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domingo, 31 de mayo de 2009
Mensaje en blanco y negro
por Enrique Pinti
En una de esas tardes en las que la televisión parece confabularse para no ofrecer nada potable a pesar de la cantidad de canales de aire y cable a nuestra disposición, de pronto surge alguna vieja película que, más allá de retrotraernos a edades más felices, nos pueden dar sorpresas o, mejor dicho, confirmaciones de pautas y principios que no por olvidados o tergiversados dejan de tener valor y significación. Fue lo que al dinosaurio que firma esta columna le ocurrió días atrás cuando el control remoto de la tele lo llevó a una película norteamericana de 1948 dirigida por el gran Frank Capra, ese que nos hizo y hace lagrimear con Qué bello es vivir . El film en cuestión se llama Estado de la Unión y está protagonizada por una de las parejas más características y queridas de aquellos años: Spencer Tracy y Katharine Hepburn, que encarnan a un matrimonio en el que él es candidato a la presidencia por el Partido Republicano y ella, una liberal de clase media alta. Es curioso, o no tanto, que los personajes reflejen la personalidad que Tracy y Hepburn tenían en la vida real: él, casado, conservador y, por lo tanto, contrario al divorcio, y ella, liberal aristocrática, transgresora pero íntegra y profundamente enamorada de ese hombre que sólo podía ofrecerle el papel de "la amante" en una época en que la pacatería y las apariencias pesaban y mucho, aun en un ambiente glamoroso como era el show business hollywoodense. En la película, cada uno de ellos representa formas aparentemente opuestas de juzgar la realidad social de la posguerra, pero que tenían en común el amor por su país y su sistema. Cuando describe el entorno de operadores políticos, organizadores de campaña y agentes de prensa del Partido Republicano, Capra pone el acento en la falta de sensibilidad social, la corrupción, la prepotencia de los millonarios y la ausencia de escrúpulos de sus integrantes. Es por eso que, al comprobar la bajeza que lo rodea, el candidato comienza a escuchar más a su mujer, a la gente más pobre y a sus propios sirvientes, y decide aprovechar los medios para poner en evidencia los turbios manejos de los carcamanes reaccionarios que lo rodean.
En un memorable discurso final, el candidato, en su propia casa, y rodeado por su esposa y sus hijos, lidera una banda de música que ejecuta el himno nacional y marchas patrióticas varias, y comienza a hablar -ante el espanto de sus asesores, que al principio no se atreven a cortar la transmisión en vivo por temor al escándalo- acerca de las bases del sistema democrático que, para él, son la justicia para todos en una sociedad con oportunidades y sin privilegios de ninguna clase. Dice, y es importante recordarlo, que un país no es un gran país porque un grupo de poderosos haya hecho mucho dinero; aclara tajantemente que la grandeza no se consigue con la ambición de ser los más ricos, sino con la idea fija de que no hay país poderoso con indigencia y pobreza, que no se gana nada siendo un imperio basado en la multiplicación especulativa del dinero por el dinero mismo, que la verdadera misión de la democracia es ayudar a los más pobres de cualquier parte del mundo para que no aparezcan profetas que, basados en la injusticia, el hambre y la explotación, tientan a pueblos postergados con aventuras totalitarias que, en el mejor de los casos, lo más que pueden ofrecer es un trueque infame de pan seguro por falta absoluta de libertad para opinar y disentir. Afirma, sin que le tiemble la voz, que un ciudadano sin trabajo o con trabajo mal remunerado, sin salud asegurada y sin educación de excelencia es una flagrante injusticia, y si se trata de millones de personas puede llegar a ser crimen de lesa humanidad. Por supuesto que no llegará a presidente, pero ha logrado desenmascarar a los que usan la palabra "democracia" vaciando de contenido el término. Es todo muy Hollywood de los años 40 con final feliz y beso de la pareja al compás de Leven anclas ; ya sabemos que no es tan fácil la cosa, pero lo que dice el personaje del candidato queda flotando en el aire y vuelve a poner sobre el tapete algo tan simple y complicado a la vez: la pobreza es el peor negocio que el mundo de los negocios puede crear; la falta de oportunidades y la corrupción política, administrativa y judicial son las peores inversiones, y esto era cierto en los Estados Unidos en 1948 y sigue siendo absolutamente vigente de la China a la Argentina y de Rusia a Ruanda en el 2009. ¿Seguirán los discursos vacíos contradiciendo la espantosa realidad? Este dinosaurio espera que no sea así y que las pequeñas verdades de la sensatez ganen la batalla por la dignidad.
La Nac`´on 31/5/2009.-
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Variaciones sobre lo mismo*
por Stella Maris Aguilera
La última enseñanza de Lacan cuestiona la palabra concebida como comunicación.En disyunción con la estructura del lenguaje está lalengua que se burla del léxico y de la sintaxis y se abre a los equívocos. Como la esencia lúdica del Witz freudiano o el canturreo de los poetas chinos, convertidos en el decir de quien lo enuncia a partir de las variaciones fonéticas expresadas mediante un lenguaje inédito. Desde los tropiezos de la palabra enunciada por el sujeto podemos situar el goce de un- cuerpo. El hablar solo, que al girar en redondo, diciendo, repite el síntoma. El psicoanálisis hace uso de esta vía en tanto maniobra del significante fuera del cálculo que conduce a la verdad, falso saber que comporta el goce.
Las variaciones están siempre asociadas a algo que se altera, que cambia, que muda o se transforma y surge como producto una cosa diferente de lo que era; se refiere también a una persona que declina una manera de ser por otra. Algo del orden de lo fortuito, lo imprevisto, lo singular.
En términos marítimos significa que la aguja de la brújula no encuentra una coincidencia entre el polo terrestre con el magnético, y en gramática es la posibilidad de que ciertas palabras adopten distintas formas para los distintos casos.
Casos que dependen de cada ocasión, de cada realización individual, y aun en la declinación gramatical están supeditados al accidente, a la posibilidad de variación que tienen unas palabras para expresar esa relación en que están insertadas con otras en una misma oración. Desde la matemática está vinculada a la variable de una magnitud que puede tomar distintos valores numéricos.
Variaciones freudianas que constatamos en el Witz, convertido en el decir de quien lo enuncia a partir de las resonancias fonéticas que pueden expresarse en diversas formas lingüísticas, donde el pensamiento falla en "palabras que lo reflejen con igual justeza[1]", de una forma rara, más aun, disparatada; allí, en la errancia, el cuerpo se satisface, y a partir de la risa algo conmueve ese cuerpo. Freud dice que "se lo ha de buscar (…) en el texto de su expresión[2]". Como el familionario de Heine, esa palabra mixta sin sentido, reducida a su máxima brevedad a partir de la condensación que la convierte en una lengua poética transmudando la amargura. Reducción que "sólo es posible si modificamos la ilación del pensamiento[3]"porque conduce a una pérdida. Lo esencial para Freud es el desvío. "En ese sin sentido chistoso se esconde un sentido[4]" que convierte al sin sentido en chiste. Eso que en el texto no alcanza, "esa laguna sin entender[5]", vinculada a significaciones extranjeras que producen el efecto de sorpresa y "permiten pasar la puerta más allá de la cual no queda nada por encontrar[6]".
Formación tendenciosa de una ingeniosa invención que hace posible la satisfacción de una pulsión "contra un obstáculo que se presenta en el camino[7]". Rodeando el obstáculo, el disparate extrae el placer de la misma fuente que se había vuelto inaccesible. Al modo en que se forman los caminos de los síntomas, esos Wege de Freud que por una parte son caminos de retorno de la libido en tanto apuntan a la satisfacción libidinal, pero por otra parte son también Umwege, rodeos pulsionales, desfiguraciones y aligeramientos libidinales en el propio síntoma, correlativos de la finalidad de la pulsión, siempre la misma.
"Lo que deviene la pulsión supone representar, por excelencia, el resultado de la acción del significante sobre el cuerpo[8]". En la hiancia, entre la constancia pulsional y la envoltura del síntoma, Freud instala la fantasía, esa soldadura que articula por un lado la pulsión y por otro lado el inconsciente que busca realizarse, "engendrado por la privación y la añoranza[9]" y que le sirve a cada uno de consuelo.
Sueños diurnos que con gran interés "se los cultiva con esmero[10]". La razón repitiendo cosas, el hablar solo al girar en redondo, diciéndolas, repite el síntoma. "El autismo como el estado nativo del sujeto[11]" en su relación con el cuerpo. El único amo es la conciencia, que lo que dice del inconsciente no es más que embrollo, tropiezos que trazan las marcas de su goce.
Para Lacan las variaciones se formalizan a propósito del síntoma cuando crea ese neologismo de la varité[12], condensador de diversas significaciones. La verdad (verité), la variedad (varieté), la variabilidad (variable) y la verificación (verificable).
Referida al discurso en el transcurso de un análisis, articula los efectos producidos entre la mentira y la verdad. El análisis como un largo camino-miento. La verdad que miente en el análisis porque sólo puede decirse a medias, esa verdad hermana del goce, la de la relación sexual que no existe. Verdad a partir de la cual se construye una variable de los síntomas en su radicalidad de sentido sexual.
El analizante dice lo que cree verdadero, aunque el analista sepa que lo verdadero sólo puede hablarlo de costado, porque es lo que en verdad el analizante ignora. Sin embargo el analista calla, hace silencio, no se pronuncia, espera esa verdad al modo del enigma, "no la verdad que habla claro, sino aquella que se esfuma apenas aparece[13]".La verdad que en condición de tal está envuelta de apólogos, de vaguedades, de opacidades y discordancias.
A partir del artificio del análisis los pensamientos sitian al sujeto porque lo que el analista escucha no será tomado al pie de la letra. Es la verdadera vía que conduce a la verdad que despierta, esa que depende de la puntuación que él hace de los dichos que escucha de aquello que su analizante cree decirle. Operando con el sentido pero sólo con el fin de reducirlo, inyectando a partir de la interpretación algo de lo real recusado en la materialidad de eso que el analizante dice. Verdadera manipulación interpretativa que toca el cuerpo y conduce a una pérdida de goce.
Si el síntoma es ese obstáculo a la verdad que no cesa de escribirse, la varité es lo que el analizante dice intentando verificarse, al ubicar el síntoma como aquello que no anda, siempre el mismo. De este modo la verdad se torna la variable de esa doble faz del síntoma, verdad que por ser a la vez una mentira puede decirse sólo a medias, porque no todo puede ser dicho desde el sentido que abreva en la intención de significación que, según Lacan, tapona y adormece. Lo que el analizante dice entonces, esperando verificarse, no es la verdad, sino la varidad del síntoma.
A partir del forzamiento de la escritura poética el analista puede hacer resonar otra cosa que el sentido, pero no del lado de lo bello de la poesía, porque también adormece. Es necesario que tomemos la resonancia del cuerpo que expresan los poetas chinos. Ellos canturrean, se expresan por la escritura y no pueden hacerlo de otro modo que escribiendo. Un contrapunto que se desliza desde el tono hacia la modulación que produce el canturreo.
"En el dialecto de Pekín, las oposiciones de altura en la pronunciación de las vocales pueden tener un valor diferencial. Estas alturas se llaman tonos. En este dialecto existen cuatro, y es la escritura de cada uno de los tonos la que nos indica su significación[14]". El grupo fonemático chu, por ejemplo, puede conducirnos al equívoco, porque simultáneamente significa cerdo, bambú, señor, habitar, vivir. Pero la escritura de los signos condiciona la modulación subordinada a partir del tono que se le imprima.
Si existe lalengua y existe un-cuerpo, la relación descansa en lalengua que apunta a la palabra tomada materialmente, desde la fonética que hace pareja con la escritura, la cual está en las antípodas de lalengua que se descarga del peso de la gramática con sus leyes."Lalengua absorbe lo que se dice. No tiene negativo. Se burla tanto del léxico como de la sintaxis, se abre a los equívocos[15]"
"Es todo tanquedado", es lo que escucho decir a una analizante en las entrevistas preliminares posibilitando la instalación del significante de la transferencia. "La mandé cogermán", es lo que interpreto de los dichos de un paciente al referirse a los rechazos insistentes de una histérica. Equívoco que abre la vía hacia lo más propio del sujeto sostenido desde el fantasma.
Significantes desprendidos de la semántica para lo cual se estrechan el sonido y el sentido en una verdad que se especifica por ser poética. Al igual que en el Witz, el equívoco como procedimiento orienta la interpretación al apropiarse de su esencia lúdica. Supone traer esa regulación que es el lenguaje hacia los juegos posibles en la lengua.
Que la poesía sea útil es algo que se encuentra como un beneficio que se añade. Hallamos así el eco de lo planteado por Lacan respecto de los efectos terapéuticos en el psicoanálisis aplicado, que más allá, también vienen como agregado.
* Ponencia presentada en las XVI Jornadas Anuales 2007 de la EOL "Variaciones de la cura analítica hoy".
Notas
1-
Freud, Sigmund, "El chiste y su relación con lo inconsciente", Vol. VIII, Amorrortu., Buenos. Aires, 1991, p. 18.
2-
Ibídem, p.19.
3-
Ibídem, p.50.
4-
Ibídem, p.55.
5-
Ibídem, p.83.
6-
Miller, Jacques- Alain, Curso 2002, "Un esfuerzo de poesía", Inédito, p.11.
7-
Freud, Sigmund, Op. Cit., p.95.
8-
Miller, Jacques-Alain, Curso del 7/3/2007, "La orientación lacaniana", Inédito.
9-
Freud, Sigmund, "Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad", Vol. IX, Amorrortu., Bs. As., 1991, p. 141.
10-
Ibídem, p.142.
11-
Miller, Jacques-Alain, Op. Cit.
12-
Lacan, Jacques, El Seminario XXIV, "L’insu…", Clase 11, 19 /4/77, Inédito.
13-
Miller, Jacques-Alain, Curso 2002, "Un esfuerzo de poesía", Inédito.
14-
Aguilera, Stella Maris, "Insensatas resonancias", www.elsigma.com, sección Arte y Psicoanálisis.
15-
Miller, Jacques-Alain, Curso 2007, "La orientación lacaniana", Clase citada.
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Francisco Matos Paoli en nuestreo rincón poético
Verdor que salta
Inminencia, celeste inminencia
de días que son pájaros,
de pájaros que son venas.
Frescas corolas que se imantan
más allá de mi abismo.
Un ritmo aparte que mitiga
la ausencia en que me hallo.
Algo como un dolor que acorta la distancia
del cielo.
Tendré un nuevo ser.
Un ritmo cenital que me hace libre
de todos los augurios de la tierra.
Verdor incontenible.
Verdor que salta
hasta alcanzar el triunfo
de lo que ha sido
en mí la noche plena.
Francisco Matos Paoli ( Lares, Puerto Rico); 9/5/1915 - (San Juan, Puerto Rico 10/7/2000), poeta y escritor.
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lunes, 25 de mayo de 2009
La salvación
Por Isidoro Blaisten*
Buenas tardes, señor -dijo el viejo-, ¿qué desea?
-Señor -dijo el hombre que buscaba la salvación-, ¿tiene algo que me salve?.
El viejo dejó el lápiz encima de la boleta, lo corrió justo hasta el borde del talonario, cerró las tapas, apoyó las manos sobre el mostrador, ladeó la cabeza, y se lo quedó mirando por encima de los lentes.
El hombre ya empezaba a ponerse nervioso.
Por fin, el viejo dijo:
-Ajá, ¿conque algo que lo salve?
-Sí. ¿Tiene? -preguntó el hombre esperanzado.
El viejo tiró de la punta que asomaba apenas, extrajo el lápiz y dio unos cuantos golpecitos en el mostrador.
-Conque algo que lo salve -dijo nuevamente.
"Qué despacioso", pensó el hombre, "parece un telegrafista".
El viejo arrugó la cara y miró los estantes de arriba, con un ojo achicado, como si estuviera recordando. Después volvió a observar al hombre, salió de atrás del mostrador, y se alejó hacia el fondo del local, que era muy largo y bastante oscuro. Regresó empujando lentamente una escalera con rueditas, que estaba unida por un riel a los estantes de arriba.
El hombre notó que el viejo renqueaba un poco de la pierna derecha. Creyó que iba a subir, porque ya había apoyado la escalera, muy cerca de él, como a cinco pasos, pero el viejo la sacudió un poco verificando la solidez de los peldaños, se sonrió y dijo:
-Ahora, señor, si usted se diera vuelta...
-¡Eso nunca! -dijo el hombre con el rostro demudado y haciendo un ademán de irse.
- Por favor -dijo el viejo sonriéndose más todavía-.
Por favor -volvió a decir-. No me interprete mal. Tiene que ser sin mirar. Dese vuelta y cierre los ojos.
El hombre se dio vuelta y cerró los ojos.El viejo tardaba. Por fin oyó que subía, respirando fuerte, como si le costase.El hombre hizo un amago de girar el cuerpo. Desde lo alto escuchó la voz del viejo.
- Ah, no, así no vale. Ya le dije que tiene que ser sin mirar. Dese vuelta y cierre los ojos. ¡Y no espíe, eh!
El hombre apretó fuertemente los párpados, tanto, que la cara se le distendió en una mueca, como si estuviese riendo con la boca cerrada.
Atrás, arriba, el viejo estaba revolviendo algo, alguna mercadería, que hacía ruido a lata. De pronto el sonido cesó.
El hombre sintió que el corazón le empezaba a latir apresuradamente. Tu vo miedo. El viejito no la podía encontrar.Ya la había vendido toda. Se daría vuelta en la escalera, y le diría:
- Señor mío, lo siento mucho. No queda más. Ya puede mirar. Y bajando despaciosamente los escalones, agregaría:
- Hasta la semana que viene no hay nada que hacer... Usted tendría que darse una vueltita el jueves, o más seguro el viernes.
Entonces él, saturado de cansancio, preguntaría por rutina:
-Y dígame, señor, ¿no sabe dónde se podrá conseguir por acá cerca?
-Pero no le estoy diciendo, señor, que la semana entrante la recibimos seguro -insistiría el viejo ya un poco amoscado y apoyando la pierna renga en el suelo.
-No, no puedo esperar. Gracias -y tendría que irse, y suicidarse con bicloruro de mercurio.
Pero no fue así. El viejo seguía revolviendo cosas. "Probablemente debe de haber cajas de cartón, también", pensó el hombre, porque por momentos el ruido a lata se amortiguaba.
El viejo dijo:
-Ajá, já, por ai cantaba Garay.
Por la forma como le salió la voz, parecía que estaba tironeando de algo. "Como si estuviera sacando una muela", pensó el hombre.
-Ya está -dijo el viejo.
El hombre dio un salto. Una media vuelta como los soldados.
- Ah, no -dijo el viejo desde arriba-, sin darse vuelta.
El hombre volvió a su posición. No había alcanzado a ver más que el saco color gris rata del viejo, un poco del pantalón marrón, de un marrón muy antiguo, porque le trajo un recuerdo impreciso de cuando era chico, y dos rayas anchas y blancas.
La escalera empezó a crujir. El viejo bajaba. Al hombre le pareció que el descenso se le hacía interminable. De frente, escondiendo algo detrás de la espalda, el viejo tarareaba las palabras como los chicos:
-Ya está, ya está, ya está.
Llegó hasta donde estaba el hombre.
- Ahora, sin espiar, se me va a dar vuelta para el otro lado -dijo.
Y le apoyó la mano libre en el hombro, lo ayudó a girar, y verificó que tuviese los ojos bien cerrados.
-¿Ya está? -preguntó el hombre.
-Ya va a estar, ya va a estar -dijo el viejo pasando detrás del mostrador.
Hizo un ruido con la bobina que al hombre le pareció raro, sobre todo al tirar del papel y al cortarlo. Pensó que ya estaba exagerando. "Cuánta parsimonia", se dijo. "Evidentemente, ya está haciendo el paquete. "Y lo que el viejito le estaba por vender debía de ser bastante pesado, porque hizo un ruido contundente al ponerlo sobre el mostrador.
- ¿Ya está? -volvió a preguntar el hombre, impaciente, aunque sabía que no estaba, porque recién, recién el viejito lo había acomodado para envolverlo.
-Ya va a estar, ya va a a estar -y el hombre oyó nítidamente el crujido del primer doblez.
Además, pensó, debía de ser cuadrado, porque el viejito hacía los pliegues con golpes secos, como siguiendo con la palma de la mano unos ángulos rígidos.
Ahora le estaba poniendo el piolín.
El viejo cortó el sobrante del hilo. "Seguro que con un alicate", pensó el hombre. Después el viejo golpeó con el paquete ya hecho sobre el mostrador y dijo, canturreando la a final como dándole la seguridad al hombre de que efectivamente había terminado:
-Ya está.
El hombre primero abrió los ojos, después sacudió la cabeza como un nadador que sale del agua, se dio vuelta y miró el paquete.
El viejo lo sostenía colgado del moñito, con dos dedos, en un gesto casi gracioso. El hombre vio que tenía forma de prisma, y que estaba eficientemente hecho, con papel madera verde.
"La verdad, que da gusto", pensó. Y sonriendo, lo agarró con las dos manos, como si sacara la sortija.
Lo tuvo un momento contra el pecho. Después, como si recapacitara, lo puso debajo de la axila, y metiendo la mano en el bolsillo del pantalón, preguntó apurado:
-¿Cuánto es?
- Novecientos noventa y cinco pesos -dijo el viejo-. ¿Necesita factura?
-No, no hace falta -dijo el hombre.
El viejo rebuscaba en el cajón del mostrador. El hombre hizo un gesto con la mano rechazando el vuelto.
- Está bien, señor, déjelo.
- Valiente -dijo el viejo dándole una moneda de cinco pesos-.Que lo pase usted bien. Buenas tardes -Y se agachó para recoger el lápiz que se había caído.
El hombre apretó el paquete y salió. Recién entonces se dio cuenta de que al abrirse la puerta, sonaba como un carillón, o una caja de música.
El paquete era más o menos como un ladrillo, no tan grande, como le había parecido al verlo, ni tampoco tan pesado.El hombre deshizo el nudo con impaciencia, y consiguió desenvolver la primera vuelta del hilo, porque el viejo le había dado dos. Cuando le estaba sacando los parches de dúrex, y mientras pensaba: "Qué curioso, no me había dado cuenta de que le había puesto dúrex. Prolijo, el viejito", lo atropelló el Mercedes de color verde musgo.
Prácticamente le aplastó la cabeza con la rueda izquierda.
Se juntó un montón de gente.
Lo taparon con una bolsa de cal, que un corredor de seguros mandó traer enseguida de la obra en construcción que estaba al lado.
Cuando llegó la ambulancia, todos se corrieron y le dejaron paso. Deportivamente, bajaron el chofer y el practicante; parecían dos jugadores al entrar a la cancha. Trotaron hasta el hombre, se agacharon, lo destaparon y se miraron entre ellos.
El practicante quiso saber qué había en el paquete. El muerto lo sostenía apretado contra el pecho. Trató de abrirle las manos, pero no pudo. Tampoco pudo separarle los dedos. Entonces lo llevaron al hospital Pirovano. Lo bajaron con camilla y todo, y lo dejaron en la guardia, encima de otra camilla verde, con las patas despintadas.
El enfermero fue a llamar a la doctora.
Vino la doctora. La doctora era joven y gorda. Hablaba como un hombre, y decía malas palabras. Cuando lo destapó, hizo un gesto negativo con la cabeza.
Sintió curiosidad por el paquete. Intentó sacárselo. El practicante le dijo que no era tan fácil, que él ya había probado.
La doctora dijo, poniendo cara de inteligente: "Es que los muertos son muy duros". Y el practicante dijo: "Sí, parecen hijos de vascos".La doctora tironeó de los restos del dúrex, y los desprendió. Sacó el papel nerviosamente, el doble papel, porque el viejo había sido muy minucioso. Entonces su expresión cambió. Su cara tenía ahora un visaje de asombro y desencanto.
La doctora creyó necesario hacer una frase entre el silencio de todos. La ocasión era propicia y a la doctora le gustaban mucho las frases. Miró alternativamente al enfermero, al chofer y al practicante, y dijo:
- Vean a qué cosas se aferran los seres humanos.
* Isidoro Blaisten nació en 1933 en Concordia, Entre Ríos. Fue periodista, fotógrafo y librero. Publicó catorce libros, entre ellos: Cerrado por melancolía (cuentos), Cuando éramos felices (ensayos), Al acecho (cuentos).Murió en 2004, año en que se editó su única novela: Voces en la sombra. "La salvación" pertenece al libro de cuentos del mismo nombre (1971).(c) Herederos de Isidoro Blaisten.
Revista El Monitor N° 7
Ministerio de Educación
Presidencia de la Nación
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jueves, 21 de mayo de 2009
Clonación: Mitos y Realidades
por Dr. Lino Barañao*
Clonación animal: más cerca de Disney que de Frankenstein
¿Cuál es el efecto más evidente de la clonación? La clonación ha sido un poderoso destructor de dogmas, tanto en la ciencia como en la religión y eso nadie lo suele comentar, así que me voy a referir a eso en particular. Sucintamente la clonación se basa en tomar una célula donante y unirla a un ovocito al cual se le ha sacado el material nuclear original, obteniendo así un embrión sintético. Esta técnica, denominada transplante nuclear, se conocía desde hace varias décadas, pero se hacía solamente con células embrionarias como donantes. ¿Por qué? Porque se pensaba que solamente las células embrionarias era totipotenciales, es decir que tenían la capacidad de generar todos los tejidos y por lo tanto podían dar origen a un organismo completo. Se creía que a medida que la célula se diferenciaba, para dar por ejemplo neuronas, células musculares, etc., perdía esa potencialidad y adquiría un repertorio cada vez más restringido de posibilidades de cambio hacia otros tejidos. Como esto ocurría sin que las células perdieran ADN debía haber algo que impedía, en forma irreversible, la expresión de determinados genes.
Esto es, usando una analogía informática, como si hubiese programas que no se podían ejecutar nuevamente una vez que se había corrido el programa de desarrollo embrionario. Por lo tanto se asumía que las células de los individuos adultos, diferenciadas, no servían para generar embriones viables y por lo tanto había que partir de células embrionarias.
Esta noción se mantenía más que nada, no porque hubiese una justificación racional, sino porque un prestigioso investigador, Davor Solter, que trabajaba en Ginebra, trató de reproducir las experiencias de otro llamado Karl Illmensee quien había comunicado la clonación de ratones, y no lo logró. Solter, probó cien veces, no lo logró y publicó en “Science” un artículo en el que afirmaba que “la clonación de animales por simple transplante nuclear es biológicamente imposible”, con lo cual selló el destino de la clonación por veinte años. Tal como destaca Gina Kolata en su libro “Clone" (1) a partir de esto, ningún investigador serio iba a lograr un subsidio para hacer clonación. Por eso se clonaron primero vacas y ovejas. Porque los que trabajaban en producción de animales, le habían prometido a los productores que iban a clonar su vaca campeona, no le podían decir a las empresas que los financiaban, que un prestigioso científico había afirmado que lo que intentaban hacer era “biológicamente imposible”.
En este punto yo puedo aportar una experiencia personal. En el año 94, presenté un pedido de subsidio a una convocatoria conjunta de la Fundación Antorchas y el British Council para hacer estudios preliminares sobre clonación en bovinos. La contraparte era un grupo desconocido del norte de Escocia, en el Instituto Roslin. Este grupo, liderado por Ian Wilmut y Keith Campbell, estaba trabajando en el transplante nuclear para hacer clonación en ovejas. Ese subsidio no me fue otorgado, y aparentemente no fue por mis antecedentes (tiempo después obtuve un subsidio similar para trabajar en biología molecular con un grupo alemán) sino porque la temática no parecía tener futuro. De hecho, años después encontré a Keith Campbell, “padre” de la luego famosa oveja, en un congreso y comentó irónicamente “si nos hubiesen dado el subsidio de Antorchas tal vez Dolly hubiese nacido antes”.
La cuestión es que el dogma irrefutable sobre la imposibilidad de clonar a partir de una célula diferenciada fue destrozado por el simple balido de una oveja.
En realidad incluso Campbell y Willmut, no estaban convencidos de que esto no fuera así. Ellos habían logrado clonar ovejas a partir de células embrionarias y decidieron verificar el dogma (2). El experimento debía demostrar que en términos de producción de embriones viables las células embrionarias eran mejores como donantes que las fetales y éstas que las obtenidas de una oveja adulta, a partir de las cuales no debían producirse resultados positivos. A los efectos de tener resultados concluyentes hicieron un número considerable de intentos, unos trescientos con células embrionarias y otros tantos con células fetales de adulto. Tan convencidos estaban de los resultados negativos a obtener con células de adulto que tomaron simplemente unas células de glándula mamaria que estaban en una congeladora desde hacía años. Pero de trescientos intentos con estas células, uno anduvo. O sea, que técnicamente Dolly, fue un control negativo que falló. Y a partir de allí hubo que reveer todo.
Obviamente, antes de descartar el dogma lo que fue cuestionado fue el experimento. Pero luego de descartar todos los posibles artefactos o errores experimentales hubo que aceptar que una célula diferenciada podía dar origen a un organismo completo. Al poco tiempo además, Jean Paul Renard, en Francia, produjo a la vaca “Margueritte” a partir de una célula muscular y en pocos años lo que se había supuesto como imposible ocurría en laboratorios de todo el mundo. Más aún, apareció una nueva revista, “Cloning and Stem Cells” dedicada exclusivamente a publicar experimentos de clonación animal.
Hubo entonces que repensar el tema. Al fin y al cabo ¿cuál es la diferencia entre una cigota (embrión de una célula) y una célula cualquiera? El ADN es el mismo, la diferencia está en que las proteínas que se pegan al ADN y que determinan qué se lee y qué no son distintas. Pero esas proteínas se pegan y se despegan. Si se da suficiente tiempo para que se despeguen y se peguen las otras, se podría intercambiar el ADN de una célula por otra. No es algo irreversible, no se pierde nada, el ADN está igual Eso, básicamente, es lo que ocurre cuando se hace un trasplante nuclear. Los factores de transcripción que están presentes en la célula donante serán diluidos en el citoplasma del ovocito. Los factores de transcripción del ovocito toman el control, entonces se empieza a leer la información que está codificada en el ADN de la célula donante que ha reemplazado al ADN embrionario.
Esto que es una maravilla desde el punto de vista teórico, y constituye el hallazgo de la biología de las últimas décadas, no guarda proporción con algunas de las primeras aplicaciones de clonación.
Uno de los primeros animales clonados fue un toro cebú, llamado “Chance” que era la atracción de un parque de diversiones en Texas, ya que por su mansedumbre se relacionaba convenientemente con el público infantil. El toro, entrado en años, se iba a morir y los dueños querían un clon que fuera tan manso como el original. El grupo de Mark Westhusin en la Universidad de Texas A&M aceptó el desafío. Sacaron células de ese toro y como en ese entonces se pensaba que las células podían estar “envejecidas” decidieron obtener una primera serie de embriones clonados a partir de los cuales obtuvieron fetos y de estos obtuvieron células fetales que dieron lugar a una segunda serie de “clones rejuvenecidos”. En el ínterim, cuando habían puesto los primeros embriones de las vacas el toro se murió y la congeladora donde estaban el resto de las células se descongeló. Esto muestra que si los investigadores americanos quieren, pueden igualar las condiciones de trabajo de Argentina.
Finalmente nació “Second Chance”, que es tan manso como el original, no se sabe si porque es clon o porque fue tan mimado desde el nacimiento por su condición única. Como muchos clones éste tuvo una serie de alteraciones tales como hipertiroidismo, hipoinsulinemia, luego se normalizó y vive, según parece en el mismo circo de Texas que tiene un nuevo motivo de atracción.
Otro caso llamativo es el de “Missy” una perrita mestiza, sin nada de particular, salvo que su dueño es un multimillonario tejano, quien previendo cuánto iba a extrañar al animal si éste moría, ofreció tres millones y medio de dólares a quien se la clonara.
A este llamado se presentaron los grupos más prestigiosos. El ganador del concurso fue el propio Westhusin quien inició el “Missyplicity Project” (3) en su universidad. Hasta el momento no se ha logrado clonar perros, debido a que la fisiología reproductiva de la perra no se puede controlar adecuadamente. Lo que sí se han clonado son gatos. “Copy Cat”, si bien la primera de su especie ni siquiera es igual a la original, porque el color del pelo en los gatos está controlado por genes presentes en el cromosoma X, el cual en las hembras se inactiva al azar.
A pesar de su fracaso en clonar perros, el grupo tejano lejos de quebrar, ofreció el servicio de clonar mascotas. “Genetics, Savings and Clone” (4) ofrece el servicio de almacenamiento de muestras congeladas de biopsias de las mascotas, a cambio de un pago anual, hasta que la tecnología permita clonar a la mascota en cuestión, y es un claro ejemplo de éxito comercial en ausencia de producto. A tal punto que existen competidores como “Lazaron Technology” cuyo nombre claramente hace alusión a la vuelta a la vida, clonación mediante.
Una empresa que sí ha logrado producir clones de vacas y toros campeones comercialmente es Cyagra (5). Esta empresa posee la patente originalmente desarrollada por el grupo de la Universidad de Massachusetts, liderado por Jim Robl en la empresa Advanced Cell Technology (ACT) (6). La otra patente sobre clonación es la que desarrolló el grupo del Roslin y luego compró la Geron Corporation en E.E.U.U. La diferencia entre ambas patentes es sutil y se refiere al estado de las células donantes usadas. El grupo del Roslin afirma que es crítico que las células estén arrestadas en el ciclo celular, en la fase denominada G0, mientras que la patente de ACT cubre las experiencias realizadas con células en proliferación.
La aplicación más rentable de la clonación animal, no obstante, es por el momento la producción de animales transgénicos. En este caso lo que se hace es introducir un gen en los cultivos celulares iniciales. Luego se seleccionan las células que lo han incorporado mediante un gen marcador de resistencia a antibióticos y a partir de las células positivas se hace el transplante nuclear para obtener embriones. De esta forma se garantiza que prácticamente todos los animales nacidos poseen el transgen. En el método anteriormente utilizado para la producción de animales transgénicos, consistente en la microinyección de embriones de una célula, tan sólo el 1% de los animales nacidos era transgénico. Esto implicaba un alto costo en el mantenimiento de hembras receptoras que finalmente producían animales no modificados.
¿Por qué hacer animales transgénicos? Uno de los motivos es la producción de proteínas de interés farmacéutico en la leche. Algunos de los animales de granja han sido criados para producir gran cantidad de proteínas en su leche. Si uno obtiene un animal que produzca una proteína de la leche, en la cantidad que se producen las otras proteínas, dos, tres gramos por litro, haciendo los cálculos se ve, por ejemplo, que para abastecer al mercado mundial de factor VIII de coagulación para el tratamiento de hemofilia, nos hacen falta 2 vacas o 10 ovejas. En forma similar, para alfa1-antitripsina, se requieren treinta y tres mil ovejas, mientras que para el factor IX sólo hacen falta trece ovejas. Para ciertas proteínas como la albúmina que se usan también para producir sustitutos de sangre libre de contaminación por virus, se requieren varias toneladas anuales, lo cuál tampoco es inaccesible dado que una vaca puede producir hasta 80 kg por año de la proteína deseada
El mercado de estas proteínas, de varios cientos de millones de dólares para cada una, sumada a la capacidad de producción tan grande de estos animales hace que los mismos sean tremendamente valiosos.
De hecho puede hacerse la siguiente consideración hipotética: supongamos que alguien le viene a ofrecer una gallina que pone huevos de oro y una vaca transgénica que produce 2 g de activador tisular de plasminógeno por litro de leche, ¿qué comprarían? Haciendo un pequeño cálculo, un huevo de oro pesa más o menos un kilo trescientos y al valor del dólar son unos quince mil dólares por día. Es una entrada importante. Ahora, tomemos la vaca que produce dos gramos por litro de activador de plasminógeno. El valor del mercado de este producto es hoy de unos diez mil dólares el gramo, o sea que está produciendo veinte mil dólares por litro, produce treinta litros por día, produce seiscientos mil dólares por día. Esto indica claramente que la opción más conveniente es la vaca.
Obviamente en esto hay una falacia. El precio del oro no variará sustancialmente si hay una gallina que ponga huevos de ese metal mientras que en el momento que haya una vaca que produzca estas cantidades, el precio del activador de plasminógeno bajaría notablemente. Así y todo el beneficio general producido por la vaca en cuestión sería importante porque permitiría a cualquier afectado por un infarto de miocardio el recibir, a bajo costo, un tratamiento que, aplicado dentro de las dos horas, reduce notablemente el riesgo de muerte. El impacto positivo de la gallina se restringiría al bienestar de su dueño.
Clonación humana: un negocio mediático
Cuando se habla del peligro de la clonación, en lo que uno piensa no es en tiernas terneritas productoras de fármacos sino en seres humanos clonados.
La clonación humana parecía inminente cuando pocos meses después del nacimiento de Dolly, el centro de primates de Oregon produjo a Neti (Nuclear Embryo Transfer Individual) y Ditto (Idem, en inglés). Estos, sin embargo siguen siendo los dos únicos monos que nacieron por transplante nuclear y ni siquiera son clones entre si ya que cada uno provino de células derivadas de embriones distintos.
No obstante, la fotografía de estos monitos recién nacidos evocó en la opinión pública imágenes terribles. Inmediatamente los medios salieron a anunciar que iba a haber ejércitos de clones para misiones suicidas, o para ser sometidos a condiciones inhumanas de trabajo. Eso no resiste el menor análisis económico, por el sencillo hecho de que la gente reproducida sexualmente es mucho más barata. Producir un clon de vaca sale diecisiete mil dólares, un clon humano, en el caso de que eventualmente pudiese lograrse, costaría cientos de miles. No es lógico pensar que aún el más obtuso de los dictadores pudiese pensar en gastar cientos de miles de dólares para crear individuos que pudiesen ser sacrificados años más tarde. Aunque este argumento puede resultar extremadamente cínico, en la práctica son los condicionantes económicos y no los morales lo que determina la aplicación de una dada tecnología.
Por otra parte, en este caso, como en las otras aplicaciones propuestas en los medios, tales como la producción de trabajadores para ser sometidos a condiciones infrahumanas de trabajo, lo de individuos como donantes involuntarios de órganos, lo condenable éticamente, no es la clonación sino, lo que se quiere hacer con los clones.
Estas prácticas contrarias a la ética se aplican hoy en día a cientos de miles de seres humanos sin que se oigan reclamos comparables a los que ha evocado la clonación.
¿Cuál es entonces el peligro de la clonación reproductiva en seres humanos?
El embriólogo Lee Silver (7) plantea un escenario que luce mucho menos inquietante que los mencionados anteriormente. Este autor propone como alternativa más probable para la eventual aplicación de la clonación a seres humanos, de aquí a algo más de veinte años, la de una clientela restringida por ejemplo a mujeres de alto poder adquisitivo, que no hayan encontrado su pareja ideal, deseen ser madres y no quieran recurrir a un banco de esperma o a los servicios de su guardaespaldas o su “personal trainer” para lograr este objetivo. Estas mujeres irían a alguna clínica alejada de los circuitos habituales y volverían luego embarazadas y darían más tarde a luz a una criatura que se desarrollaría y luciría sorprendentemente parecida a su madre. Claro que nunca dirían que esas criaturas son clones para evitar el daño psicológico que les produciría su eventual discriminación por su inusual forma de concepción. Esto puede parecer extraño pero básicamente no es distinto de lo que actualmente ocurre con numerosas mujeres del ambiente artístico que incluso promocionan su calidad de madres solteras. Si el problema es la ausencia de una figura paterna claramente esto no es culpa de la clonación.
Por otra parte, la clonación nunca va a ser una práctica de uso masivo, no va a influir la biología y sobre todo porque el negocio mayor de la clonación no es producir vacas clonadas, no es producir animales transgénicos sino vender diarios y revistas. La clonación es un negocio mediático, y los principales beneficiarios son los dueños de las cadenas y multimedia. Por eso la clonación humana aparece periódicamente como algo inminente. Porque se vende todo cada vez que aparece esa novedad. Yo sospecho además que personajes como Antinori, o la secta de los Raelianos no son totalmente ajenos a este negocio.
Clonación terapéutica: un banco de repuestos propios
Un tema más serio, y con reales posibilidades de aplicación médica, es la denominada clonación terapéutica.
Todo surge a partir de los trabajos de dos grupos americanos quienes demostraron independientemente, que tanto células provenientes de embriones tempranos como de tejido fetal humano eran capaces de diferenciarse dando origen a distintos tipos celulares. Esto aceleró notablemente las perspectivas de usar células stem (8) como terapia para reemplazar tejidos dañados. Las patentes relativas al uso de células embrionarias y fetales fueron adquiridas por la Geron Corporation, compañía que ya venía financiando estos estudios. De hecho la legislación americana prohibe el uso de fondos federales para investigaciones sobre tejido embrionario, con lo cual estos estudios sólo podían hacerse en el ámbito privado. Sin embargo, luego de analizar las posibilidades terapéuticas de estas células, el Comité Asesor de Bioética del entonces Presidente Clinton sugirió revisar esta prohibición.
El uso de tejidos embrionarios y fetales reavivó el debate sobre el estatus del embrión y el comienzo de la vida humana. Sin embargo ahora se produjo un cambio sustancial en las partes interesadas. Hasta este momento el debate se limitaba a los grupos “pro choice” que propugnaban la despenalización del aborto y los grupos “pro vida” que asignan el valor de persona humana al embrión desde la concepción.
A estos dos grupos se suman ahora los enfermos que podrían beneficiarse con el uso de terapias derivadas de células embrionarias, uno de cuyos voceros es el actor Christopher Reeve, conocido por haber encarnado a Superman. Este nuevo punto de vista se evidenció recientemente en la actitud de un senador republicano, conocido por su decidida posición antiabortista, quien sin embargo se rehusó a prohibir las investigaciones sobre células embrionarias humanas basado en el hecho de que las mismas podrían usarse para curar la enfermedad de Parkinson, que había hecho estragos en su familia.
El uso de tejidos embrionarios para terapias está sujeto a las mismas limitaciones en cuanto a histocompatibilidad que cualquier transplante. Por lo tanto la implementación efectiva de este tipo de tratamiento exigiría el mantenimiento de bancos de células para abastecer a todos los potenciales pacientes. Esta limitación se vería superada mediante el uso de la clonación terapéutica.
Este método, se basa en la propiedad del citoplasma del ovocito de reprogramar el núcleo de células somáticas, como en el caso de la clonación. Sólo que en este caso el “embrión sintético” resultante del transplante nuclear de una célula del paciente a un ovocito donado, se usaría para producir cultivos celulares los cuales, mediante el agregado de factores de crecimiento y matrices celulares adecuadas se orientarían a la producción de células precursoras del tejido dañado, como por ejemplo hepatocitos, piel, glándulas de secreción interna, etc. Dado que se trata de tejido del mismo paciente no existe problema de rechazo.
Esta técnica se limitaría en principio a tejidos blandos, ya que no se cuenta todavía con métodos que permitan crear una estructura espacial compleja, como por ejemplo un corazón. Sin embargo tal vez no sea necesario recrear un órgano entero. Experiencias preliminares realizadas en ratones mostraron la posibilidad de generar precursores de cardiomiocitos, que se integraban eficazmente al tejido cardíaco. Esto permitiría reemplazar parcialmente el tejido afectado por un infarto sin necesidad de recurrir a un recambio del órgano.
La clonación terapéutica podría ser además de extrema utilidad en trastornos endocrinológicos. Hace unos años se comprobó que era posible restaurar una glándula adrenal funcional a un ratón al cual se implantaron células adrenales bovinas. No es demasiado aventurado pensar en la posibilidad de curar una deficiencia genética en enzimas esteroidogénicas por ejemplo, produciendo células embrionarias mediante clonación terapéutica y luego efectuando una terapia génica de las mismas, con un gen normal, previo a la reimplantación en el paciente. Incluso casos de esterilidad actualmente irreversibles podían ser curados mediante la generación “In vitro” de células haploides que funcionarían como gametas.
Los problemas éticos planteados por la clonación terapéutica son de índole diferente a los asociados a la clonación reproductiva. En primer lugar el estatus del producto de la fusión de una célula somática del paciente con un ovocito donado no esta claro. Si bien podría suponerse que se trata de un embrión dicho estatus sólo podría comprobarse implantándolo en un útero y verificando su viabilidad. Pero este tipo de experiencia ha sido unánimemente condenada. Si por el contrario, este embrión sintético no es viable como tal, su uso no revestiría condicionamientos distintos de los de cualquier otro tipo celular del paciente.
Por otra parte, los grupos más conservadores han defendido históricamente a la fecundación como el instante en el cual comienza la vida humana. En el caso del embrión sintético dicho fenómeno no se ha producido. Más aún, este embrión sintético no posee una identidad genética diferente a la del paciente. ¿Puede entonces asignársele el estatus de nueva vida humana?
Como si esto fuera poco, la empresa ACT ha propuesto como alternativa el uso de ovocitos bovinos como recipientes para el transplante nuclear usando células humanas como donantes. En este caso el producto de esta fusión poseería ciertos genes mitocondriales bovinos y su estatus sería aún más incierto. Más recientemente un grupo en Asia reportó la fusión de células humanas con ovocitos de conejo, reavivando los fantasmas de “quimeras” y por consiguiente las ventas de los medios.
Este tipo de dilema podría permanecer en el terreno de la retórica de resultar exitosas dos vías de investigación diferentes. La primera de ellas es la que tiene como fin identificar y aislar eficazmente células stem en individuos adultos. Esta línea se vió alentada por ciertos reportes que documentaban, en animales adultos, la existencia de células indiferenciadas, con capacidad de repoblar distintos tipos celulares. El uso de dichas células no implicaría ningún problema ético por cuanto haría innecesario el uso de embriones. No obstante, de existir realmente en los seres humanos, dichas células se encontrarían en tan bajas cantidades que su uso terapéutico es problemático.
La segunda aproximación es la encarada por un proyecto conjunto entre la Geron Corporation y Celera. El objetivo del emprendimiento conjunto entre Geron y Celera es la identificación de las proteínas presentes en el ovocito, responsables de la reprogramación nuclear. En caso de que lo logren estas empresas dispondrían de una mezcla de proteínas tales que, inyectadas en una célula cualquiera la convirtieran en una célula embrionaria toti- o pluripotencial, la cual podría ser luego orientada hacia la diferenciación en un tejido en particular.
Si bien parecería que esta opción supone un alivio de los problemas éticos, en realidad entraña una trampa filosófica. Tarde o temprano se identificarán todas las proteínas que se expresan diferencialmente en un ovocito maduro. Por lo tanto será posible “sintetizar” un ovocito a partir de cualquier tipo celular, el cual luego de fusionarse con una célula somática dará origen a un embrión, eventualmente viable. Si asumimos que el producto de la fecundación tiene un estatus comparable al de un ser humano, en la experiencia anterior habríamos sintetizado un nuevo ser.
Evidentemente la filosofía y las religiones tienen mucho que elaborar a fin de que podamos analizar estos problemas desde una perspectiva adecuada.
[1] Kolata, G. “Clone. The road to Dolly, and the path ahead”, William Morrow and Company, Inc. New York, 1998.
[2] Willmut, I, Campbell, K. y Tudge, C. “The second creation. Dolly and the age of biological control”. Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts, 2000.
[3] http://www.missyplicity.com/
[4] http://www.savingsandclone.com/
[5] http://www.cyagra.com
[6] http://www.advancedcell.com/
[7] Silver, L.M. Remaking of Eden. Cloning and beyond in a Brave New World. Avon Books, New York, 1997.
[8] Stem cells: revisiones a cargo de varios autores en Science 287: 1417-1445, 2000
viernes, 15 de mayo de 2009
"La evolución no nos preparó para la abundancia de comida"
por Juan Larrakoetxea
Sólo un correcto control de la obesidad puede frenar los estragos que conllevan los factores de riesgo cardiovascular. Los especialistas consideran que, aunque la triada fármacos, ejercicio física y nutrición es fundamental, es más eficaz insistir en estos dos últimos aspectos.
La obesidad y los procesos fisiopatológicos relacionados con ella, como la resistencia a la insulina, el síndrome metabólico, la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, son uno de los mayores riesgos para la salud general de la población mundial.
Philip Wood, científico del Instituto Burnham de Investigación Médica, en Lake Nona, Orlando, Florida (Estados Unidos), ha abordado la relación entre nutrición, obesidad y enfermedades asociadas a la obesidad dentro del ciclo de la Fundación BBVA Nutrición y salud organizado en colaboración con el CIC bioGUNE, la Universidad del País Vasco, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el British Council.
Ajuste de las dietas
"La prevención de la obesidad y las enfermedades asociadas es un elemento fundamental para la solución de este problema de alcance mundial", ha afirmado Wood. En este sentido, "los medicamentos para combatir la enfermedad no son tan efectivos como una alimentación adecuada y la práctica de ejercicio físico". ¿Cuál sería una alimentación adecuada?: "No importa lo que comas, come menos", aconseja Wood.
En su conferencia, ha realizado una descripción general de la función en la salud metabólica del consumo de azúcar, del jarabe de maíz alto en fructosa, de las diversas grasas beneficiosas y perjudiciales (grasas saturadas, ácidos grasos omega-3 y trans), y de la fibra.
"A diferencia de la genética, la nutrición es un componente controlable de este riesgo sanitario. A medida que se avance en la investigación y se sensibilice a la población sobre estos temas, cada persona podrá seleccionar una dieta sana y apropiada a sus necesidades".
A su juicio, "tal vez las aerolíneas tengan algo que enseñarnos", ha dicho Wood en referencia a las pequeñas raciones de comida que se sirven en los aviones. Además de recalcar que lo más importante para evitar la obesidad es "evitar que el cuerpo tenga mucha grasa contra la que luchar", el especialista ha enumerado una lista de productos sanos que tomados en cantidades prudenciales contribuyen a evitar enfermedades ligadas al exceso de peso: ácidos grasos, productos ricos en omega 3 y frutos secos naturales, sin azúcar ni sal.
Una amenaza latente
Un 13 por ciento de la población española tiene obesidad y hasta el 39 por ciento padece sobrepeso. El científico estadounidense ha asegurado que no se puede hablar de una "dieta ideal" puesto que cada persona, con su genética particular, responde de manera distinta a los diferentes regímenes.
"Se trata de reducir el número de calorías que se consumen, adecuar la dieta al estilo de vida de cada uno, y realizar actividad física".
Félix Goñi, director de la Unidad de Biofísica de la Universidad del País Vasco, ha afirmado que "la obesidad es una enfermedad para la cual la evolución no nos ha preparado"; un caso único en la historia, pues "es la primera vez en 4.000 años de evolución en que la comida sobra. La condición humana no está preparada".
No obstante, Goñi, encargado de presentar a Wood, ha matizado que "es una ventaja en este aspecto no vivir en Estados Unidos, donde la obesidad mórbida está mucho más extendida". Aunque expresó su temor de que no seamos capaces de aprender de experiencias ajenas para tomar medidas preventivas, considera que la situación de España no es la de Estados Unidos, pero la amenaza existe.
¿Cómo actúa la grasa en el organismo?
Philip Wood, en su reciente libro How Fat Works (Cómo actúa la grasa), analiza el papel de la grasa en un cuerpo sano, y muestra cómo el exceso de grasa puede originar una serie de trastornos metabólicos y enfermedades como la hipercolesterolemia, la resistencia a la insulina y la diabetes. También revisa lo que las recientes investigaciones pueden enseñar sobre genes específicos o grupos de genes que conduzcan a una serie de desórdenes metabólicos específicos, y señala la compleja interrelación entre hormonas, genes y estrés desde el punto de vista de cómo el cuerpo se relaciona con la grasa a lo largo del ciclo de la vida.
Wood ha centrado gran parte de su vida profesional en las enfermedades hereditarias raras relacionadas con el metabolismo de la grasa: patologías potencialmente fatales que afectan a bebés y niños pequeños (que no pueden quemar ácidos grasos para lograr una compensación). En el Instituto Burnham trabaja en el desarrollo de los modelos de ratón necesarios para estudiar este tipo de enfermedades.
DMedicina - 22/4/2009
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martes, 12 de mayo de 2009
Decir NO
por Fernando Martín Aduriz
Un grave escollo éste de aprender a decir que no. Es una queja muy extendida. Lo que cuesta decir que no. Hasta el punto de que puede llegar a causar estragos. ¿Qué está en juego?
Por un lado, no haber aprendido a decir no, representa cargarse con una infinita serie de tareas de lo más variopinto, pues el demandante acaba siendo toda la humanidad, que sufre porque no tiene. De ese lado el sumatorio de todas las peticiones recarga la agenda del tenaz conseguidor que marcha feliz por la vida alimentando a diestro y siniestro a unos y a otros. Feliz hasta que el agotamiento acude para avisar de que no es posible satisfacer todas las demandas, feliz hasta que emerge una nueva solicitud, a veces, un imposible.
Entonces el eficaz conseguidor se enfrenta a la cruda realidad: no dispone de lo que le piden, y una especial congoja le llega en forma de aceptar finalmente que no puede dar infinitamente. Hasta ahí incluso puede negarse a decir no, y entona un ‘quizá más adelante’.
Por otro lado, decir no es uno de los nombres de lo imposible. La humildad de reconocer los propios límites es aceptar que existe lo imposible. Si lo pedido siempre es lo máximo, hay que aceptar que nunca se satisface por completo al otro que nos viene a pedir, y que a su vez por mucho que demandemos, nunca lo pedido llegará. Aceptemos pues esa tara, que es consustancial al hecho de que el lenguaje nos constituye.
Dejando al lado a quienes disfrutan diciendo no, y centrándonos en todos aquellos que sufren cuando tienen que enarbolar un no, vemos asimismo que éste su sufrimiento se hace más intenso cuando corresponde a un adulto frente a un niño. Nuestra época ha alumbrado con intensidad este par: el adulto que quiere conseguir lo que no tuvo, que no ha aceptado sus propias frustraciones o que sencillamente siente pena ante un pequeño que pide, y el niño pedigüeño que no acepta el no. Esta pareja consigue a la larga un éxito sorprendente, el del niño malcriado, el del niño perpetuo buscando un límite, que muchas veces llega en la sala del juez.
Llega también la figura, conocida, de aquel a quien “no se le puede decir que no”. Incapaz de aceptar un no por respuesta es temible para su entorno, que ve cómo su furia disuade a todo el mundo de negarse a sus pedidos.
Y qué decir del gorrón, tan cercano siempre, que pulula revoloteando en torno al sujeto que jamás dice no para obtener algo, lo que sea. Quien no sabe decir no, suele tener una lista de gorrones. Listos y pillos, esperan su momento. Todo un arte éste de encontrar el momento propicio para acosar, sugerir, insinuar, maneras que de por sí suelen ser más sutiles y menos zafias que efectuar lisa y llanamente el pedido. Quien no sabe decir no, no puede negarse cuando el artista sabe hallar el camino, el día, el instante oportuno.
Y pensar que todo esto comienza un buen día. En plena infancia hay una primera vez. Una primera respuesta ante el primer pedido que todo niño recibe. Ante ese pedido inaugural solemnizado con un si o con un no, y sus variantes, se comienza una serie. Una serie muy larga de momentos en que no se sabe decir que no. Cuando se ve después, que tantas y tantas veces en la vida, mejor hubiera sido poder haber dicho muy alto: NO.
Con lo sencillo que parece: ene o.
Publicado en el Diario Palentino.es
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lunes, 4 de mayo de 2009
Iggy Pop and The Stooges 70's cantan con nosotros
The passenger
I am the passenger
And I ride and I ride
I ride through the citys backside
I see the stars come out of the sky
Yeah, theyre bright in a hollow sky
You know it looks so good tonight
I am the passenger
I stay under glass
I look through my window so bright
I see the stars come out tonight
I see the bright and hollow sky
Over the citys a rip in the sky
And everything looks good tonight
Singin la la la la la-la-la la
La la la la la-la-la la
La la la la la-la-la la la-la
Get into the car
Well be the passenger
Well ride through the city tonight
See the citys ripped insides
Well see the bright and hollow sky
Well see the stars that shine so bright
The sky was made for us tonight
Oh the passenger
How how he rides
Oh the passenger
He rides and he rides
He looks through his window
What does he see?
He sees the bright and hollow sky
He see the stars come out tonight
He sees the citys ripped backsides
He sees the winding ocean drive
And everything was made for you and me
All of it was made for you and me
cause it just belongs to you and me
So lets take a ride and see whats mine
Singing...
Oh, the passenger
He rides and he rides
He sees things from under glass
He looks through his windows eye
He sees the things he knows are his
He sees the bright and hollow sky
He sees the city asleep at night
He sees the stars are out tonight
And all of it is yours and mine
And all of it is yours and mine
Oh, lets ride and ride and ride and ride...
Singing...
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viernes, 1 de mayo de 2009
La moda educativa: ¿moda de futuro?
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por Adrián Choren
“Cuando el último árbol haya sido talado, cuando el último río haya sido contaminado, cuando el último pez haya sido pescado, recién el hombre se dará cuenta de que no puede comer su dinero”
Esta frase puede leerse en una serie de remeras de la ONG Vida Amazónica que intenta crear conciencia acerca de los problemas medioambientales. Sin embargo, la moda educativa no ha sido aún explotada en la Argentina. Pasar de la marca, que en la mayoría de los casos representa un espacio vacío y sin sentido (donde a través de la propaganda y la publicidad se otorgan cualidades de prestigio y diferenciación irreales) a los diseños inteligentes de indumentaria donde se podría enseñar un derecho, idea o un valor determinado, es una tendencia que todavía no ha sido adoptada por la moda local.
Muchas veces, como resultado de una época, de sus acontecimientos sociológicos, históricos y hasta psicológicos, la moda también puede llegar a ser un instrumento válido de concientización y formación acerca de los nuevos problemas del siglo XXI. Todos los medios son idóneos para lograr una construcción de ciudadanía cada vez más fuerte.
Suele decirse que una imagen vale más que mil palabras, sobre todo en un mundo regido por las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicacional (TICs) -como Internet, los teléfonos celulares y la televisión digital-. Sin embargo, este nuevo escenario no dedica el suficiente tiempo a la formación de ciudadanos informados y críticos. Si podemos, por ejemplo, fabricar remeras donde un cierto derecho quede plasmado en un dibujo o signo, podemos contribuir a cambiar la realidad a través de la sensibilización, generando un imaginario colectivo donde ese derecho sea cada vez más exigible.
La moda educativa puede plasmarse de muchas maneras posibles, desde frases, poemas, cuentos, dibujos o cualquier otro holograma que pueda caracterizar tres cualidades: el contenido, la conducta de la realidad (el ser) y el cambio de paradigma (el deber ser). Utilizada con diversos fines, por ejemplo, se puede, a través de ropa fluorescente realizar auditorías o controles periódicos de seguridad e higiene en una fábrica y fomentar en el operario la idea de que debe utilizar los equipos de protección personal (EPP) de forma permanentemente a través de los colores de esa indumentaria.
Este ejemplo se corresponde con lo que se llama “moda funcional”. Por otro lado, la “moda reflexiva” se relaciona con frases o slogans que hacen pensar qué hay detrás del consumismo irracional e ilimitado (como la frase del comienzo de la nota). Por último, y dado que se está trabajando fuertemente en la seguridad vial, existe la llamada “moda formativa”, por medio de la cual se utilizan en la indumentaria dibujos que explican las señales básicas de tránsito. Pero podrían darse mil ejemplos más.
La moda educativa está siendo adoptada por los jóvenes, que son los que pueden aportar a una nueva forma de vislumbrar la realidad. A partir de la creatividad y la planificación, se puede trabajar desde la indumentaria en temas de concientización como la seguridad e higiene en el trabajo, los derechos del consumidor, la legislación laboral, derechos humanos y el cuidado del medio ambiente, entre otros. Muchos diseñadores se preocupan por el diseño, dejando de lado lo que el mismo puede representar o enseñar, lo cual puede convertirse en un valor agregado de la prenda, relacionado con un pensamiento constructivo.
La vestimenta puede convertirse en un instrumento más para comenzar a sensibilizar a la población acerca de sus derechos y también de sus obligaciones, a la vez que prevenir problemas presentes y futuros. La idea es formar para transformar, esto depende de la creatividad de los diseñadores y de nosotros como consumidores.
Revista Saber Cómo Nº 75 – Abril 2009
INTI – Instituto Nacional de Tecnología Industrial
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