no es físico-química, precisamente en “energía psíquica” (sea lo que sea la energía psíquica) y además, si esa energía es cualitativamente diferenciable -o líbido/ Eros, o conservación / pulsion de muerte-, ella debe contener algo que distinga un tipo de energía psíquica de otro tipo de energía psíquica. En otros términos, ¿en el psiquismo la pulsión se presenta o se hace representar? Segun los párrafos de Pulsions et destin de pulsions que citamos al comienzo de este artículo, ella se presenta por sí misma como “cantidad de excitación” (y tal vez “como funciones de esta cantidad” -¿periodicidad, ritmo?-). Segun El inconsciente la pulsión debe ser representada, una especie de mandatario o delegado debe ser enviado al psiquismo para que ella se vuelva activa : " Si la pulsion no estuviera ligada a una representación o no apareciera bajo la forma de estado afectivo, no podríamos saber nada de ella."
A esta altura de la reflexión debería ser claro que estamos a punto de caer en la trampa de un juego de ilusionismo, la energía psíquica es metafórica, no es del mismo orden que la energía físico-química, y la representación no es sensación, ni “percepto”, no es una impresión sensorial, es una organización de sentido, tiene un significado intencional. Como dice Freud, una “moción pulsional reprimida”, -por ejemplo- " es una moción hostil hacia el padre" (45) : es decir, lo que esta reprimido es un sentimiento de hostilidad del sujeto hacia su padre, la pulsion reprimida tiene un contenido proposicional. Entre los dos modelos, biológico y psíquico (un fragmento de res extensa articulado espacialmente a un fragmento de res cogitans, diría Rorty) hay incommensurabilidad.
Si, en otro esquema, utilizamos la moción pulsional como una manera de hablar del movimiento o de la dinámica de los objetos internos, o del fantasma, la pulsión no será diferenciable del deseo.
Lo que cambia en el pasaje de un modelo fisicalista a un modelo mentalista es fundamentalmente la explicación causal. Por ejemplo, si decimos que Juan no tiene ganas de comenzar por segunda vez el juego del amor, podemos dar como explicación la liberación masiva de endorfina despues del coito, que sería reponsable de la inhibición temporaria de ciertas células del hipotálamo ; podemos decir tambien que es un comportamiento habitual en Juan por una debilidad constitucional o adquirida de la líbido ; o podemos decir que, conociendo el contexto situacional de la relación de Juan a María (su partenaire sexual en esa ocasión), y el fantasma inconsciente que podemos suponer presente en ese momento en función de la historia de Juan y de su relato, la inhibición temporaria de Juan tiene una explicación comprensible. (Lo que es, además, psicoanalíticamente interpretable).
En el primer caso tenemos una explicación causal de tipo fisicalista por la cual lo que ocurre en un nivel (acontecimientos mentales o interaccionales) es explicado por elementos físicos (acontecimientos fisiológicos) ; en el segundo caso tenemos una explicación causal mágica por que no conocemos nada de las relaciones que postulamos ; en el tercer caso tenemos una explicación relacional en la que la relación causal es interna al nivel intencional, o de significación, propio de la psiquis humana. Si en este tercer modo explicativo introducimos el concepto de fuerza, -si introducimos la fuerza en un escenario significativo-, ella será la expresión de las relaciones que ocurren en ese mismo escenario, y no su causa.(46)
Todo lo que es naturaleza, physis, extensión, debe ser reconstruído por un trabajo de significación, de “mise en sens”, et de “mise en scène”. La “representación”, diferenciándola como hace Freud de la percepción, es una manera de significar algo del mundo. El fantasma, la imagen in absentia del objeto sensible, en la medida en que es articulable con el reenvío de una cosa a otra cosa, de un signo a otro signo, es la clave del pasaje del “placer de órgano” al “placer de representación”, y por ende de la constitución de la psiquis. Todo lo que es intencionalidad, significación, semantismo, exige una mediación simbólica. La singularidad de “la cosa” no posee significación propia, inmanente ; la adquiere por su inclusión en una unidad de significación, en un sistema signitivo, y el signo es una relación triádica. El tercero simbólico, la estructura trina del signo es irreductible al par, a une relación dual. Como dice Peirce "no se puede analizar una tríada en díadas" . La acción física, natural, la acción de la materia “bruta”, se ejerce en su singularidad única hic et nunc, es analizable con la categoría de la segundidad ("secondéité"). La tierceidad ("tiercéité") es la categoria del pensamiento mediador, de la significación.
Volvamos a la pulsión. Despues de los cambios teóricos de 1924 y 1926, el modelo energético ha sido vaciado de su substancia mecanicista. "Hasta me creí autorizado a decir -escribió Freud en 1932- que esta líbido insatisfecha (la líbido desviada de su utilización sexual) se transforma directamente en angustia." Pero hay que reconocer que "no es la represión que crea la angustia, es la angustia que está allí primero, es la angustia que produce la represión." Cuando el varón frente a "una reinvidicación de su líbido", en el amor que siente por su madre, experimenta angustia es porque presiente un peligro : "el castigo de la castracción, la pérdida de su miembro."
Prestemos atención a lo que sigue :"una situación pulsional temida remota (se remite), en el fondo a una situación de peligro exterior." El "yo se da cuenta que la satisfacción de una reivindicación pulsional emergente provocaría una de las situaciones de peligro que recuerda bien." Es preciso, entonces que la carga pulsional sea reprimida, abolida. "El yo se ayuda entonces con una técnica que en el fondo es diéntica a la del pensamiento normal" (...) "El yo anticipa la satisfacción..." "Es así como se pone en marcha el automatismo del principio de placer-desplacer que realiza entonces la represión de la moción pulsional peligrosa" (47)
La inversión con respecto a las primeras postulaciones energéticas es notable. La mecánica de la materia está puesta al servicio de una situación interaccional, social -la interdicción del incesto-, pensada como peligrosa. Lo que pone en marcha el automatismo del principio del placer (constancia) es una “idea”, un fantasma, un recuerdo: la significación de un fantasma infantil anclado filogenéticamente en un acontecimiento real.
Otro ejemplo, -entre aquellos que no son traducibles en términos de fuerza-, lo tomamos de las fases de la organización libidinal, es decir de las relaciones que se establecen entre los objetos y las zonas oral, anal y uretral, tal como Freud las describe en el resumen teórico de la Conferencia XXXII.
De los objetos que pueden ser dados como regalo el primero para el bebé, es su propia basura, sus excrementos. Despreciados “por el sujeto” al comienzo, cambian luego de “significación” (en realidad de valor), y se crean una serie de analogías entre dinero, niño, pene (separable), pezón. "Es imposible de ubicarse en los fantasmas, las ideas súbitas influenciadas por el inconsciente y en el lenguaje sintomático del individuo, si uno no conoce esas relaciones situadas en las profundidades." (48) Evidentemente todas esas “cosas” diferentes no se relacionan entre ellas ni por la forma, ni por el color, ni por el olor, sino por el sentido, por la significación. Aunque “regalo” sea puesto entre las equivalencias en la misma línea que los objetos (-basura, en realidad excremento, -dinero-regalo-niño-pene-), hacer un regalo es una acción, y el ejemplo mismo de la relacion trina, o triádica, que no puede ser descompuesta en díadas. Hacer un regalo, (como "alquilar” o prestar la vagina al recto), es una acción intencional, que no puede ser analizada en términos de fuerza o de energía, sino, solamente, en términos de significación. En esta dimensión de la psiquis la teoría no puede ser construída más que en términos de la dinámica intencional inconsciente de una escena fantasmática.
Freud es plenamente consciente de estas dificultades en la medida en que cada referencia global a la teoría de las pulsiones y a su fundamento biológico va envuelta por consideraciones cautelosas sobre la incertidumbre de tal procedimiento, lo poco que se sabe en ese dominio, la necesidad de suplantar en el futuro dichas reflexiones por conocimientos fisiológicos. Nosotros pensamos que además de las dificultades propias a toda teoría que trate de dar cuenta de la articulación entre “estados del cerebro”, o del cuerpo y las acciones humanas comprensivas, que “tienen sentido”, hay en la evolución del pensamiento freudiano dos “obstáculos” que nacen del épistémè de su época .
El primero es la utilización de un paradigma substancialista-mecanicista para dar cuenta de la intencionalidad, de la relación de objeto, del fantasma, de las relaciones histórico-sociales, triádicas, tanto externas como interiorizadas, en su dimensión inconsciente.
El segundo es que el esquema del “aparato psíquico” está construído sobre el modelo perceptualista-asociacionista (representativo/cartesiano), teniendo que dar cuenta de lo “observable” de un acto discursivo, en su dimensión interaccional (contexto transfero-contratransferencial), referencial e histórico (clínica psicoanalítica).
Como la Pulsión, “inobservable” en la clínica, es una entidad teorética, dicha noción vehiculiza postulados y “leyes” de un campo heterogéneo e impertinente al semantismo de la psiquis. Persistir en el empleo de energías y fuerzas como entidades explicativas produce múltiples efectos negativos, entre ellos, uno es la ilusión de creer que uno comprende algo cuando utiliza el término “pulsión”, otro, en el fondo el más grave, es el de amarrar sólidamente el psicoanàlisis a un pasado caduco.
Nota sobre los conceptos de la física
Es necesario tener en cuenta que, de una manera un tanto peculiar, Freud utiliza, en algunos casos, los conceptos de la física y de la mecánica dandoles una “torsión” que aumenta las dificultades de comprensión de una explicación “económica” del psiquismo.
Por ejemplo, el concepto de inercia, como es sabido, está en los orígenes de la descomposición del movimiento que efectua Galileo. El movimiento que es “como nulo”, el movimiento uniforme, no tiene necesidad de “motor” para perdurar. Galileo comprueba "que un grado de velocidad, una vez comunicado a un móvil, se imprimira de manera indeleble por el sólo hecho de su naturaleza, a condición que sean suprimidas las causas enteriores de aceleración o de lentificación." Lo que más tarde será la primera ley de Newton, o “ley de inercia”: "Todo cuerpo persevera en el estado de reposo y de movimiento uniforme en línea recta en el que se encuentra, salvo si una fuerza actúa sobre él y lo obliga a cambiar de estado." Como lo aprendimos en el liceo.
Sin embargo, cuando Freud postula el principio de inercia de las neuronas, lo define como la tendencia fundamental de la función neurónica “a desembarazarse de las cantidades (Q)”, a descargarse, “y así mantenerse en estado de no-exitación." [...] "Por consiguiente el sistema neurónico se ve obligado a renunciar a su tendencia original a la inercia, es decir a su tendencia al nivel = 0. Debe aprender a soportar una cantidad almacenada ...etc.”(49)
La inercia no es más, segun esta definición de Freud, una propiedad del móvil , sino una función o tendencia del sistema (Sin entrar a considerar que, además, el sistema debe hacer esfuerzos para aprender a soportar una carga). En este universo el principio de Newton es un pariente muy alejado.
Probablemente la idea que se pretende explicar es la que corresponde al proceso primario, es decir la libre circulacion de la energía (en realidad del sentido o de la significación segun el desplazamiento o la condensación).
Y aquí nos encontramos con otra “torsión” de la energía física. La utilización de las mismas palabras da la ilusión de pasar sin escollos de un dominio al otro : por ejemplo “energía libre”. Freud dice tomar de Breuer el concepto de “dos estados distintos de la energía de 'investissement', un estado tónicamente ligado y un estado libremente móvil, tendiendo a la descarga.”(50) Pero Breuer se mantiene en los limites de la física al distinguir dos estados de la energía mecánica, una “fuerza” potencial (que no se ejerce en el momento) y “una fuerza” en acto, o cinética. Separación conceptual que Helmholtz (1821-1894) llamaba “fuerzas de tension” y “fuerzas vivas”, y otros llamaron “energía actual” y "energía potencial", o "energía cinética” y "energía estática"; Breuer las denomina “énergie cinetique” y “énergie quiescent” (o “tonique”). En termodinámica y en bioenergética, la energia libre es otra cosa que se refiere a las conversiones o transformaciones de la energía en energía química, o en calor, o en electicidad, o en luz, o en trabajo, en relación con la entropía. Energie libre de Helmhotz, o energía libre (ou enthalpie) de Gibbs.
La energía libre y la energía ligada de Freud son conceptos sui generis que corresponden exclusivamente a su propia concepción del inconsciente, y que si abandonan su connotación económica, analógica al sistema neuronal, se acomodan sin gran distorsión, bajo la denominación de liaison y déliaison, a las relaciones semánticas de los contenidos mentales.
Bibliografía
1 Peirce, Charles S. : Comment se fixe la croyance. (Noviembre 1877 . En : Textes anticartésiens. Ed. Aubier, Paris, 1984. pp. 271-274
2 Bachelard, Gaston: La formation de l'esprit scientifique. Vrin, Paris, 1980. p. 14. [Traducción castellana : Ed. Argos, Buenos Aires, 1948. p.6]. Bachelard agrega : «De una manera muy visible, puede reconocerse que la idea cientifica demasiado familiar se carga con un concreto psicológico demasiado pesado, que ella amasa un número excesivo de analogias, imágenes, metáforas, y que poco a poco pierde su vector de abstracción, su afilada punta abstracta.» p.17 [Edic.francesa : p. 15].
3 Green, André : Pulsion. Encyclopaedia Universalis France, 1995.
4 Fairbairn, W. Ronald D,: Psychoanalytic studies of the personality. Tavistock Publications, Londres, 1952 ( cito de la version en castellano: Estudios psicoanaliticos de la personalidad. Hormé, Buenos Aires, 1962,p.44.)
5 Cf. por ejemplo : Nouvelles conférences d'introduction à la psychanalyse. Gallimard, Paris, 1984. XXXII Conf. p.122
6 Fairbairn, R. : Op.cit., p.162
7 Buenos Aires, Tomo XIII, N° 4
8 Baranger,Willy : Problemas del campo psicoanalitico. Ed.Kargieman, Buenos Aires, 1969, p.16
9 Vocabulaire de la psychanalyse. P.U.F., Paris, 1967, p.214
10 Widlöcher, Daniel : Métapsychologie du sens. P.U.F., Paris 1986. p.44
11 Widlöcher, D. : Lois-ponts et niveaux d'observation . In: Le cerveau et l'esprit. CNRS éditions, Paris, 1992. p.19
12 Freud, Sigmund : Métapsychologie . Gallimard, Paris, 1968. pp.20-21
13 Ibid.
14 Por ejemplo, ver la referencia al "ritmo" (Le problème économique du masochisme. Oeuvres complètes. P.U.F., Paris, 1992. Vol. XVII, p.12). Pero en 1924, la referencia "temporal" ligada à la cualidad que en L'Esquisse (el Proyecto) de1895 concernía solamente a las sensaciones conscientes, se vuelve fundamental, y el carácter cualitativo se extiende hasta alcanzar al mismo"principio de placer". La equivalencia entre "principio de constancia" y "principio de placer" desaparece.
15 Nouvelles conférences d'introduction à la psychanalyse . Op.cit., p.130
16 Esquisse d'une psychologie scientifique. In : La naissance de la psychanalyse. P.U.F., Paris, 1979. p.339
17 Métapsychologie. Op. cit., pp.78-79
18 Introduction à la psychanalyse. 1915-1917. Payot, Paris, 1922-1961. p.184. Cf. Ritvo, Lucille B.: L'ascendant de Darwin sur Freud . Gallimard, Paris, 1992. p.152
19 Oeuvres complètes. PUF, Paris, 1991. Vol. XVI , pp.263 et 269
20 Pour introduire le narcissisme . PUF, Paris, 1969-1972. p.86
21 Cf. por ejemplo el capítulo XLVI : De las Tinieblas, del Leviatán. Fondo de Cultura Económica, México, 1940. p. 553. [Des ténèbres, du Léviathan. Ed. Sirey, Paris, 1971. p.683]. Las posiciones respectivas de Boyle y Hobbes son tratadas en détalle en el libro de Steven Shapin et Simon Schaffer : Léviathan et la pompe à air. Ed. La découverte, Paris, 1993.
22 Citado por Georges Canguilhem en el artículo Vie de la Encyclopaedia Universalis, 1995. Vol. 23, 546.
23 Para contradecir a Voltaire que anotó en su Dictionnaire Philosophique : "Les âmes des bêtes sont des formes substantielles, a dit Aristote, et, après Aristote, l'école arabe, et, après l'école arabe, l'école angélique, et, après l'école angélique, la Sorbonne, et, après la Sorbonne, personne au monde." Art. : Bêtes.
24 En Canguilhem, op. cit.
25 Farley, John et Geison, Gerald L. : Le débat entre Pasteur et Pouchet : science, politique et génération spontanée au XIXème siècle en France. En : La science telle qu'elle se fait. Ed. La découverte, Paris, 1991, p.99 Le Moi et le Ca.En: Essais de Psychanalyse. P.B.Payot, Paris, 1972. p.192
27 Schopenhauer, Arthur : Le monde comme volonté et comme représentation. PUF., Paris, 1966. Livre deuxième, p.27.
28 Nietzsche, Friedrich: La naissance de la tragédie . Gallimard (folio), Paris, 1977. p.32
29 Cf. el capítulo sobre Instinct et pulsion dans Freud et Nietzsche de Paul-Laurent Assoun. PUF, Paris, 1980.
30 Es interesante subrayar que la tentativa de sistematización de 1915 es dependiente del modelo organicista-energético, y que no tiene en cuenta las nociones que la contradicen explicitadas, una en "Introducción al Narcisismo" (fracaso del primer dualismo pulsional) y otra escrita casi simultáneamente, en Deuil et mélancolie ( la construcción del objeto interno).
31 Métapsychologie. Op. cit. pp.15 et 17
32 Gallimard, Paris, 1987. p.66.
33 Essais de psychanalyse . P.B.Payot Paris, 1972
34 Pulsion et destin des pulsions. In Métapsychologie. Op.cit.,p.12
35 Diecisiete años después de la Métapsychologie -Freud tiene entonces 76 años- la referencia a la relación entre la "observación" y las "ideas generales" présente en la XXXIIè. Conférence ha perdido la agudeza del propósito : Freud llama a las "ideas abastractas" nuestra concepción, y las define como las "representaciones abstractas correctas" que deben ser aplicadas "a la materia bruta de la observación". Pero, nos parece claro hoy en dia que la dicotomía hecho/valor debe ser abandonada después del último ensayo infructuoso del positivismo lógico. Como dice Putnam : «el vocabulario que se utiliza para describir los fenómenos es lo que recorta los fenómenos en eso que se llama en consecuencia los objetos.» [«le vocabulaire que l'on utilise pour décrire les phénomènes est ce qui découpe les phénomènes en ce que l'on appelle ensuite des objets.»]Définitions. Ed. de l'éclat, Combas, 1992. p.57
36 El término hipóstasis debe ser comprendido en su sentido habitual peyorativo. En ese sentido la hipóstasis désigna una entidad, une abstraction, fictiva pero substantificada y presentada como existiendo en la realidad. El Vocabulaire de Lalande dice del verbo hypostasier : "transformer une relation logique en une substance, au sens ontologique de ce mot." (transformar una relación lógica en una sustancia, en el sentido ontológio de este término) 37 Trois essais sur la théorie sexuelle. Gallimard, Paris, 1987. p.108
38 "Psychanalyse" et "Théorie de la libido". In : Oeuvres Complètes.Op.cit., Vol.XVI, pp.205-206
39 Trois essais sur la théorie sexuelle . Op.cit., p.158
40 Ibid. p.61
41 Nouvelles conférences. Op.cit., p.139
42 Ibid., p. 142
43 Citado por Harry Guntrip in : Estructura de la personalidad e interacción humana. Paidos, Buenos Aires, 1965. p.252 (Original inglés éditado por The Hogarth Press, Londres.)
44 Trois essais. Op.cit., p.83
45 Inhibition, symptôme et angoisse. PUF, Paris, 1951/1975. p.24.
46 Tengo que excusarme por presentar tan simplificadamente las relaciones entre los "estados cerebrales" y los "estados mentales", problema que suscita actualmente una discusión apasionante y compleja. Sobre la "causalidad" en esta problemática bien dificil, propongo la bibliografía siguiente, que contiene posicions divergentes : el artículo ya citado de Widlöcher sobre las Lois-ponts ; Pascal Engel : Causalité mentale et niveaux de causalité. In Revue Philosophique. PUF, 1995, N°1 ; John R.Searle: L'Intentionalité. Ed. de Minuit, Paris, 1985 ; Vincent Descombes : La denrée mentale. Ed. de Minuit, Paris, 1995 et Les institutions du sens, même éditeur, 1996.
47 Nouvelles conférences d'introduction à la psychanalyse. Op. cit. pp; 118 et 122,
48 Ibid., pp. 136-137
.