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viernes, 15 de mayo de 2009

"La evolución no nos preparó para la abundancia de comida"

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por Juan Larrakoetxea



Sólo un correcto control de la obesidad puede frenar los estragos que conllevan los factores de riesgo cardiovascular. Los especialistas consideran que, aunque la triada fármacos, ejercicio física y nutrición es fundamental, es más eficaz insistir en estos dos últimos aspectos.


La obesidad y los procesos fisiopatológicos relacionados con ella, como la resistencia a la insulina, el síndrome metabólico, la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, son uno de los mayores riesgos para la salud general de la población mundial.
Philip Wood, científico del Instituto Burnham de Investigación Médica, en Lake Nona, Orlando, Florida (Estados Unidos), ha abordado la relación entre nutrición, obesidad y enfermedades asociadas a la obesidad dentro del ciclo de la Fundación BBVA Nutrición y salud organizado en colaboración con el CIC bioGUNE, la Universidad del País Vasco, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el British Council.

Ajuste de las dietas

"La prevención de la obesidad y las enfermedades asociadas es un elemento fundamental para la solución de este problema de alcance mundial", ha afirmado Wood. En este sentido, "los medicamentos para combatir la enfermedad no son tan efectivos como una alimentación adecuada y la práctica de ejercicio físico". ¿Cuál sería una alimentación adecuada?: "No importa lo que comas, come menos", aconseja Wood.
En su conferencia, ha realizado una descripción general de la función en la salud metabólica del consumo de azúcar, del jarabe de maíz alto en fructosa, de las diversas grasas beneficiosas y perjudiciales (grasas saturadas, ácidos grasos omega-3 y trans), y de la fibra.
"A diferencia de la genética, la nutrición es un componente controlable de este riesgo sanitario. A medida que se avance en la investigación y se sensibilice a la población sobre estos temas, cada persona podrá seleccionar una dieta sana y apropiada a sus necesidades".

A su juicio, "tal vez las aerolíneas tengan algo que enseñarnos", ha dicho Wood en referencia a las pequeñas raciones de comida que se sirven en los aviones. Además de recalcar que lo más importante para evitar la obesidad es "evitar que el cuerpo tenga mucha grasa contra la que luchar", el especialista ha enumerado una lista de productos sanos que tomados en cantidades prudenciales contribuyen a evitar enfermedades ligadas al exceso de peso: ácidos grasos, productos ricos en omega 3 y frutos secos naturales, sin azúcar ni sal.

Una amenaza latente

Un 13 por ciento de la población española tiene obesidad y hasta el 39 por ciento padece sobrepeso. El científico estadounidense ha asegurado que no se puede hablar de una "dieta ideal" puesto que cada persona, con su genética particular, responde de manera distinta a los diferentes regímenes.
"Se trata de reducir el número de calorías que se consumen, adecuar la dieta al estilo de vida de cada uno, y realizar actividad física".
Félix Goñi, director de la Unidad de Biofísica de la Universidad del País Vasco, ha afirmado que "la obesidad es una enfermedad para la cual la evolución no nos ha preparado"; un caso único en la historia, pues "es la primera vez en 4.000 años de evolución en que la comida sobra. La condición humana no está preparada".
No obstante, Goñi, encargado de presentar a Wood, ha matizado que "es una ventaja en este aspecto no vivir en Estados Unidos, donde la obesidad mórbida está mucho más extendida". Aunque expresó su temor de que no seamos capaces de aprender de experiencias ajenas para tomar medidas preventivas, considera que la situación de España no es la de Estados Unidos, pero la amenaza existe.

¿Cómo actúa la grasa en el organismo?

Philip Wood, en su reciente libro How Fat Works (Cómo actúa la grasa), analiza el papel de la grasa en un cuerpo sano, y muestra cómo el exceso de grasa puede originar una serie de trastornos metabólicos y enfermedades como la hipercolesterolemia, la resistencia a la insulina y la diabetes. También revisa lo que las recientes investigaciones pueden enseñar sobre genes específicos o grupos de genes que conduzcan a una serie de desórdenes metabólicos específicos, y señala la compleja interrelación entre hormonas, genes y estrés desde el punto de vista de cómo el cuerpo se relaciona con la grasa a lo largo del ciclo de la vida.
Wood ha centrado gran parte de su vida profesional en las enfermedades hereditarias raras relacionadas con el metabolismo de la grasa: patologías potencialmente fatales que afectan a bebés y niños pequeños (que no pueden quemar ácidos grasos para lograr una compensación). En el Instituto Burnham trabaja en el desarrollo de los modelos de ratón necesarios para estudiar este tipo de enfermedades.

DMedicina - 22/4/2009


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