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por Ariel Torre
El jueves 29 de abril, mientras atravesábamos un cierre complicado, Canonical liberó la nueva versión de Ubuntu Linux. Ni ese día, ni el siguiente, ni el sábado tuve tiempo para probarlo, y a duras penas me hice un rato el domingo para actualizar mi netbook. No fue un gran esfuerzo, a decir verdad: en el menú Administración> Gestor de actualizaciones apreté el botón Actualizar a la versión 10.04 LTS . Así de fáciles se han vuelto las cosas con Linux, lo que constituye casi una decepción (chiste).
Para amenizar la semana, se presentaron algunos problemas con una desktop que vengo actualizando desde la noche de los tiempos, pero ya llegaré a eso.
La cosa es que en menos de lo que dura un largometraje mi netbook quedó actualizada a la versión 10.04. Era tiempo de ver qué había de nuevo. Pero antes, algunas pistas que podrían facilitarle la entrada en el mundo de Ubuntu.
Animales extraños
La forma en que Canonical denomina y numera las ediciones de su distribución del sistema operativo de software libre que llamamos Linux -y que con mayor precisión se denomina GNU/Linux- puede resultar un poco enigmática. Pero en cuanto se entiende el mecanismo resulta muy sencillo establecer cuál es la actual, la anterior o la próxima, incluso teniendo sólo una parte de la nomenclatura.
Las versiones de Ubuntu se numeran con dos cifras separadas por un punto. La primera representa el año de lanzamiento (4 por 2004, 10 por 2010, etcétera); la segunda, el mes (04, 06, 08, 10). La actual, que comentaré en esta columna, apareció en abril de 2010, por lo que lleva el número 10.04 ; la próxima será la 10.10 .
Cada edición posee además un nombre en código construido con un adjetivo y la denominación de un animal; ambos empiezan con la misma letra y van en orden alfabético (salvo las dos primeras ediciones, Warty Warthog y Hoary Hedgehog ). La actual se llama Lucid Lynx , la anterior fue Karmic Koala y el nombre de la próxima empezará con M: Maverick Meerkat .
Se estila usar sólo el adjetivo para referirse coloquialmente a cada edición. Hablamos, así, de Karmic , Lucid o Maverick , a secas. Por supuesto, si alguien nos oye hablar de esta suerte o lee mensajes de tal tenor en Twitter, llegará a la conclusión de que somos unos hackers bárbaros. La verdad es que es algo muy sencillo y, como nomenclatura, resulta impecable e inteligente; mucho más que las sucesivamente caprichosas denominaciones de Windows NT (NT, 2000, XP, Vista y 7) o las desordenadamente felinas de Mac OS X (salvo la beta pública, llamada Kodiak ).
Cada Ubuntu sale en dos formatos. Desktop , para instalar en una PC de oficina u hogareña, y Server , para servidores. Existe también el formato Netbook , que no recomiendo. Una mini notebook convencional con 1 GB de RAM puede correr sin ningún problema la Desktop y sus aplicaciones, como probé hace poco ( www.lanacion.com.ar/1239827 y http://videos.lanacion.com.ar/video13748-windows-7-y-ubuntu-en-una-notebook ) y como volvería a experimentar en estos días.
Hay un guiño adicional en los guarismos de Ubuntu. Una de cada cuatro ediciones, la que sale en el primer trimestre de los años pares (por ejemplo, 8.04, 6.06 y 10.04), es Long Term Support (Soporte de Largo Plazo; LTS , por sus siglas en inglés). Significa que tendrá actualizaciones durante tres años para la edición Desktop y durante cinco para la Server .
Libre como los linces
Con los años (el primer Ubuntu fue de octubre de 2004), Mark Shuttleworth, fundador de Canonical, se ha ido acercando cada vez más a su meta. Se propuso crear un sistema operativo de software libre basado en Debian (una muy respetada distribución de Linux para la que él alguna vez escribió código) que fuera fácil de instalar, de usar y que ofreciera una experiencia de usuario atractiva. "Apple es la compañía por vencer si es que queremos que los usuarios disfruten de una experiencia de usuario realmente atractiva. No hay que mirar a Microsoft por su participación de mercado y por ser el estándar, sino a Apple porque son muy buenos en lo que hacen, sobre todo en algo que históricamente la comunidad del software libre no hizo bien, que es diseñar una experiencia de usuario atractiva", dijo a LA NACION en 2008 ( www.lanacion.com.ar/1064894 ).
Competir con la seducción de Apple y el poderío de Microsoft es lo más parecido a una utopía que pueda encontrarse de este lado del planeta. Por supuesto, Shuttleworth no llegó a millonario con pajaritos mentales, y sabe que Linux todavía no puede sustituir a Windows y Mac en las preferencias del gran público. "No creo que la gente común vaya a buscar Linux en forma activa para reemplazar su Windows. Para ser deseable en una categoría ya establecida, tenés que ser diez veces mejor que el resto. Y es difícil argumentar que Linux lo sea", le dijo a Ricardo Sametband en el reportaje antes mencionado.
No obstante esto, Shuttleworth ha conseguido que Linux llegue a oídos de mucha más gente que todas las distribuciones anteriores, y un número significativo de personas, que de otro modo jamás se hubiera enterado de su existencia, ha optado por mudarse a Linux por una cuestión de libertad y costo.
Felino veloz
La versión 10.04 no ofrece mejoras fundamentales en cuanto a la facilidad de instalación y uso; en mi opinión, porque no hacen falta. Ubuntu es hoy casi tan fácil de instalar y usar como Windows.
En lugar de esto, lo que se buscó en la 10.04 fue acelerar el arranque y el apagado del sistema, darle una lavada de cara a la interfaz y hacer Ubuntu más amigable con redes sociales. El primer punto se consiguió con creces. Mi PC más lenta (un P4 a 3 GHz con 1 GB de RAM) arrancó en 40 segundos. La netbook, limitada por naturaleza, estuvo lista para usarse en 60 segundos y se apagó en 18. Por comparación, en esa misma máquina XP arranca en 1 minuto y 30 segundos, y se apaga en 32 segundos.
La ciencia cosmética
La interfaz predeterminada sigue basada en Gnome (eso es una buena noticia en mi opinión, aunque no todos estarán de acuerdo); en este caso, la versión 2.30, que salió en marzo. Se han añadido dos nuevos temas de Escritorio, en un esfuerzo por volver a Ubuntu más cool . El resultado es decepcionante. Por un lado, sigue estando lejos de Mac OS X o Seven. Por otro, cualquiera con un rato para explorar los cientos de temas que hay en Gnome Art ( http://art.gnome.org ) y Gnome Look ( http://gnome-look.org ), o sencillamente para crear los propios o intentar las opciones de Emerald , cambiará diametralmente el aspecto de Ubuntu, incluso con resultados bellísimos.
A mi juicio, los cambios cosméticos no son fundamentales. La lentitud de X Window es un asunto más urgente para mejorar la experiencia del usuario. Claro que eso supone una reingeniería mucho más profunda que sólo crear un par de nuevos temas.
Sociable
¿Se ha vuelto más social Ubuntu con la versión 10.04? Definitivamente. Ahora, el mismo botón que se usa para apagar o reiniciar la máquina centraliza el acceso a redes sociales (Twitter, Facebook, Flickr y otras), el chat (MSN, Yahoo!, Facebook, Gtalk y otros) y el servicio Ubuntu One, donde Canonical ofrece 2 GB sin cargo. Bien pensado y bien resuelto. De lo que más me gustó.
Su pregunta sí molesta
Tanto como la notebook se actualizó sin chistar, una de las computadoras de escritorio abrió durante la instalación una ventana donde me sometía al típico interrogatorio que conduce a cancelar todo. Esa clase de preguntas esotéricas que sólo un porcentaje insignificante de la población humana comprende.
El diálogo me invitaba a seleccionar volúmenes para la nueva versión de Grub . Caramba.
Grub son las siglas de Grand Unifier Bootloader y el acertijo, si uno está en tema, es fácil de resolver. Pero para alguien que no tiene tiempo o ganas de aprender estas minucias, la reacción lógica y comprensible es cancelar todo.
Para probar que aquí había un problema de experiencia de usuario , seleccioné todas las casillas asociadas a discos físicos y particiones, tal como me sugería la Ayuda . Naturalmente, recibí un nuevo diálogo con el clásico planteo apocalíptico: Hubo un error, ¿desea continuar? Para quien recién llega a Linux ésta es la clase de situaciones que hace que nunca llegue a usarlo y que no vuelva a intentar instalarlo. Hay ahí algo por resolver.
Pista: si se encuentra con ese cuadro, ponga un tilde sólo a las unidades físicas ( /dev/sda y /dev/sdb , por ejemplo) y todo marchará bien.
Adiós a un grande
La otra crítica seria que tengo para la 10.04 es que Canonical decidió quitar el GIMP de las aplicaciones preinstaladas. El asunto, dicen, se debatió intensamente. A mi juicio, la decisión no por eso deja de ser equivocada.
También es cierto que el GIMP está disponible a unos pocos clics en Aplicaciones> Centro de Software de Ubuntu . Pero alcanza con sacar un programa del menú Aplicaciones para que desaparezca del campo visual del público.
Pero primero, ¿qué es el GIMP ? Es un software de edición de imágenes. Su nombre (siglas de nuevo) viene de GNU Image Manipulation Program , una obra maestra del software libre que nos ha permitido durante 14 años editar fotos profesionalmente sin gastar los 2600 pesos que cuesta un Photoshop (en Amazon.com). Al menos por esto, el GIMP no se merece que lo hayan descartado de la más popular de las distribuciones de Linux. No hay, por otra parte, nada que lo reemplace por ahora.
Además, la decisión marcha en contra de la aspiración de Shuttleworth de llegar cada vez a más gente. Los argumentos esgrimidos para eliminar el GIMP del CD de instalación son que ocupa mucho espacio y que es un software profesional de edición de imágenes, no del todo apto para el gran público.
El primer motivo es disparatado. GIMP ocupa sólo 15 MB. El segundo, lo es todavía más: precisamente porque programas como GIMP, Blender, OpenOffice, InkScape y Rosegarden son profesionales es que hay que incluirlos en una distribución que intenta llegar al gran público. Se los use o no, son productos aspiracionales, que prestigian a Linux y refutan la imagen de cosa sólo para hackers que muchos todavía tienen del sistema.
Es verdad que el GIMP tiene una curva de aprendizaje escarpada. Pero no es difícil de usar, como dicen los perezosos. Es difícil aprender a usarlo, y quizá sólo una minoría lo emplea a diario. Pero haberlo eliminado de Ubuntu constituye una pésima decisión por donde se la mire, en mi opinión.
Conclusiones
¿Amerita actualizar a Lucid ? Sí, al 100%. Sólo las mejoras en velocidad justifican el proceso, que fue de lo menos problemático, salvo en un único caso aislado en media docena de instalaciones.
Eso sí, no espere una nueva cara deslumbrante. Para eso falta y, por lo demás, algunas de las opciones de interfaz de Linux superan a Windows y Mac. Los múltiples escritorios en cubo son de lo más intuitivo que he visto. Creo que esto es mucho más importante que el atractivo en los adornos de las ventanas.
La unificación de los indicadores de sesión, aunque parece un detalle menor, es otro buen motivo para actualizar o instalar la 10.04.
Su condición de LTS es, para los que usamos el sistema para el trabajo diario, otra razón de peso para ponerse al día.
La Nación 14/5/2010.-
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por Ariel Torre
El jueves 29 de abril, mientras atravesábamos un cierre complicado, Canonical liberó la nueva versión de Ubuntu Linux. Ni ese día, ni el siguiente, ni el sábado tuve tiempo para probarlo, y a duras penas me hice un rato el domingo para actualizar mi netbook. No fue un gran esfuerzo, a decir verdad: en el menú Administración> Gestor de actualizaciones apreté el botón Actualizar a la versión 10.04 LTS . Así de fáciles se han vuelto las cosas con Linux, lo que constituye casi una decepción (chiste).
Para amenizar la semana, se presentaron algunos problemas con una desktop que vengo actualizando desde la noche de los tiempos, pero ya llegaré a eso.
La cosa es que en menos de lo que dura un largometraje mi netbook quedó actualizada a la versión 10.04. Era tiempo de ver qué había de nuevo. Pero antes, algunas pistas que podrían facilitarle la entrada en el mundo de Ubuntu.
Animales extraños
La forma en que Canonical denomina y numera las ediciones de su distribución del sistema operativo de software libre que llamamos Linux -y que con mayor precisión se denomina GNU/Linux- puede resultar un poco enigmática. Pero en cuanto se entiende el mecanismo resulta muy sencillo establecer cuál es la actual, la anterior o la próxima, incluso teniendo sólo una parte de la nomenclatura.
Las versiones de Ubuntu se numeran con dos cifras separadas por un punto. La primera representa el año de lanzamiento (4 por 2004, 10 por 2010, etcétera); la segunda, el mes (04, 06, 08, 10). La actual, que comentaré en esta columna, apareció en abril de 2010, por lo que lleva el número 10.04 ; la próxima será la 10.10 .
Cada edición posee además un nombre en código construido con un adjetivo y la denominación de un animal; ambos empiezan con la misma letra y van en orden alfabético (salvo las dos primeras ediciones, Warty Warthog y Hoary Hedgehog ). La actual se llama Lucid Lynx , la anterior fue Karmic Koala y el nombre de la próxima empezará con M: Maverick Meerkat .
Se estila usar sólo el adjetivo para referirse coloquialmente a cada edición. Hablamos, así, de Karmic , Lucid o Maverick , a secas. Por supuesto, si alguien nos oye hablar de esta suerte o lee mensajes de tal tenor en Twitter, llegará a la conclusión de que somos unos hackers bárbaros. La verdad es que es algo muy sencillo y, como nomenclatura, resulta impecable e inteligente; mucho más que las sucesivamente caprichosas denominaciones de Windows NT (NT, 2000, XP, Vista y 7) o las desordenadamente felinas de Mac OS X (salvo la beta pública, llamada Kodiak ).
Cada Ubuntu sale en dos formatos. Desktop , para instalar en una PC de oficina u hogareña, y Server , para servidores. Existe también el formato Netbook , que no recomiendo. Una mini notebook convencional con 1 GB de RAM puede correr sin ningún problema la Desktop y sus aplicaciones, como probé hace poco ( www.lanacion.com.ar/1239827 y http://videos.lanacion.com.ar/video13748-windows-7-y-ubuntu-en-una-notebook ) y como volvería a experimentar en estos días.
Hay un guiño adicional en los guarismos de Ubuntu. Una de cada cuatro ediciones, la que sale en el primer trimestre de los años pares (por ejemplo, 8.04, 6.06 y 10.04), es Long Term Support (Soporte de Largo Plazo; LTS , por sus siglas en inglés). Significa que tendrá actualizaciones durante tres años para la edición Desktop y durante cinco para la Server .
Libre como los linces
Con los años (el primer Ubuntu fue de octubre de 2004), Mark Shuttleworth, fundador de Canonical, se ha ido acercando cada vez más a su meta. Se propuso crear un sistema operativo de software libre basado en Debian (una muy respetada distribución de Linux para la que él alguna vez escribió código) que fuera fácil de instalar, de usar y que ofreciera una experiencia de usuario atractiva. "Apple es la compañía por vencer si es que queremos que los usuarios disfruten de una experiencia de usuario realmente atractiva. No hay que mirar a Microsoft por su participación de mercado y por ser el estándar, sino a Apple porque son muy buenos en lo que hacen, sobre todo en algo que históricamente la comunidad del software libre no hizo bien, que es diseñar una experiencia de usuario atractiva", dijo a LA NACION en 2008 ( www.lanacion.com.ar/1064894 ).
Competir con la seducción de Apple y el poderío de Microsoft es lo más parecido a una utopía que pueda encontrarse de este lado del planeta. Por supuesto, Shuttleworth no llegó a millonario con pajaritos mentales, y sabe que Linux todavía no puede sustituir a Windows y Mac en las preferencias del gran público. "No creo que la gente común vaya a buscar Linux en forma activa para reemplazar su Windows. Para ser deseable en una categoría ya establecida, tenés que ser diez veces mejor que el resto. Y es difícil argumentar que Linux lo sea", le dijo a Ricardo Sametband en el reportaje antes mencionado.
No obstante esto, Shuttleworth ha conseguido que Linux llegue a oídos de mucha más gente que todas las distribuciones anteriores, y un número significativo de personas, que de otro modo jamás se hubiera enterado de su existencia, ha optado por mudarse a Linux por una cuestión de libertad y costo.
Felino veloz
La versión 10.04 no ofrece mejoras fundamentales en cuanto a la facilidad de instalación y uso; en mi opinión, porque no hacen falta. Ubuntu es hoy casi tan fácil de instalar y usar como Windows.
En lugar de esto, lo que se buscó en la 10.04 fue acelerar el arranque y el apagado del sistema, darle una lavada de cara a la interfaz y hacer Ubuntu más amigable con redes sociales. El primer punto se consiguió con creces. Mi PC más lenta (un P4 a 3 GHz con 1 GB de RAM) arrancó en 40 segundos. La netbook, limitada por naturaleza, estuvo lista para usarse en 60 segundos y se apagó en 18. Por comparación, en esa misma máquina XP arranca en 1 minuto y 30 segundos, y se apaga en 32 segundos.
La ciencia cosmética
La interfaz predeterminada sigue basada en Gnome (eso es una buena noticia en mi opinión, aunque no todos estarán de acuerdo); en este caso, la versión 2.30, que salió en marzo. Se han añadido dos nuevos temas de Escritorio, en un esfuerzo por volver a Ubuntu más cool . El resultado es decepcionante. Por un lado, sigue estando lejos de Mac OS X o Seven. Por otro, cualquiera con un rato para explorar los cientos de temas que hay en Gnome Art ( http://art.gnome.org ) y Gnome Look ( http://gnome-look.org ), o sencillamente para crear los propios o intentar las opciones de Emerald , cambiará diametralmente el aspecto de Ubuntu, incluso con resultados bellísimos.
A mi juicio, los cambios cosméticos no son fundamentales. La lentitud de X Window es un asunto más urgente para mejorar la experiencia del usuario. Claro que eso supone una reingeniería mucho más profunda que sólo crear un par de nuevos temas.
Sociable
¿Se ha vuelto más social Ubuntu con la versión 10.04? Definitivamente. Ahora, el mismo botón que se usa para apagar o reiniciar la máquina centraliza el acceso a redes sociales (Twitter, Facebook, Flickr y otras), el chat (MSN, Yahoo!, Facebook, Gtalk y otros) y el servicio Ubuntu One, donde Canonical ofrece 2 GB sin cargo. Bien pensado y bien resuelto. De lo que más me gustó.
Su pregunta sí molesta
Tanto como la notebook se actualizó sin chistar, una de las computadoras de escritorio abrió durante la instalación una ventana donde me sometía al típico interrogatorio que conduce a cancelar todo. Esa clase de preguntas esotéricas que sólo un porcentaje insignificante de la población humana comprende.
El diálogo me invitaba a seleccionar volúmenes para la nueva versión de Grub . Caramba.
Grub son las siglas de Grand Unifier Bootloader y el acertijo, si uno está en tema, es fácil de resolver. Pero para alguien que no tiene tiempo o ganas de aprender estas minucias, la reacción lógica y comprensible es cancelar todo.
Para probar que aquí había un problema de experiencia de usuario , seleccioné todas las casillas asociadas a discos físicos y particiones, tal como me sugería la Ayuda . Naturalmente, recibí un nuevo diálogo con el clásico planteo apocalíptico: Hubo un error, ¿desea continuar? Para quien recién llega a Linux ésta es la clase de situaciones que hace que nunca llegue a usarlo y que no vuelva a intentar instalarlo. Hay ahí algo por resolver.
Pista: si se encuentra con ese cuadro, ponga un tilde sólo a las unidades físicas ( /dev/sda y /dev/sdb , por ejemplo) y todo marchará bien.
Adiós a un grande
La otra crítica seria que tengo para la 10.04 es que Canonical decidió quitar el GIMP de las aplicaciones preinstaladas. El asunto, dicen, se debatió intensamente. A mi juicio, la decisión no por eso deja de ser equivocada.
También es cierto que el GIMP está disponible a unos pocos clics en Aplicaciones> Centro de Software de Ubuntu . Pero alcanza con sacar un programa del menú Aplicaciones para que desaparezca del campo visual del público.
Pero primero, ¿qué es el GIMP ? Es un software de edición de imágenes. Su nombre (siglas de nuevo) viene de GNU Image Manipulation Program , una obra maestra del software libre que nos ha permitido durante 14 años editar fotos profesionalmente sin gastar los 2600 pesos que cuesta un Photoshop (en Amazon.com). Al menos por esto, el GIMP no se merece que lo hayan descartado de la más popular de las distribuciones de Linux. No hay, por otra parte, nada que lo reemplace por ahora.
Además, la decisión marcha en contra de la aspiración de Shuttleworth de llegar cada vez a más gente. Los argumentos esgrimidos para eliminar el GIMP del CD de instalación son que ocupa mucho espacio y que es un software profesional de edición de imágenes, no del todo apto para el gran público.
El primer motivo es disparatado. GIMP ocupa sólo 15 MB. El segundo, lo es todavía más: precisamente porque programas como GIMP, Blender, OpenOffice, InkScape y Rosegarden son profesionales es que hay que incluirlos en una distribución que intenta llegar al gran público. Se los use o no, son productos aspiracionales, que prestigian a Linux y refutan la imagen de cosa sólo para hackers que muchos todavía tienen del sistema.
Es verdad que el GIMP tiene una curva de aprendizaje escarpada. Pero no es difícil de usar, como dicen los perezosos. Es difícil aprender a usarlo, y quizá sólo una minoría lo emplea a diario. Pero haberlo eliminado de Ubuntu constituye una pésima decisión por donde se la mire, en mi opinión.
Conclusiones
¿Amerita actualizar a Lucid ? Sí, al 100%. Sólo las mejoras en velocidad justifican el proceso, que fue de lo menos problemático, salvo en un único caso aislado en media docena de instalaciones.
Eso sí, no espere una nueva cara deslumbrante. Para eso falta y, por lo demás, algunas de las opciones de interfaz de Linux superan a Windows y Mac. Los múltiples escritorios en cubo son de lo más intuitivo que he visto. Creo que esto es mucho más importante que el atractivo en los adornos de las ventanas.
La unificación de los indicadores de sesión, aunque parece un detalle menor, es otro buen motivo para actualizar o instalar la 10.04.
Su condición de LTS es, para los que usamos el sistema para el trabajo diario, otra razón de peso para ponerse al día.
La Nación 14/5/2010.-
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