por Alejandro E. Parada
Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas Facultad de Filosofía y Letras
Universidad de Buenos Aires
La bibliografía en español sobre las nuevas orientaciones de la Paleografía ha comenzado a saldar, en pocos años, aunque sea parcialmente, su impostergable deuda con Armando Petrucci. La actualización comenzó a partir de la publicación, en 1999, del libro Alfabetismo, escritura, sociedad (Barcelona, Gedisa), prologado por Roger Chartier y Jean Hébrard, en el cual se agruparon las más importantes contribuciones de Petrucci en el amplio campo del estudio de la civilización manuscrita, impresa y virtual. Esta actualización ahora se consolida, inequívocamente, con la aparición de La ciencia de la escritura: primera lección de Paleografía, un texto vital e imprescindible para comprender su lúcido y original pensamiento en el ámbito de la Historia de la Cultura.1 Es importante, no obstante, trazar una breve semblanza de Armando Petrucci para comprender la importancia de sus contribuciones. Nacido en Roma, en 1932, luego de una vida dedicada a la investigación y a la enseñanza, en la actualidad se desempeña como profesor de Paleografía y Diplomática en las universidades de Palermo y Roma. Desde 1992 también ejerce funciones académicas en Pisa y, siempre dentro de una dedicada labor pedagógica, ha sido profesor en las principales universidades internacionales. Ha escrito numerosos ensayos sobre su especialidad, los que fueron traducidos a varios idiomas. Su ingente actividad docente se complementa en el área de la edición de publicaciones periódicas, pues está a cargo de la dirección de Scrittura e civilità. Su sólido prestigio, además de la amplia difusión de sus artículos, se debe, entre otros aportes, a la publicación de varios libros fundamentales: Libri, scrittura e pubblico nel Rinascimento: guida storica e critica (al cuidado de A. Petrucci. Roma-Bari, 1979), La scrittura: ideologia e rappresentazione (Turín, 1986), Scrivire e no: politiche della scrittura e analfabetismo nel mondo d'oggi (Roma, 1987) y, fundamentalmente, La scritture ultime: ideologia della morte e strategie dello scrivere nella tradizione occidentale (Turín, 1995). Dentro de esta apretada síntesis es necesario recordar, sin duda, los trabajos fundamentales que ha redactado para la extraordinaria obra que fue la edición de Letteratura italiana. (Turín, 1983, 1985 y 1988).2 Por otra parte, y este punto es muy significativo, los más importantes estudiosos de la moderna historia de las prácticas lectoras, tales como Roger Chartier, Robert Darton y Carlo Ginzburg, han reconocido su influencia decisiva en el análisis de esta temática.De modo que la publicación en español de La ciencia de la escritura no sólo salda, tal como comentábamos en el inicio, una deuda con uno de los maestros de la "nueva Paleografía" sino que constituye, por añadidura, la oportunidad para conocer los últimos avances de esta disciplina. Sin embargo, su mayor mérito radica en que se trata de un escrito signado por la experiencia y la madurez de su autor. La ciencia de la escritura es, fundamentalmente, un libro que sintetiza, en una prosa sencilla y despojada, la vasta experiencia de Petrucci como animador e intérprete de las más complejas representaciones de la Historia de la Escritura, tanto manuscrita como impresa.La oportunidad es única, pues el lector tiene la ocasión de acceder al mundo de la Paleografía desde una mirada inmersa en el desarrollo comunitario de la escritura y de la lectura. Esta disciplina se convierte, prácticamente, bajo la mirada de Petrucci, en una ciencia social de primera línea, pautada, en todo momento, por una visión humanista y ampliamente solidaria con las formas y los modos de escribir que hicieron al hombre un ser gregario. Empero, el autor no desarrolla una visión idílica de las prácticas de apropiación de la cultura, por el contrario, para él este universo se encuentra fuertemente pautado por las ideologías y por los desplazamientos de clase. En cierto sentido, Armando Petrucci es uno de los pensadores que más se ha inclinado por los temas sociales y políticos dentro de la nueva Historia Social de la Cultura. De ahí subyace su interés por lo antiguo (civilización manuscrita e impresa) y por lo moderno (civilización virtual o electrónica) ya que para él todas las formas de expresión textual, cualesquiera sean sus soportes, son medios donde se debaten los diversos modos de la lucha por el poder y por la presencia social.Pero dentro de este contexto se presenta una pregunta: ¿cómo estructura Petrucci, en La ciencia de la escritura, su pensamiento paleográfico? Desde un comienzo, en las páginas preliminares de la presentación, Petrucci brinda los lineamientos teóricos y prácticos que constituyen la base fundacional de su obra y que, paradójicamente, también se estructuran a través de preguntas que él considera básicas para analizar un texto escrito. Estas preguntas se identifican con las palabras siguientes: ¿qué? (en qué consiste el texto escrito), ¿cuándo? (la época de su redacción), ¿dónde? (zona o lugar de su ejecución), ¿cómo? (con qué técnicas, instrumentos y materiales se confeccionó), ¿quién lo realizó? (ambiente sociocultural de su ejecutor), y ¿para qué fue escrito ese texto? (cuál era su finalidad específica, tanto ideológica como social).La totalidad de los breves y sustanciosos capítulos que forman el libro están, entonces, destinados a contestar e ilustrar estos requerimientos. Los temas abordados son: 1. Los lugares y los espacios, 2. Escribir y no, 3. Poder versus libertad, 4. Tipologías y funciones, 5. Técnicas y modos, 6. Escribir a, 7. Textos escritos, textos perdidos, textos recuperados, y 8. Escribir y conservar la memoria.Es así como por intermedio de su cosmovisión de lo que debe ser la nueva y desacartonada Paleografía (es decir, la ciencia de la escritura) desfilan, a lo largo de estos capítulos, la totalidad de las "textualidades" que ha producido la humanidad, tales como las inscripciones funerarias, los afiches, la correspondencia, los tatuajes, las cuentas de gastos de los comercios, los libros, y otros tipos de escritos. Pero rescatados desde la cotidianidad social de los procesos y prácticas de uso en la confección de esos registros, en donde Petrucci señala las desigualdades en su acceso y manipulación, aunque siempre presentes en todos los sectores de las sociedades de cada época. De modo que la manera de ejercer las representaciones de la escritura se transforma, indudablemente, en un marco en el cual se presentan la libertad y las formas de relacionarse con el poder. Para Petrucci lo realmente importante es acceder a las "expresiones escritas" desde todos los ángulos posibles y, por ende, no precipitarse en una historia en donde se confrontan las clases de elite y las subalternas, o en donde se persiga, strictus sensu, una historia de "la cultura intelectual".Por todo ello, la aparición de La ciencia de la escritura se convierte en un acontecimiento editorial de primera importancia y, hasta en sus más mínimos detalles, a modo de corolario en el último capítulo, Armandro Petrucci apunta directamente al corazón de los bibliotecarios, pues afirma, sin reticencias ni remilgos algunos, la correspondencia inevitable que existe entre escribir y saber "conservar" la multiplicidad infinita de los registros confeccionados por el hombre a lo largo de sus civilizaciones textuales.
1 Otra obra en español en la cual participó Petrucci es Libros, editores y público en la Europa Moderna / compilación de Armando Petrucci. Valencia: Alfons El Magnanium: Instituto Valenciano de Estudios e Investigación, 1990.
2 Para una bibliografía completa de los escritos de Armando Petrucci, véase: Palma, M. 2003. Bibliografía degli scritti di Armando Petrucci.
Fuente. PARADA, Alejandro E. La ciencia de la escritura: primera lección de Paleografía. Inf. Cult. Soc. [online]. jul./dic. 2003, no.9 [citado 25 Noviembre 2008], p.113-115. Disponible en la World Wide Web:
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