.
Ricardo Sametband
Para Maddog Hall, el crecimiento de Linux es inevitable Pero necesita tener el 30% del mercado hogareño para ser viable La receta para sobrevivir
Jon Maddog Hall está cansado. Llegó a la Argentina para hablar sobre Linux, pero su avión se retrasó un día y ahora su agenda es un caos. Tanto, que este señor grandote, de 51 años y hablar pausado, está tentado de hacer honor a su sobrenombre ( perro rabioso , en inglés). Le viene desde 1977, cuando era profesor universitario de informática en Estados Unidos. "Vino un técnico a instalar un software en un servidor. Le pagábamos 200 dólares la hora. El tipo llegó, se sentó, abrió el manual de instrucciones y se puso a leer la página 1. Dicen mis alumnos (no me acuerdo) que fui corriendo, lo agarré del cuello y el cinturón, lo saqué fuera de la Facultad y lo tiré en la vereda. Volvió tres semanas después e instaló todo sin siquiera sacar el manual de su bolso", recuerda Hall, con una sonrisa.
Con la edad, dice, aprendió a controlar su temperamento. Su experiencia también le es útil para calmar los ánimos en el mundo Linux, después de que algunas compañías anunciaran que siguen sin ser rentables, luego de que el año último se hablara de Linux como la nueva maravilla informática. "Es natural, no hay que preocuparse -asegura Hall-. Es lo lógico en empresas que están naciendo. Pero para que sobrevivan necesitan un buen plan de negocios, el capital suficiente para sobrevivir hasta tener ganancias, gente que sepa qué está haciendo y controlar los gastos. Muchas compañías de Linux nacieron con la economía puntocom del año último. Trabajan para un mercado que ya no existe. Otras despilfarraron: LinuxCare, por ejemplo, gastó 500.000 dólares en una X gigante para una exposición. Cuando yo trabajaba en Digital Equipment Corporation, hace demasiado tiempo, estábamos en un edificio viejo, adentro no había puertas y la limpieza la hacían nuestras esposas y novias. Por supuesto, hay empresas como Red Hat o SuSe que están haciendo las cosas bien, y en poco tiempo van a ser espectacularmente exitosas."
-¿Se puede ganar dinero con Linux, entonces?
-Por supuesto. Linux puede constituir una solución estable y barata, porque se cobra una licencia global, sin importar la cantidad de máquinas en las que se use. Y el cliente no está obligado a cambiar cómo trabaja si el software no hace todo lo que necesita: puede modificarlo a su gusto. También hay un gran mercado en los sistemas embebidos; en el último año, la gran mayoría de los fabricantes de estos dispositivos se pasó a Linux. Yo tengo una cámara digital, por ejemplo, que no es multitarea como Linux: no puedo sacar una foto mientras la cámara está grabando la anterior en la memoria. Si usara Linux, como cliente tendría una mejor experiencia, y estaría más contento. Además, al estar estandarizado, es más fácil y más barato desarrollar aplicaciones y encontrar gente capacitada para hacerlo.
"Linux será un jugador muy importante en el mercado de servicios informáticos. La diferencia con los servicios que ya están disponibles es que damos gratis la propiedad intelectual del programa y el software está al alcance de para todos. IBM y Compaq tienen soluciones Linux y van a crecer mucho con ellas, pero habrá lugar para empresas pequeñas y locales que den servicio. Cualquiera prefiere invertir en su país. Las empresas argentinas seguramente contratarán servicios locales, porque así le dan trabajo a su gente.
-¿Qué pasará en el hogar?
-Ahí también va a crecer, pero va a ser una batalla dura. Se está trabajando muy bien en simplificar la instalación del sistema y hacerlo más amigable. A medida que más estudiantes salgan de la escuela y la Universidad conociendo Linux, y más gente lo use en el trabajo, lo van a llevar a sus casas, como pasó con la PC. Para 2003 tendremos una base instalada muy grande. De hecho, para ser viables como sistema necesitamos tener el 30% del mercado, que es a lo que apuntamos.
-¿Sigue opinando que Linux es inevitable?
-Sí, así lo creo. Su fuerza no está en una compañía, sino en una comunidad de gente que trabaja todo el día con él. Y es un sistema muy bueno, muy completo, muy estable, mejor que el de Microsoft.
-¿Con Windows XP, la ventaja de la estabilidad de Linux sigue marcando una diferencia?
-Lo que ocurre es que hay niveles de estabilidad. Microsoft es una empresa de marketing y hace demasiadas cosas (varios sistemas operativos, un paquete de oficina, compiladores, etcétera). La cantidad de recursos que destina a desarrollar Windows 2000, por ejemplo, no debe superar a las 100 personas. Es gente que no corrige errores, sino que agrega más cosas a lo que ya hay, para seguir vendiendo. Lo dijeron ellos mismos en el juicio antimonopolio. Yo conozco a los que trabajan allí, y sé que si los dejaran podrían hacer algo muy bueno.
Hall es el director ejecutivo de Linux International ( http://www.li.org ), una entidad dedicada a promover el uso del sistema operativo.
"Cualquier cosa que lo difunda es buena", dice Hall, que participó como consejero sobre código abierto en la película Antitrust , en la que un programador descubre las malas intenciones de una corporación de software. A Hall le ofrecieron aparecer en la película. No pudo hacerlo, pero le cedió el lugar al mexicano Miguel de Icaza, el líder del proyecto Gnome.
"Igual me podrán ver en otro film -admite, con una sonrisa-, dentro de un año. No puedo decir el título por razones legales, pero cuando vean una espalda bastante ancha con una remera que dice Ponga Linux donde quiera ( Put Linux anywhere ), ése soy yo."
La Nación 30/7/2001
Ricardo Sametband
Para Maddog Hall, el crecimiento de Linux es inevitable Pero necesita tener el 30% del mercado hogareño para ser viable La receta para sobrevivir
Jon Maddog Hall está cansado. Llegó a la Argentina para hablar sobre Linux, pero su avión se retrasó un día y ahora su agenda es un caos. Tanto, que este señor grandote, de 51 años y hablar pausado, está tentado de hacer honor a su sobrenombre ( perro rabioso , en inglés). Le viene desde 1977, cuando era profesor universitario de informática en Estados Unidos. "Vino un técnico a instalar un software en un servidor. Le pagábamos 200 dólares la hora. El tipo llegó, se sentó, abrió el manual de instrucciones y se puso a leer la página 1. Dicen mis alumnos (no me acuerdo) que fui corriendo, lo agarré del cuello y el cinturón, lo saqué fuera de la Facultad y lo tiré en la vereda. Volvió tres semanas después e instaló todo sin siquiera sacar el manual de su bolso", recuerda Hall, con una sonrisa.
Con la edad, dice, aprendió a controlar su temperamento. Su experiencia también le es útil para calmar los ánimos en el mundo Linux, después de que algunas compañías anunciaran que siguen sin ser rentables, luego de que el año último se hablara de Linux como la nueva maravilla informática. "Es natural, no hay que preocuparse -asegura Hall-. Es lo lógico en empresas que están naciendo. Pero para que sobrevivan necesitan un buen plan de negocios, el capital suficiente para sobrevivir hasta tener ganancias, gente que sepa qué está haciendo y controlar los gastos. Muchas compañías de Linux nacieron con la economía puntocom del año último. Trabajan para un mercado que ya no existe. Otras despilfarraron: LinuxCare, por ejemplo, gastó 500.000 dólares en una X gigante para una exposición. Cuando yo trabajaba en Digital Equipment Corporation, hace demasiado tiempo, estábamos en un edificio viejo, adentro no había puertas y la limpieza la hacían nuestras esposas y novias. Por supuesto, hay empresas como Red Hat o SuSe que están haciendo las cosas bien, y en poco tiempo van a ser espectacularmente exitosas."
-¿Se puede ganar dinero con Linux, entonces?
-Por supuesto. Linux puede constituir una solución estable y barata, porque se cobra una licencia global, sin importar la cantidad de máquinas en las que se use. Y el cliente no está obligado a cambiar cómo trabaja si el software no hace todo lo que necesita: puede modificarlo a su gusto. También hay un gran mercado en los sistemas embebidos; en el último año, la gran mayoría de los fabricantes de estos dispositivos se pasó a Linux. Yo tengo una cámara digital, por ejemplo, que no es multitarea como Linux: no puedo sacar una foto mientras la cámara está grabando la anterior en la memoria. Si usara Linux, como cliente tendría una mejor experiencia, y estaría más contento. Además, al estar estandarizado, es más fácil y más barato desarrollar aplicaciones y encontrar gente capacitada para hacerlo.
"Linux será un jugador muy importante en el mercado de servicios informáticos. La diferencia con los servicios que ya están disponibles es que damos gratis la propiedad intelectual del programa y el software está al alcance de para todos. IBM y Compaq tienen soluciones Linux y van a crecer mucho con ellas, pero habrá lugar para empresas pequeñas y locales que den servicio. Cualquiera prefiere invertir en su país. Las empresas argentinas seguramente contratarán servicios locales, porque así le dan trabajo a su gente.
-¿Qué pasará en el hogar?
-Ahí también va a crecer, pero va a ser una batalla dura. Se está trabajando muy bien en simplificar la instalación del sistema y hacerlo más amigable. A medida que más estudiantes salgan de la escuela y la Universidad conociendo Linux, y más gente lo use en el trabajo, lo van a llevar a sus casas, como pasó con la PC. Para 2003 tendremos una base instalada muy grande. De hecho, para ser viables como sistema necesitamos tener el 30% del mercado, que es a lo que apuntamos.
-¿Sigue opinando que Linux es inevitable?
-Sí, así lo creo. Su fuerza no está en una compañía, sino en una comunidad de gente que trabaja todo el día con él. Y es un sistema muy bueno, muy completo, muy estable, mejor que el de Microsoft.
-¿Con Windows XP, la ventaja de la estabilidad de Linux sigue marcando una diferencia?
-Lo que ocurre es que hay niveles de estabilidad. Microsoft es una empresa de marketing y hace demasiadas cosas (varios sistemas operativos, un paquete de oficina, compiladores, etcétera). La cantidad de recursos que destina a desarrollar Windows 2000, por ejemplo, no debe superar a las 100 personas. Es gente que no corrige errores, sino que agrega más cosas a lo que ya hay, para seguir vendiendo. Lo dijeron ellos mismos en el juicio antimonopolio. Yo conozco a los que trabajan allí, y sé que si los dejaran podrían hacer algo muy bueno.
Hall es el director ejecutivo de Linux International ( http://www.li.org ), una entidad dedicada a promover el uso del sistema operativo.
"Cualquier cosa que lo difunda es buena", dice Hall, que participó como consejero sobre código abierto en la película Antitrust , en la que un programador descubre las malas intenciones de una corporación de software. A Hall le ofrecieron aparecer en la película. No pudo hacerlo, pero le cedió el lugar al mexicano Miguel de Icaza, el líder del proyecto Gnome.
"Igual me podrán ver en otro film -admite, con una sonrisa-, dentro de un año. No puedo decir el título por razones legales, pero cuando vean una espalda bastante ancha con una remera que dice Ponga Linux donde quiera ( Put Linux anywhere ), ése soy yo."
La Nación 30/7/2001
.
.
0 comentarios:
Publicar un comentario