Label Cloud

domingo, 31 de mayo de 2009

Variaciones sobre lo mismo*

.



por Stella Maris Aguilera



La última enseñanza de Lacan cuestiona la palabra concebida como comunicación.En disyunción con la estructura del lenguaje está lalengua que se burla del léxico y de la sintaxis y se abre a los equívocos. Como la esencia lúdica del Witz freudiano o el canturreo de los poetas chinos, convertidos en el decir de quien lo enuncia a partir de las variaciones fonéticas expresadas mediante un lenguaje inédito. Desde los tropiezos de la palabra enunciada por el sujeto podemos situar el goce de un- cuerpo. El hablar solo, que al girar en redondo, diciendo, repite el síntoma. El psicoanálisis hace uso de esta vía en tanto maniobra del significante fuera del cálculo que conduce a la verdad, falso saber que comporta el goce.

Las variaciones están siempre asociadas a algo que se altera, que cambia, que muda o se transforma y surge como producto una cosa diferente de lo que era; se refiere también a una persona que declina una manera de ser por otra. Algo del orden de lo fortuito, lo imprevisto, lo singular.
En términos marítimos significa que la aguja de la brújula no encuentra una coincidencia entre el polo terrestre con el magnético, y en gramática es la posibilidad de que ciertas palabras adopten distintas formas para los distintos casos.
Casos que dependen de cada ocasión, de cada realización individual, y aun en la declinación gramatical están supeditados al accidente, a la posibilidad de variación que tienen unas palabras para expresar esa relación en que están insertadas con otras en una misma oración. Desde la matemática está vinculada a la variable de una magnitud que puede tomar distintos valores numéricos.
Variaciones freudianas que constatamos en el Witz, convertido en el decir de quien lo enuncia a partir de las resonancias fonéticas que pueden expresarse en diversas formas lingüísticas, donde el pensamiento falla en "palabras que lo reflejen con igual justeza[1]", de una forma rara, más aun, disparatada; allí, en la errancia, el cuerpo se satisface, y a partir de la risa algo conmueve ese cuerpo. Freud dice que "se lo ha de buscar (…) en el texto de su expresión[2]". Como el familionario de Heine, esa palabra mixta sin sentido, reducida a su máxima brevedad a partir de la condensación que la convierte en una lengua poética transmudando la amargura. Reducción que "sólo es posible si modificamos la ilación del pensamiento[3]"porque conduce a una pérdida. Lo esencial para Freud es el desvío. "En ese sin sentido chistoso se esconde un sentido[4]" que convierte al sin sentido en chiste. Eso que en el texto no alcanza, "esa laguna sin entender[5]", vinculada a significaciones extranjeras que producen el efecto de sorpresa y "permiten pasar la puerta más allá de la cual no queda nada por encontrar[6]".
Formación tendenciosa de una ingeniosa invención que hace posible la satisfacción de una pulsión "contra un obstáculo que se presenta en el camino[7]". Rodeando el obstáculo, el disparate extrae el placer de la misma fuente que se había vuelto inaccesible. Al modo en que se forman los caminos de los síntomas, esos Wege de Freud que por una parte son caminos de retorno de la libido en tanto apuntan a la satisfacción libidinal, pero por otra parte son también Umwege, rodeos pulsionales, desfiguraciones y aligeramientos libidinales en el propio síntoma, correlativos de la finalidad de la pulsión, siempre la misma.
"Lo que deviene la pulsión supone representar, por excelencia, el resultado de la acción del significante sobre el cuerpo[8]". En la hiancia, entre la constancia pulsional y la envoltura del síntoma, Freud instala la fantasía, esa soldadura que articula por un lado la pulsión y por otro lado el inconsciente que busca realizarse, "engendrado por la privación y la añoranza[9]" y que le sirve a cada uno de consuelo.
Sueños diurnos que con gran interés "se los cultiva con esmero[10]". La razón repitiendo cosas, el hablar solo al girar en redondo, diciéndolas, repite el síntoma. "El autismo como el estado nativo del sujeto[11]" en su relación con el cuerpo. El único amo es la conciencia, que lo que dice del inconsciente no es más que embrollo, tropiezos que trazan las marcas de su goce.
Para Lacan las variaciones se formalizan a propósito del síntoma cuando crea ese neologismo de la varité[12], condensador de diversas significaciones. La verdad (verité), la variedad (varieté), la variabilidad (variable) y la verificación (verificable).
Referida al discurso en el transcurso de un análisis, articula los efectos producidos entre la mentira y la verdad. El análisis como un largo camino-miento. La verdad que miente en el análisis porque sólo puede decirse a medias, esa verdad hermana del goce, la de la relación sexual que no existe. Verdad a partir de la cual se construye una variable de los síntomas en su radicalidad de sentido sexual.
El analizante dice lo que cree verdadero, aunque el analista sepa que lo verdadero sólo puede hablarlo de costado, porque es lo que en verdad el analizante ignora. Sin embargo el analista calla, hace silencio, no se pronuncia, espera esa verdad al modo del enigma, "no la verdad que habla claro, sino aquella que se esfuma apenas aparece[13]".La verdad que en condición de tal está envuelta de apólogos, de vaguedades, de opacidades y discordancias.
A partir del artificio del análisis los pensamientos sitian al sujeto porque lo que el analista escucha no será tomado al pie de la letra. Es la verdadera vía que conduce a la verdad que despierta, esa que depende de la puntuación que él hace de los dichos que escucha de aquello que su analizante cree decirle. Operando con el sentido pero sólo con el fin de reducirlo, inyectando a partir de la interpretación algo de lo real recusado en la materialidad de eso que el analizante dice. Verdadera manipulación interpretativa que toca el cuerpo y conduce a una pérdida de goce.
Si el síntoma es ese obstáculo a la verdad que no cesa de escribirse, la varité es lo que el analizante dice intentando verificarse, al ubicar el síntoma como aquello que no anda, siempre el mismo. De este modo la verdad se torna la variable de esa doble faz del síntoma, verdad que por ser a la vez una mentira puede decirse sólo a medias, porque no todo puede ser dicho desde el sentido que abreva en la intención de significación que, según Lacan, tapona y adormece. Lo que el analizante dice entonces, esperando verificarse, no es la verdad, sino la varidad del síntoma.
A partir del forzamiento de la escritura poética el analista puede hacer resonar otra cosa que el sentido, pero no del lado de lo bello de la poesía, porque también adormece. Es necesario que tomemos la resonancia del cuerpo que expresan los poetas chinos. Ellos canturrean, se expresan por la escritura y no pueden hacerlo de otro modo que escribiendo. Un contrapunto que se desliza desde el tono hacia la modulación que produce el canturreo.
"En el dialecto de Pekín, las oposiciones de altura en la pronunciación de las vocales pueden tener un valor diferencial. Estas alturas se llaman tonos. En este dialecto existen cuatro, y es la escritura de cada uno de los tonos la que nos indica su significación[14]". El grupo fonemático chu, por ejemplo, puede conducirnos al equívoco, porque simultáneamente significa cerdo, bambú, señor, habitar, vivir. Pero la escritura de los signos condiciona la modulación subordinada a partir del tono que se le imprima.
Si existe lalengua y existe un-cuerpo, la relación descansa en lalengua que apunta a la palabra tomada materialmente, desde la fonética que hace pareja con la escritura, la cual está en las antípodas de lalengua que se descarga del peso de la gramática con sus leyes."Lalengua absorbe lo que se dice. No tiene negativo. Se burla tanto del léxico como de la sintaxis, se abre a los equívocos[15]"
"Es todo tanquedado", es lo que escucho decir a una analizante en las entrevistas preliminares posibilitando la instalación del significante de la transferencia. "La mandé cogermán", es lo que interpreto de los dichos de un paciente al referirse a los rechazos insistentes de una histérica. Equívoco que abre la vía hacia lo más propio del sujeto sostenido desde el fantasma.
Significantes desprendidos de la semántica para lo cual se estrechan el sonido y el sentido en una verdad que se especifica por ser poética. Al igual que en el Witz, el equívoco como procedimiento orienta la interpretación al apropiarse de su esencia lúdica. Supone traer esa regulación que es el lenguaje hacia los juegos posibles en la lengua.
Que la poesía sea útil es algo que se encuentra como un beneficio que se añade. Hallamos así el eco de lo planteado por Lacan respecto de los efectos terapéuticos en el psicoanálisis aplicado, que más allá, también vienen como agregado.


* Ponencia presentada en las XVI Jornadas Anuales 2007 de la EOL "Variaciones de la cura analítica hoy".

Notas


1-
Freud, Sigmund, "El chiste y su relación con lo inconsciente", Vol. VIII, Amorrortu., Buenos. Aires, 1991, p. 18.
2-
Ibídem, p.19.
3-
Ibídem, p.50.
4-
Ibídem, p.55.
5-
Ibídem, p.83.
6-
Miller, Jacques- Alain, Curso 2002, "Un esfuerzo de poesía", Inédito, p.11.
7-
Freud, Sigmund, Op. Cit., p.95.
8-
Miller, Jacques-Alain, Curso del 7/3/2007, "La orientación lacaniana", Inédito.
9-
Freud, Sigmund, "Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad", Vol. IX, Amorrortu., Bs. As., 1991, p. 141.
10-
Ibídem, p.142.
11-
Miller, Jacques-Alain, Op. Cit.
12-
Lacan, Jacques, El Seminario XXIV, "L’insu…", Clase 11, 19 /4/77, Inédito.
13-
Miller, Jacques-Alain, Curso 2002, "Un esfuerzo de poesía", Inédito.
14-
Aguilera, Stella Maris, "Insensatas resonancias",
www.elsigma.com, sección Arte y Psicoanálisis.
15-
Miller, Jacques-Alain, Curso 2007, "La orientación lacaniana", Clase citada.



.

0 comentarios: