Muchos de los procesos bioquímicos y fisiológicos del organismo humano están sujetos a un ciclo circadiano que se repite aproximadamente cada 24 horas y que se ve determinado por osciladores endógenos fotosensibles en el sistema nervioso central (SNC). Como parte de este ciclo la glándula pineal, que sirve de interfase principal entre el medio ambiente luminoso, el sistema endocrino y el SNC, sintetiza la hormona melatonina a partir del triptófano y la libera hacia la circulación, donde alcanza sus concentraciones máximas en horas de la noche. Esta hormona inductora del sueño a su vez actúa en el SNC por mediación de receptores específicos (ML-1, ML-2, ML RR).
Su efecto regulador del ciclo circadiano confiere a la melatonina propiedades idóneas para tratar el insomnio por alteración del ritmo natural del sueño en viajeros con jet lag y trabajadores con turnos irregulares, por dar ejemplos, aunque sirve para cualquier tipo de insomnio. Esta hormona tiene muy poca toxicidad y no se han documentado efectos secundarios graves, pero la falta de información sobre sus efectos a largo plazo hace necesaria su farmacovigilancia a lo largo del tiempo.
La melatonina se ha administrado por vía oral y endovenosa y por inhaladores, parches dérmicos y parches gingivales. Se recomienda la administración de 2 a 5 mg de 30 a 60 minutos antes de dormir, aunque en ensayos clínicos se han administrado dosis de 1 g diario por varios meses con un mínimo de efectos adversos y sin signos de toxicidad hepática, renal o de médula ósea. En general, las pruebas acumuladas hasta ahora sugieren que la acción fisiológica de la melatonina se debe a la combinación de tres efectos: la inducción del sueño; la sincronización del ciclo natural del sueño y la vigilia; y la reducción de la temperatura corporal.
La melatonina se está usando en todo el mundo, a menudo sin supervisión médica adecuada. Se ha demostrado en los Estados Unidos de América que muchos de los productos que se venden en tiendas naturistas y que dicen contener cierta concentración de melatonina en realidad contienen una cantidad mucho menor de la indicada en el envase. Aunque se trata de una sustancia inocua y eficaz, urge prestar atención al control de su calidad. (Cardinali DP. Aplicaciones terapéuticas de la melatonina en la medicina del sueño y en la psiquiatría. Acta Psiquiat Psicol Am Lat 1996;42:127-136.)
La melatonina como hormona reguladora del sueño. Rev Panam Salud Publica , Washington, v. 1, n. 3, Mar. 1997 . Disponível em:
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