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miércoles, 4 de marzo de 2009

El avance de la imagen nuclear requiere un cambio cultural

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por David Rodríguez Carenas



Los avances en la tecnología y el conocimiento médico no sólo requieren el aprendizaje de nuevos equipos sino también un cambio cultural y organizativo. Así ocurre con la irrupción de la imagen molecular, que exige un trabajo coordinado entre profesionales médicos y no médicos.


Uno de los muchos avances de la medicina en los últimos años ha llegado con la entrada de la medicina molecular, concretada en la imagen molecular: "Se ha pasado de lo macroscópicamente visible a lo molecular y celular", ha señalado Francisco Tardáguila, presidente saliente de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram) y director del I Curso Seram de Imagen Molecular Clínica, patrocinado por Philips y celebrado en Madrid.

El avance de este tipo de medicina se constata con una mayor presencia en los trabajos publicados sobre este tema y en la aparición de departamentos de imagen molecular en los hospitales universitarios de Estados Unidos y Europa. Tardáguila, jefe de Servicio de Radiología del Hospital Povisa, en Vigo, ha explicado que la imagen molecular permite el diagnóstico antes de que aparezca la patología, pero además afecta a muchas especialidades, como Radiología o Medicina Nuclear, "y las que están por llegar, como la Imagen Óptica". "Esto implica un cambio cultural y organizativo importante no sólo para los médicos sino también para otros profesionales, como los biólogos", y ese ha sido el objetivo de la Seram en la organización del curso: la coordinación de profesionales en torno a los nuevos cambios. "Hay que pasar del esto es mío al esto es de todos. Será difícil, pero es necesario".

Tardáguila ya se mostraba optimista hace dos años respecto al avance de la imagen molecular. Desde entonces no sólo se han incorporado a este conocimiento los departamentos de imágenes globales sino también profesiones como los biólogos moleculares y los bioquímicos. "Ha habido varios avances, como los biomarcadores, que pueden ayudar a cuantificar las enfermedades y no sólo a diagnosticarlas. No obstante, es díficil cuantificar cuál ha sido la evolución". En cuanto a la siguiente evolución, el presidente saliente de la Seram ha dicho que habrá un avance espectacular con radiofármacos PET en pequeños tumores o metástasis, en la resonancia magnética con espectroscopía y en el uso de sustancias fluorescentes: "Son pequeñas evoluciones en biomarcadores, sondas... que derivan en cambios importantes".

Convivir con lo nuevo

En cualquier caso, Tardáguila piensa que lo nuevo podrá convivir con lo que ya existe: "Se podía pensar que la ecografía era menos resolutiva, pero los adelantos llegan en todos los frentes. En esta técnica, por ejemplo, aparecen las microburbujas con receptores de membrana que pueden fijarse a una molécula determinada y cuantificar la angiogénesis de un tumor. También se investigan los contrastes yodados para tomografía computarizada fagocitados por macrófagos, que localizan placas de ateroma".

En definitiva, "hay un amplio abanico de cambios en la radiología convencional en forma de contrastes, con los cuales no hay que pensar en riesgos secundarios importantes. Toda molécula nueva, como por ejemplo los fármacos, tienen riesgos potenciales, pero éstos son debidamente investigados con anterioridad a su uso".

Diario Médico 3/3/2009

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